Hace tiempo que, en mi opinión, DC desbancó a Marvel en innovación dentro del género de los superhéroes, tanto en la concepción de sus macrosagas como en la búsqueda de nuevas fórmulas de edición y el tratamiento de los personajes. Los motivos no los tengo muy claros aunque barrunto que buena culpa la ha debido tener la excesiva dependencia de la Marvel de los grandes estudios de cine a los que ha cedido los derechos de explotación de sus personajes a cambio de los golosos beneficios que ello le reporta. El último ejemplo de esta superioridad lo tenemos en “52”, la nueva colección que nos está ofreciendo Planeta y que ya va por su número once (probablemente a estas alturas ya habrá salido el doce). “52” es un buen producto de marketing, porque más allá de sus cualidades como historia que todavía están por ver resulta un producto novedoso y arriesgado dentro del anquilosado mercado del cómic “mainstream” yanqui. Los editores DC se han dado cuenta de la paulatina perdida de lectores veteranos y para volver a atraerlos y fidelizarlos a la enésima remodelación del Universo DC surgida tras la macrosaga “Crisis Infinita” (no confundir con “Crisis en las Tierras Infinitas” que era la buena de verdad) han optado por una opción basada en lo que debería ser el principal activo de una editorial de cómic: un cómic. Un cómic “barato” realizado por los guionistas estrellas de la editorial (Geoff Johns, Greg Rucka, Grant Morrison, Mark Waid) con una periodicidad semanal, algo bastante inusual en el mercado norteamericano pues “52” se ha convertido en la más larga en la historia del cómic yanqui con esta periodicidad.
El planteamiento es sencillo: los principales héroes de la editorial (Superman, Batman, etc.) han desaparecido y durante un año en tiempo real (las 52 semanas a las que hace referencia el título) otros personajes secundarios asumen el protagonismo de proteger el mundo y descubrir que ha pasado con sus compañeros a través de diversas tramas sin conexión aparente pero que con el paso de los números irán entrelazándose hasta llegar al desenlace que supondrá el regreso de los héroes desaparecidos (imagino). La historia hasta el momento es entretenida y asistimos a los inicios de las investigaciones de diversos personajes (René Montoya, el Hombre Elástico, Booster Gold, Acero) y de los malvados planes de varios supervillanos como Luthor y Black Adam. Sin embargo, avanza muy lentamente como consecuencia de la limitación temporal a las 52 semanas del año natural Pero, ¿cómo va a evolucionar? ¿Cuánto tiempo pueden alargar la trama sin que el interés de los lectores desaparezca? Pues estas cuestiones fundamentales realmente no importan, porque aquí entra en juego la gran jugada de los editores DC (y Planeta de paso): el precio. A mí no me importa gastarme el 1,75 semanal que cuesta el número de “52” para ver cómo va evolucionando el asunto y supongo que lo mismo le pasará a la mayoría, acostumbrados ya a pagar cantidades más elevadas con asiduidad, aunque la historia en sí misma no nos convezca demasiado. Porque uno de los peligros de “52” es precisamente uno de sus puntos más atractivos: su carácter eminentemente coral. Es coral tanto en el protagonismo de los personajes como en la realización de los guiones lo cuál supone que la serie pueda sufrir altibajos (aunque de momento todo parece bien encauzado). Muchas preguntas en el aire que por 1,75 a la semana veremos contestadas en 52 semanas. Jugada redonda para la editorial, esperemos que también lo sea para los lectores.
El planteamiento es sencillo: los principales héroes de la editorial (Superman, Batman, etc.) han desaparecido y durante un año en tiempo real (las 52 semanas a las que hace referencia el título) otros personajes secundarios asumen el protagonismo de proteger el mundo y descubrir que ha pasado con sus compañeros a través de diversas tramas sin conexión aparente pero que con el paso de los números irán entrelazándose hasta llegar al desenlace que supondrá el regreso de los héroes desaparecidos (imagino). La historia hasta el momento es entretenida y asistimos a los inicios de las investigaciones de diversos personajes (René Montoya, el Hombre Elástico, Booster Gold, Acero) y de los malvados planes de varios supervillanos como Luthor y Black Adam. Sin embargo, avanza muy lentamente como consecuencia de la limitación temporal a las 52 semanas del año natural Pero, ¿cómo va a evolucionar? ¿Cuánto tiempo pueden alargar la trama sin que el interés de los lectores desaparezca? Pues estas cuestiones fundamentales realmente no importan, porque aquí entra en juego la gran jugada de los editores DC (y Planeta de paso): el precio. A mí no me importa gastarme el 1,75 semanal que cuesta el número de “52” para ver cómo va evolucionando el asunto y supongo que lo mismo le pasará a la mayoría, acostumbrados ya a pagar cantidades más elevadas con asiduidad, aunque la historia en sí misma no nos convezca demasiado. Porque uno de los peligros de “52” es precisamente uno de sus puntos más atractivos: su carácter eminentemente coral. Es coral tanto en el protagonismo de los personajes como en la realización de los guiones lo cuál supone que la serie pueda sufrir altibajos (aunque de momento todo parece bien encauzado). Muchas preguntas en el aire que por 1,75 a la semana veremos contestadas en 52 semanas. Jugada redonda para la editorial, esperemos que también lo sea para los lectores.
6 comentarios:
Es un producto que llama mucho la atención y al que hay que ¿darle tiempo? Me mosquean ya un poco todas estas aventuras que tienden a revolucionar los universos... y que al final, casi ni entretienen...
De momento le sigo dando cuartelillo, pero no sé hasta cuando...
Besitos
Mar, no te mosquees porque esto lo llevan practicando las grandes desde hace años. Cuando deje de entretenerte pues lo dejas y punto. Yo, de momento, sigo intrigado aunque me imagino que al final me decepcionará.
Besitos.
Uish, pues aquí discrepo ampliamente, especialmente con lo de que DC sea más innovadora que Marvel. Si hablamos de macrosagas, "Crisis infinita" me parece una de las cosas más petardas que se haya hecho jamás en una macrosaga, y mira que se han hecho cosas malas. Y creo que si ha demostrado algo es precisamente que DC está muy muy perdida en la forma de afrontar su universo super-heroico. Como me da que nuestro impaciente lector no lo ha leído, porque si no igual no diría esas cosas, resumiré las consecuencias: básicamente se han cargado todos los cimientos que pusieron, muy bien puestos, con las Crisis originales. Ahora se supone que los orígenes de cada personaje son una mezcla sin definir entre el original y el post-crisis. Con lo cual ya no se sabe qué ha ocurrido de verdad y qué no. Hombre, tiene su innovación la cosa, pero no me parece muy positiva, la verdad.
Editorialmente, lo de las 52 semanas sí que es innovador, pero en 4 ó 5 números que llegué a comprarme yo no pasaba absolutamente nada. Así que por ahí ya no pasé, prefiero que sea mensual pero que ocurra algo!. Ah, y tampoco me parece nada barato, ten en cuenta que es un comic de sólo 24 páginas; 4 comics de 52 tienen las mismas páginas que 2 de Supermán, y cuestan 7 euros contra 5,90...
Te doy la razón Akbarr. Tengo pendiente leerme "Crisis Infinita", que todavía no he tenido tiempo, pero todo lo que he escuchado sobre ella va en el sentido que apuntas. Es cierto, que DC no está para tirar cohetes pero haz la comparación con Marvel. Si comparas unas macrosagas con otras me parecen mucho más innovadoras (aunque luego les salgan churros también)las de DC. Lo de que no pasa nada en "52" ya lo he apuntado yo también y creo que es el gran handicap de la idea. El mediatizar el argumento de la serie con el hecho de que tiene que cumplir unos plazos hace que se ralentice en exceso.
En fin, me parece que tú esperaras a que lo recopilen en tomos ;-D
Normalmente solía ser así, solían ser más innovadoras las macrosagas de DC, pero creo que ahora ya no es así. "Crisis infinitas" es tan original como su nombre, vamos, que intentan continuar las anteriores Crisis y darles la vuelta y les sale rana. Sin embargo, a mi me han parecido bastante más atrevidos los planteamientos de "Civil war", e incluso los de "Dinastía de M", y ahí sí que creo que se han hecho para seguir una dirección editorial.
Por cierto, cambio de tema, aprovechando el veranito me he puesto ya con "Trono de reyes" y por ahora la verdad es que engancha!. Como me acabe picando, me veo buscando traducciones piratas de los siguientes libros... hablando de lo cual, ¿se han enterado de lo del francesito ese de 16 años que ha pasado por la cárcel por hacer lo propio con el último Potter?.
Akbarr, sí, lo del nombre de la saga ya ha sido el colmo de la originalidad. Veremos en que acaba "52".
Respecto a lo de "Trono de Reyes" ya lo advertí. Yo estoy resistiéndome a leer "Tormenta de Espadas" por no estar pendiente de la espera. El otro día vi que Gigamesh ha sacado una nueva edición de los libros en ediciones rusticas de pequeño tamaño y dos volumenes (deben tener una letruja microscópica). A ver si se animan y sacan ya el cuarto volumen.
Lo del chico francés no lo sabía. Esperemos que la cosa no vaya a más porque por Internet pululan versiones paralelas del Potter (por no hablar de traducciones)que incluso (dicen) son mejores que los originales.
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