Los visitantes habituales de este blog, saben que llevo desde hace tiempo lanzando pullitas a ver si algún editor de cómics se anima a publicar en España “Barbe Rouge”. Y acaso incluso alguno se pregunte por qué soy tan pesado con esa reivindicación habiendo tanto tebeo por publicar. La respuesta es fácil: “Barbe Rouge” a lo largo de sus cinco décadas de historia y sus 35 álbumes ha sido una de las series más longevas del panorama europeo por la que han desfilado a padres del cómic europeo de la talla de Charlier y Hubinon, sus creadores, y autores tan notables como Jijé, Gaty o Pellerin. Pero es que, además, es un maravilloso ejemplo de cómo el cómic europeo evolucionó desde planteamientos marcadamente dirigidos a un público infantil y juvenil a tramas más complejas que engancharan al público más adulto, sin abandonar por ello sus características fundamentales.
Y es que "Barbe Rouge" es ante todo un tebeo de género y, más que de género, de piratas con todo lo que ello implica en cuanto a abordajes, barcos, intrigas, traiciones, tesoros y botines con un protagonista que le da nombre, Barbarroja es que es un auténtico villano –probablemente el primero en protagonizar una serie mucho antes de los ambiguos superhéroes americanos-, un pirata de tomo y lomo del siglo XVIII, que sólo comparte con su homónimo turco del siglo XV el disfrute por la mar y el abordaje a sangre y fuego de galeones, españoles preferentemente, a bordo de su barco, el “Halcón Negro”, mostrando sólo alguna misericordia cuando adopta a Eric, el hijo huerfano de una víctima de sus pillajes, al que piensa convertir en su sucesor. Sin embargo, Eric quien a lo largo de la serie irá robando buena parte del protagonismo a su padre preferirá llevar una vida honrada y aventurera aunque eso no quite para contar con la ayuda de su padre y su feroz tripulación en muchas de esas aventuras.
“Barbe Rouge” empezó su publicación serializada en la mítica revista “Pilote”, iniciándose la publicación en formato álbum en 1961. El equipo original se mantuvo hasta la muerte de Victor Hubinon en 1979, siendo sustituido por otro monstruo del cómic como Jijé. Tras un lapso de unos años, Charlier continuo la serie gracias con la colaboración de Gaty y Pellerin, ocupándose de los guiones, hasta su propia muerte, siendo sustituido entonces por Jean Ollivier. Los últimos cuatro álbumes los realizaron el dúo formado por Marc Bourgne y Christian Perrisin, quedando la serie en suspenso desde entonces.
Lo mejor que se puede decir de una serie tan larga y por la que han pasado autores tan variados es que ha sabido mantener su esencia original de cómic de aventuras de capa y espada basando su éxito en argumentos sólidos y documentados (algo característico de un autor tan obsesionado por la credibilidad de sus cómics como fue Charlier, el cocreador de “Blueberry”) y magníficos dibujantes de corte clásico que anteponían el sentido narrativo de la historia antes que el virtuiosismo, sin por ello descuidar el detallismo que toda historia de época precisa.
La serie, incomprensiblemente, es semidesconocida en España quizás debido a lo impopular que podía parecer en nuestro país que los principales villanos fuesen españoles, muchas veces ridiculizados por los protagonistas, algo que en la época no podía ser del agrado del régimen franquista que veía en el cómic una plataforma propagandística de las excelencias de la raza dirigido a niños y clases bajas. ”Barbarroja” se publicó fragmentariamente en la década de los sesenta en la revista “Din-Dan” de Bruguera y existió un efímero intento de publicación por Glénat que no pasó del segundo álbum. Sería de desear ya que, actualmente el panorama del Cómic en España es muy diferente, alguna editorial se decidiera a publicar los once integrales restaurados que recopilaron buena parte de la serie original hace unos años en Francia.
“Barbe Rouge” es un auténtico clásico del cómic merece su publicación mucho más antes que algunos novedosos productos. Tampoco estaría de más, la publicación del spin off de la serie principal, “La Juventud de Barbe Rouge”, que cuenta las primeras aventuras del fiero pirata y que en cinco álbumes narraron Christien Parrisin y el español Daniel Redondo. Por pedir que no quede.
Y es que "Barbe Rouge" es ante todo un tebeo de género y, más que de género, de piratas con todo lo que ello implica en cuanto a abordajes, barcos, intrigas, traiciones, tesoros y botines con un protagonista que le da nombre, Barbarroja es que es un auténtico villano –probablemente el primero en protagonizar una serie mucho antes de los ambiguos superhéroes americanos-, un pirata de tomo y lomo del siglo XVIII, que sólo comparte con su homónimo turco del siglo XV el disfrute por la mar y el abordaje a sangre y fuego de galeones, españoles preferentemente, a bordo de su barco, el “Halcón Negro”, mostrando sólo alguna misericordia cuando adopta a Eric, el hijo huerfano de una víctima de sus pillajes, al que piensa convertir en su sucesor. Sin embargo, Eric quien a lo largo de la serie irá robando buena parte del protagonismo a su padre preferirá llevar una vida honrada y aventurera aunque eso no quite para contar con la ayuda de su padre y su feroz tripulación en muchas de esas aventuras.
“Barbe Rouge” empezó su publicación serializada en la mítica revista “Pilote”, iniciándose la publicación en formato álbum en 1961. El equipo original se mantuvo hasta la muerte de Victor Hubinon en 1979, siendo sustituido por otro monstruo del cómic como Jijé. Tras un lapso de unos años, Charlier continuo la serie gracias con la colaboración de Gaty y Pellerin, ocupándose de los guiones, hasta su propia muerte, siendo sustituido entonces por Jean Ollivier. Los últimos cuatro álbumes los realizaron el dúo formado por Marc Bourgne y Christian Perrisin, quedando la serie en suspenso desde entonces.
Lo mejor que se puede decir de una serie tan larga y por la que han pasado autores tan variados es que ha sabido mantener su esencia original de cómic de aventuras de capa y espada basando su éxito en argumentos sólidos y documentados (algo característico de un autor tan obsesionado por la credibilidad de sus cómics como fue Charlier, el cocreador de “Blueberry”) y magníficos dibujantes de corte clásico que anteponían el sentido narrativo de la historia antes que el virtuiosismo, sin por ello descuidar el detallismo que toda historia de época precisa.
La serie, incomprensiblemente, es semidesconocida en España quizás debido a lo impopular que podía parecer en nuestro país que los principales villanos fuesen españoles, muchas veces ridiculizados por los protagonistas, algo que en la época no podía ser del agrado del régimen franquista que veía en el cómic una plataforma propagandística de las excelencias de la raza dirigido a niños y clases bajas. ”Barbarroja” se publicó fragmentariamente en la década de los sesenta en la revista “Din-Dan” de Bruguera y existió un efímero intento de publicación por Glénat que no pasó del segundo álbum. Sería de desear ya que, actualmente el panorama del Cómic en España es muy diferente, alguna editorial se decidiera a publicar los once integrales restaurados que recopilaron buena parte de la serie original hace unos años en Francia.
“Barbe Rouge” es un auténtico clásico del cómic merece su publicación mucho más antes que algunos novedosos productos. Tampoco estaría de más, la publicación del spin off de la serie principal, “La Juventud de Barbe Rouge”, que cuenta las primeras aventuras del fiero pirata y que en cinco álbumes narraron Christien Parrisin y el español Daniel Redondo. Por pedir que no quede.
Aquí pueden empezar a adentrarse en el universo de "Barbe Rouge" y aquí pueden disfrutar de todas las portadas de la serie.
8 comentarios:
joer no tenía ni idea de la existencia de esta saga. Pero sabiendo que esta ahi el gran Charlier la calidad esta asegurada al 100%.
Estupenda reseña de un comic de los que deberían aparecer en el catálogo de alguna de las editoriales de por aquí.
Yo también tengo esos dos tomos que salieron en España, y me uno a la petición!
Ahora que lo dice, recuerdo haber visto esos volúmenes de Glénat en alguna pila de cómics de saldo. La próxima vez que vuelva a ver uno de ellos, me lo agencio en honor a sus reivindicaciones. Saludos ;)
Efectivamente, yo tengo los dos primeros números de Glenat y me parecieron de una calidad inmensa. Desde luego, de mantenerse todos los títulos de la colección a ese nivel, bien podría amenazar la supremacía de incluso el propio Blueberry...
Eric, el hijo de Barbarroja, fue nihilista y perdedor y proscrito antes que Blueberry. Aunque no sepan ustedes mucho francés (como es mi caso) los integrales son tan baratos que es un insulto no tenerlos.
Y por supuesto, cuando la serie pasa del correcto Hubinon al deslumbrante Jijé... guau
...Y, sobre todo, el omnipresente Charlier, un monstruo del guión que sabe contar una historia de género como nadie.
¡¡ Y cuanto le debe Pellerin y su Gavilan a Barbe Rouge y a Eric, como señala RM!!
(No en vano Pellerin participó en varios álbumes antes de El Gavilán)
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