miércoles, 17 de diciembre de 2008

“Batman Arkham: Pingüino”


Dentro de la estrambótica e impresionante galería de villanos que han hecho de Batman mi superhéroe preferido sin discusión desde chiquitillo, uno de los que más han evolucionado a lo largo de los años desde su concepción inicial hasta la actualidad ha sido el mezquino y astuto Oswald Cobblepot, mundialmente conocido, como El Pingüino, creado por Bill Finger. De ser el acomplejado y cómico chiquitín que vestido con un ridículo frac y armado con un paraguas durante años cometió robos relacionados con los pájaros para acabar inevitablemente en prisión pasó a convertirse en toda una mente criminal fría y calculadora, rodeado de espectaculars mujeres, capaz de encargar a otros sus fechorías y controlar su organización con mano de hierro quedando su participación en los crímenes que ordenaba generalmente impune.

Precisamente esa evolución del personaje es la que queda perfectamente reflejada en la selección de historias incluidas en el tercer tomo de “Batman: Arkham”, los monográficos que Planeta dedica a algunos de los principales villanos del Hombre Murciélago, y que en la línea de las anteriores entregas ofrece una recopilación de historias representativas del personaje a lo largo de las distintas épocas de las series del murciélago bastante entretenidas pero sin incorporar ninguno de los enfrentamientos claves de estos personajes que es de suponer la editorial reserva para el año que viene coincidiendo con el aniversario de la creación de Batman. En este volumen, aparte de la primera aparición del Pingüino en “Detective Comics 58” de 1941 firmada por Bob Kane, destacan la historia s “El Asunto Pingüino” (Batman, 448 y 449 – Detective Comics, 615), firmada por Marv Wolfman y Jim Aparo que se sitúa en un periodo de transición en la evolución del personaje que comentaba en el párrafo anterior y permite disfrutar de un Aparo más que correcto como continuador del estilo del gran Neal Adams en una historia que a pesar de estar fechada en 1990 (posterior al "Año Uno") tiene algunas características de la época setentera del personaje. Del resto de historias, más modernas y cercanas en el tiempo, me han gustado especialmente las tituladas “El regreso del pingüino” (Batman 548 y 549), guionizada por Doug Moench y dibujada por Kelley Jones en el que este último retrata perfectamente la esencia entre caricaturesca del personaje en una historia sombría en la que se hace referencia a los posibles malos tratos que el pingüino sufrió en su infancia, y “Sueños de Pingüino” (Batman, 586) en la que Brubaker fantasea acerca de la posibilidad que el sr. Coblepott acabase con Batman.

De momento, de los tres tomos “Batman: Arkham” que llevo leídos, el que más me ha gustado ha sido este a pesar de los horribles escaneados con que Planeta ha completado algunas de las historias. Conforme me vaya poniendo al día con el resto, les iré contando.

Más “Batman: Arkham” en El lector impaciente aquí y aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo compré hace mucho tiempo y todavía lo tengo pendiente. Habrá que retomarlo.