John Byrne es uno de mis autores maisntream preferidos. En uno de los momentos más bajos del género superheroico supo innovar desde la tradición sesentera de los pioneros para ofrecernos unos cómics inteligentes, frescos y llenos de ideas, ideas muchas de ellas que siguieron siendo explotadas hasta la saciedad por autores posteriores hasta el agotamiento. Sin embargo, Byrne conocedor de sus capacidades y dispuesto a exprimirlas al máximo en una de las industrias del Cómic más conservadoras que existen, tuvo un par -en realidad tres- de momentos de frivolidad memorables, que a la larga acabaron costándole el puesto.
El primero de ellos se sitúa en su etapa de “Los 4 Fantásticos”, una serie en la que realizó la que para muchos – entre los que me incluyo – es la mejor etapa de la serie. En medio de la saga en la Zona Negativa, el amigo John cambió en un episodio la tradicional orientación de página vertical por la horizontal para remarcar el efecto extrañeza que se supone debían vivir los 4F en tan extraña dimensión y transmitírselo a los bisoños aficionados que devorábamos la colección. Los lectores de la época babeábamos con el atrevimiento de Byrne que había conseguido reflotar la serie y situarla entre las más vendidas de la Casa de las ideas. Sin embargo algún editor ya le debía haber cogido ojeriza porque a la siguiente que John quiso salirse de la regla sobre lo que debía ser un cómic-book en una historia protagonizada por Galactus a base de splash-page le fulminaron de mala manera, aunque luego publicaron la historia en la revista Epic bajo el título “La Última Historia de Galactus·.
Sin embargo, aquí no acabó la osadía del autor. En la colección que era su ojito derecho, "Alpha Flight", el grupo canadiense que creó en La Patrulla X, Byrne tuvo la genial idea de narrar una lucha entre Ave Nevada y un elemental de nieve dejando las páginas en blanco e introduciendo únicamente los bocadillos de diálogo. ¿Tomadura de pelo, frivolidad, genialidad? Llámenlo como quieran pero, a la larga, Byrne abandonó también esta serie.
Es difícil valorar pasado el tiempo donde empieza la genialidad del artista y donde termina su excentricidad o divismo. Probablemente, el valorarlo queda al libre albedrío de cada lector pero en este caso creo que la mayoría que leímos (y disfrutamos) estos tebeos en su día todavía añoramos la valentía de este canadiense genial.
Y que Morrison aprenda a ser frívolo.
El primero de ellos se sitúa en su etapa de “Los 4 Fantásticos”, una serie en la que realizó la que para muchos – entre los que me incluyo – es la mejor etapa de la serie. En medio de la saga en la Zona Negativa, el amigo John cambió en un episodio la tradicional orientación de página vertical por la horizontal para remarcar el efecto extrañeza que se supone debían vivir los 4F en tan extraña dimensión y transmitírselo a los bisoños aficionados que devorábamos la colección. Los lectores de la época babeábamos con el atrevimiento de Byrne que había conseguido reflotar la serie y situarla entre las más vendidas de la Casa de las ideas. Sin embargo algún editor ya le debía haber cogido ojeriza porque a la siguiente que John quiso salirse de la regla sobre lo que debía ser un cómic-book en una historia protagonizada por Galactus a base de splash-page le fulminaron de mala manera, aunque luego publicaron la historia en la revista Epic bajo el título “La Última Historia de Galactus·.
Sin embargo, aquí no acabó la osadía del autor. En la colección que era su ojito derecho, "Alpha Flight", el grupo canadiense que creó en La Patrulla X, Byrne tuvo la genial idea de narrar una lucha entre Ave Nevada y un elemental de nieve dejando las páginas en blanco e introduciendo únicamente los bocadillos de diálogo. ¿Tomadura de pelo, frivolidad, genialidad? Llámenlo como quieran pero, a la larga, Byrne abandonó también esta serie.
Es difícil valorar pasado el tiempo donde empieza la genialidad del artista y donde termina su excentricidad o divismo. Probablemente, el valorarlo queda al libre albedrío de cada lector pero en este caso creo que la mayoría que leímos (y disfrutamos) estos tebeos en su día todavía añoramos la valentía de este canadiense genial.
Y que Morrison aprenda a ser frívolo.
6 comentarios:
Sin duda un autor de contrastes. :S
Su ego está a la altura de su talento. Sus primeros guiones son tan redondos y divertidos (4F, Hulka) como patéticos y absurdos los últimos (Spiderman, Doom Patrol). Y sus habilidades como dibujante han pasado del puro virtuosismo en los 80, a las más altas cotas de vaguería y desaprovechamiento de su calidad técnica en los últimos años.
Si fuera un Liefeld cualquiera no me importaría, pero al tratarse de el, creo que es uno de los autores que más desprecio.
FOXXXXXXXXXXX
Byrne siempre ha tenido una habilidad especial para el "escaqueo creativo" que a mí me ha sacado de quicio.
Alguien me dijo una vez al respecto que el verdadero genio consiste precisamente en eso. En así ser considerado, vendiendo talmente: Nada.
Y creo que tenía razón.
Llego a este blog por medio de un amigo y creo que me pasaré por él a menudo...
Admito que John Byrne me vuelve loco. Incluso con sus frivolidades. Fui lector en su día de casi toda su etapa en Alpha Flight (y le cogí un cariño que desapareció casi en cuanto él se marchó de la serie) y mi mayor tesoro es el coleccionable con toda su etapa en mis adorados 4F. Nadie (casi nadie) ha capturado como él la esencia de este cuarteto.
Me quedo con lo que decis. La valentía es esencial en un mundo tan conservador como el del cómic americano.
Nacho, a mí me da la senación que Byrne anda algo resentido con el mundo. Quizás porque piense que no ha tenido todo el reconocimiento que merece, quizás porque su caracter - como casi siempre - le causa malas pasadas. De todos modos, su obra está ahí y cada uno que saque sus conclusiones.
Yo lo tengo claro, entre Liefeld y el peor Byrne, me quedo con el segundo de todas, todas.
Rorschach, supongo que con lo de "escaqueo creativo" te referiras a su faceta como dibujante. Si es así te doy parte de razón.
Juan, yo también tengo un gran recuerdo del Byrne de "Alpha Flight", una colección que en su momento fue diferente a todo lo que había leído de superhéroes hasta entonces y en la que en cada número te podías esperar nuevas sorpresas. Y sí, cuando dejó la serie perdió todo su interés.
Yo también soy de los que considero los 4F de Byrne la mejor etapa de la colección sólo comparable con la de Kirby/Lee.
Además ante tanto material mediocre que se reedita últimamente en bonitos tomos encuadernados (BoM), me parece de justicia que se recuperasen esa etapa de los 4F. Yo me la volvía a comprar entera.
Bienvenido y espero contar contigo y con tus ocmentarios por aquí a menudo.
Me leí ese número de Alpha Flight recién. Habrá quien lo piense una genialidad, para mí es una tomada de pelo a los lectores. (¡Sigo yendo hacia atrás, PAblo!)
Julio,
Genial. Ya ni me acordaba de esta entreda...Cuando yo lo leí por primera vez hace ¿26 o 27 años? pensé que estaba mal editado (y creo que no fui el único).
Con todo. la actualidad de Byrne sigue intacta. Capullo y Snyder acaban de sacar hace nada un tebeo de su "Batman" en que cambián la orientación de las páginas para reflejar la desorientación del protagonista...Eso lo hizo Byrne en "Los 4 F" hace treinta años. ;-D
Llevas un ritmo bestial.
Impacientes Saludos.
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