viernes, 25 de julio de 2008

“Haxtur” de Victor de la Fuente

Una de las novedades que esperaba con más impaciencia del último Salón del Cómic de Barcelona era la nueva edición de “Haxtur”, todo un clásico del gran Víctor de la Fuente, que por desgracia llevaba demasiado tiempo olvidado por nuestros editores. Y lo cierto es que la espera ha merecido la pena porque la edición que Ediciones Glénat ofrece de la misma es excelente con un cuidado exquisito en todos los detalles desde el exhaustivo artículo introductorio del gran Manuel Barrero a la entrevista contextual a de la Fuente publicada en la revista “Trinca” pasando por la advertencia sobre la supervisión y autorización del autor al recoloreado digital realizado, que a mí personalmente no me disgusta en líneas generales, ya que viene avalado por el autor pero que me parece en algunos momentos, demasiado chillón respecto a la edición de Doncel aunque en otros curiosamente dota de mayor espectacularidad si cabe a la obra, si lo comparamos tal y como se hace en esta excelente entrada de Comics en Extinción.

Haxtur” es una obra que hay que situarla en su momento histórico para entender todo su significado. Surgió en un momento en que en España no se hacían cómics de autor y en que a uno le podían meter en la cárcel por dibujar y escribir sobre según qué cosas. Y, sin embargo, curiosamente, “Haxtur” pasó todos los filtros y se empezó a publicar en “Trinca” (una revista pro-régimen) en 1971 seriada en episodios de unas seis páginas de los que de la Fuente no esperaba publicar más de tres o cuatro y fue tal su aceptación que llegó a los doce en los que finalmente se completa la obra.

La historia se inicia con el encuentro de un guerrillero herido, con una clara similitud con los revolucionarios cubanos, vagando por una especie de limbo y, sorprendentemente, matando a un dragón. Tras ello, tiene un encuentro con los cuatro jinetes del Apocalipsis quienes le exhortan a buscar su destino. A partir de este momento, se inicia el vagar del protagonista cuyo nombre desconoceremos a lo largo de toda la obra por eriales, desiertos y junglas de un limbo determinado en los que se enfrenta a todo tipo de brujos y monstruos en una ambientación característica de la fantasía heroica tan de moda en la época a pesar que en las primeras historias tuvieran ciertos elementos más propios de la ciencia ficción que serían definitivamente abandonados por el autor a partir del tercer capítulo. En el capítulo final, el guerrillero vagabundo tiene un nuevo encuentro con los Jinetes y desvela lo que ha aprendido en su vagar.

En estos momentos, más allá de la historia en sí misma la obra es rescatable por cómo lo cuenta Víctor de la Fuente, un autor extraordinario, que convierte las limitaciones con que se vio obligado a trabajar para desarrollar una obra rica en interpretaciones.

La publicación de la obra en episodios obligó a Victor de la Fuente a un enorme esquematismo a la hora de plantearse cada historia y obligándole a encontrar soluciones sorprendentes para la época para ganar espacio en cada página. De este modo son frecuentes grandes viñetas verticales con las que ganar profundidad y espacio al tiempo que el papel en blanco se convierte en un elemento compositivo más que se incorpora a la historia. ´Víctor de la Fuente demuestra un talento excepcional a la hora de dibujar los personajes y reflejar la anatomía humana, que tiene sus referentes más directos en grandes como Raymond, Foster o Salinas, y lo que llevaba haciendo en la misma época Barry Smith en “Conan el Bárbaro”, dibujando un héroe –o antihéroe- alejado de los canones imperantes que reflejaban a los protagonistas de este tipo de historias como apolíneos deportistas musculosos para recrearse en la recreación de la figura humana en toda su perfecta imperfección y refleje el desamparo del protagonista abandonado en medio de un mundo de fantasía que no entiende.

El carácter de historia abierta de “Haxtur”, a pesar de la elipsis con la que Víctor de la Fuente cierra la historia, da lugar a interpretaciones de todo tipo y quizás permita entender cómo pasó indemne por los inquisidores ojos de la censura. Aunque la interpretación más obvia es que de la Fuente buscó reflejar el delirio de un guerrillero herido en sus últimos momentos, la historia –sobre todo cada uno de sus capítulos dotados de completa autonomía y coherencia- funciona también perfectamente como atípico relato de aventuras (y seguramente esa fue la razón de su publicación) e incluso como grandilocuente manifiesto pseudofilosófico sobre la condición humana de nuevo, insisto, muy de moda en la época pero que hoy por hoy parece superado. Sin embargo, ello no quita para que la obra pueda disfrutarse hoy por hoy como uno de los mejores trabajos de un dibujante extraordinario con un talento poco común para la narración en imágenes mucho más preocupado en sugerir que en explicar, en un planteamiento arriesgado que deja al lector la reflexión final para la interpretación de una obra llena de matices.

Un tebeo indispensable que no debe faltar en la estantería de cualquier aficionado que se precie.
Una excelente reseña de Rafa Marín, aquí.
Un excelente blog del amigo Gantry dedicado a desentrañar los secretos técnicos de Víctor de la Fuente, aquí.
Un extracto de entrevista a Víctor de la Fuente sobre "Haxtur", aquí.

8 comentarios:

Emilio Aurelio dijo...

Un gran artículo, aunque he reconocer que en esta materia no soy neutral, ni me mantengo al margen, ni soy aséptico, ni nada de nada. Sin concesiones. Estamos ante el mejor.

Solo una matización, que ya no se si es un cebo de PAblo en el cual estopy cayendo, y es que Haxtur se adelanta (por poco, todo hay que decirlo) al Conan de Barry W. Smith, al cual no le debe nada. Solo se le anticipa en este género de espada y brujería el argentino Robin Wood con su sumerio favorito. Mas adelante aportaré las fechas precisas, pero mi memoria no puede con todo.

Anónimo dijo...

Gran entrada, últimamente estás que te sales. El ciclo Hermann me ha parecido muy interesante.
En cuanto a Haxtur, creo que es el inicio de una carrera como autor insuperable. Victor de la Fuente es el mejor y más importante autor (junto a Carlos Giménez)de este pais.
A mí me gusta la restauración del color sobre todo si nos fijamos en la piel de los personajes que es más realista.
Una tonteria: Alex Raymond se escribe con "y". Supongo que es para ver si estamos atentos ;)

Anónimo dijo...

¡Magnífico trabajo, amigo Pablo!
¡Qué hermosas y justas palabras sobre el maestro Víctor!

Yo también pienso que "Haxtur" es indispensable, si bien cabría decir lo mismo de numerosas obras de Víctor que ojalá se publiquen pronto y con las mismas credenciales. Al menos, parece que existe esa intención.

Al igual que los maestros Agudus y Gantry, pienso que Víctor es el mejor, uno de los más grandes del cómic mundial de todos los tiempos.

En los últimos años, buena parte de la crítica especializada ha venido a reconocer la grandeza del creador de "Haxtur", lo cual es magnífico, desde luego, pero tengo la sensación que este reconocimiento ha llegado demasiado tarde y no se ha sabido mantener o alimentar.

Saludos cordiales

PAblo dijo...

Gracias compañeros. Se hace lo que se puede dependiendo del tiempo que le puedo dedicar a escribir y compaginarlo con mis otras labores.

Lo de Raymond ha sido un lapsus de los que suelen escapárseme al escribir. Esperemos que el gran Raymond desde el planeta Mongo me perdone.

La referencia a Smith no es para pillar a nadie. Simplemente me refiero a la coincidencia de estilo a la hora de retratar el héroe a través de un tratamiento realista de la anatomía humana alejado del que se impuso con posterioridad.

El "Conan" de Smith y "Haxtur" son prácticamente paralelos en el tiempo. Según el libro "La Mirada Infinita" de Manuel Barrero, Smith empezó a trabajar en "Conan el Bárbaro" en el invierno de 1969 más o menos en las mismas fechas (según el artículo que el mismo Barrero incluye en la edición de Glénat) que de la Fuente presentaba a Doncel el proyecto de "Haxtur" para su publicación en "Trinca".

"Conan el Bárbaro" empezó a publicarse en 1970 por Marvel Comics y "Haxtur" se empezó a publicar en el número 14 de "Trinca" que creo es también del mismo año, 1970, aunque este dato no lo he podido contrastar.

No creo que haya influencia pero sí paralelismo temporal. Argumentalmente una historia no tiene nada que ver con la otra pero ambos autores coparten el mismo gusto por el tratamiento anatómico de la figura humana que los ha convertido en autores únicos, personales y diferentes, y me resulta curioso que por la misma época dos grandes autores coincidieran en esa inquietud.

JD,

Yo creo que esa falta de reconocimiento ha sido motivada por la falta de una reedición continuada de esas obras que ha hecho que una generación de aficionados sólo pudiera acceder a esas obras prácticamente por referencias o en el mercadeo de segunda mano. Esperemos que Glénat recupere toda la obra de este autor al mismo nivel de calidad que el realizado en esta edición de "Haxtur" ya que la de "Sunday" en su momento dejo que desear.

Impacientes Saludos.

Emilio Aurelio dijo...

Conan de BWS se inicia en Octubre de 1970 (nº 1 de Conan the barbarian) y Haxtur en Mayo de 1971 (nº 14 de Trinca). La memoria esta vez me ha fallado. El que si es previo a ambos es Nippur de Lagash (1968) y muy anterior un personaje de Brocal Remohí, antecedente directo de la otra obra del mismo autor Kronan.

De cualquier forma, las fechas son tan cercanas que al igual que tu, pienso en coincidencia mas que en influencia, y la coincidencia muy relativa, pues es curiosa la casi apirición simultánea de Nippur en ARgentina, Conan en USA y Haxtur en España. Algo habría en el ambiente.

Emilio Aurelio dijo...

Para mi, el olvido de VF está causado por su decisión de fijar su residencia en Francia, dejando además detrás la ruptura con Doncel. En éstas circunstancias en cuanto su obra dejó de ser puntera, sobrevino el olvido en España, que no en Francia. Ese punto de inflexión lo marca Haggarth, tras la cual inicia el declive (tengamos en cuenta que Haggarth 3 se publica cuando el maestro tiene ya 55 años).

corsariosinrostro dijo...

Fantastico articulo releido hoy con motivo del fallecimiento de su autor.¿Quien me iba a decir a mi que el Diario de Guerra que tengo solicitado a mi librero por correo se iba a convertir mañana cuando lo reciba en "obra postuma"?, dicho esto con las pertinentes comillas

PAblo dijo...

Corsariosinrostro,

Pues sí, el destino tiene estas cosas.

Los autores se vuelven inmortales mientras haya gente que mantenga viva su obra.

Esperemos que la obra de VF siga publicándose durante mucho tiempo.

Impacientes Saludos.