jueves, 4 de octubre de 2012

“Pepe”, de Carlos Giménez.


Cualquier nuevo tebeo del veterano Carlos Giménez tiene que ser noticia y compra obligada y este es lo primero, además, por motivos ajenos al propio cómic.supone la ruptura –no sabemos si definitiva- de Giménez con su editorial de muchos años, la Glénat/EDT de Joan Navarro y su, sorprendente en principio fichaje, por Panini, editorial que a la chita callando se está haciendo con firmas de prestigio –aparte de Giménez, hace poco un flamante Premio Nacional del Cómic como  Santiago Valenzuela anunció que su próxima entrega de “Capitán Torrezno” iba a ser publicada por esta editorial- para su hasta ahora poco reconocida línea de cómic nacional; y lo segundo, porque Giménez sigue siendo sinónimo de calidad y narración exquisita y en esta nueva serie rinde homenaje a otro superdotado de la historieta patria fallecido hace un par de años, Pepe González.


Giménez en este primer álbum de la serie se acerca a la figura de su amigo y compañero a partir de sus anécdotas de juventud reunidas de los recuerdos de familiares y amigos del finado y convertidas en crónica cariñosa y nostálgica de la infancia y juventud del genial dibujante barcelonés desde sus primeros años en el Barrio Chino de posguerra en el que nació y su incorporación a las Selecciones Ilustradas de Toutain – Giménez disimula con poco entusiasmo los nombres de las personas reales protagonistas de las anécdotas pero no resultará difícil al lector perspicaz, ayudado por la considerable documentación gráfica reunida en el tomo, identificar a unos y a otros- hasta sus pinitos musicales en el grupo Los Dálmatas en los sesenta.

 
Parece que lo del cómic (auto)biográfico –slice of life- lo llaman- y costumbrista es una cosa muy de ahora, pero realmente en el cómic español eso de contar la vida de los dibujantes es una cosa que viene de antiguo siendo quizás los casos de Vázquez y , sobre todo, el propio Carlos Giménez los más destacables. En esta ocasión, no es que la vida de José "Pepe" González  carezca de interés pero hacerla objeto de tebeo viene a cuento del deseo y la inquietud de Giménez por no solo homenajear sino también reivindicar la persona y obra de su amigo, un brillante dibujante de dibujantes del que con cariño destaca sus luces y minimiza que no esconde sus sombras.



Se podría pensar que “Pepe” puede ser una obra menor dado el volumen y calidad de la obra anterior de Giménez pero, y aun es pronto para confirmarlo ya que estamos ante la primera entrega, creo que es posible que nos encontremos ante una obra llamada a convertirse en compendio de toda la sabiduría adquirida por Giménez en toda su obra anterior, ya que desde este primer álbum se pueden identificar las inquietudes, las reflexiones y los hallazgos que conforman su característico estilo.

En “Pepe” se advierte la sensibilidad de la crónica social desde sus primeras páginas con la descripción descarnada del Barrio Chino barcelonés que ya hemos visto practicado en series como “Barrio” o “36-39” y también asistiremos a la brillantez para la construcción del retrato de los personajes a partir de sus anécdotas que nos retrotraerá inevitablemente a “Paracuellos” y, sobre todo, a  “Los Profesionales”. A todo ello, hay que añadirle quizás un dibujo más suelto y preciso porque Giménez con el paso de los años y el abandono de las rígidas cuadrículas –y es una apreciación mía- parece que cada vez dibuja mejor y creo que se le puede considerar, más allá de las comparaciones odiosas, el Eisner español.



En fin, creo que este primer volumen de “Pepe” no va a defraudar a ninguno de los seguidores de Giménez y sus detractores –que los tiene- encontrarán la misma munición de siempre para argumentar su crítica. Pero, además, pienso que el neófito, virgen todavía en su obra, puede encontrar en “Pepe” la puerta de entrada ideal a su particular universo realista al tiempo que se sumerge en la vida de uno de los mejores y menos reconocidos dibujantes que ha dado este país con lo que matará dos pájaros de un tiro. No es poca cosa para una obra menor.

miércoles, 3 de octubre de 2012

“El Jueves” demandado por Mahoma.

Bueno, por Mahoma, no, que en caso que exista seguro que es un dios -¿o un profeta?- con más sentido del humor, compasivo e inteligente que sus airados fieles, incapaces al parecer de entender las sutilezas de la sátira y el humor o dar una respuesta racional a la no del todo inocente pregunta de la genial portada que más que ofender llama a la reflexión teológica y social.

No creo que en la redacción de “El Jueves” haya sorprendido el anuncio de la denuncia de algunas asociaciones de musulmanes lo más mínimo e incluso seguramente se contara con ello como maniobra publicitaria para rascar minutos publicitarios en las televisiones, pero como creo que, a pesar de ello, todos debemos posicionarnos y contribuir en la defensa de los derechos que nos quedan desde mi humilde blog les hago participes de mi apoyo más allá de ser consciente que con ello contribuyo a la operación de marketing.

De hecho, los de “El Jueves” hasta habrán respirado aliviados, ya que en otros países los fanáticos en lugar de interponer demandas –a las que mal que les pese una revista de humor de su larga trayectoria está acostumbrada - los musulmanes se dedican a tomarse la justicia divina por su mano. Esta no será más que otra demanda a archivar que añadir a la colección.

En fin, tiempos oscuros nos está tocando vivir y con la que está cayendo en asuntos tan delicados y materiales que afectan al día a día de las personas más allá de sus creencias como son la sanidad, la educación o la falta de trabajo preocuparse por estas cosas se me antoja que deberían ser secundarios.

Ya nos impartirá Díos, Alá o Galactus en caso que existan la Justicia Divina cuando toque.

martes, 2 de octubre de 2012

“Yo, vampiro: Amor impuro”, de Joshua Hale Fialkov y Andrea Sorrentino.


Ni lo más viejos del lugar se acordaban ya del serial que J.M. De Matteis y Tom Sutton publicaron a principios de los ochenta en “House of Mystery” y que sirve de justificación para que los mandamases de DC incorporasen al NUDC una serie de temática vampírica. Los vampiros siempre venden y por eso resultaba extraño que en DC nunca se les hubiera dado mucha importancia salvo esporádicas y, en ocasiones, brillantes apariciones marginales a diferencia de Marvel donde siempre contaron con un mayor protagonismo. Parece que los tiempos están cambiando y de ahí viene modernizar el concepto de la serie ochentera –que no estaría mal que ECC editase para comparar - para reintroducir por la puerta grande a los vampiros al Universo superheroico DC de la mano de un equipo con escasa experiencia, el guionista Joshua Hale Fialkov, y el dibujante italiano, Andrea Sorrentino. En este primer tomo, ECC ha reunido los seis primeros números de la serie norteamericana.



La historia gira en torno al enfrentamiento entre dos vampiros enamorados: Andrew Bennett, un vampiro bueno alzado como Nomuerto hace 600 años, y Mary, la Reina de Sangre, una vampira mala a la que Andrew convirtió y que quiere llevar a los vampiros a convertirse en la raza dominante en la Tierra declarando la guerra sin cuarte a una Humanidad que considera mero ganado. El bueno de Andrew y la mala de Mary se atraen tanto como se repelen por lo que cuando se encuentran sus enfrentamientos echan chispas.
Joshua Hale  Fialkov tenía un encargo más difícil de lo que pueda parecer ya que escribir sobre vampiros a estas alturas que nos encontramos puede convertirse en un regalo envenenado. Sin embargo, si algo han demostrado a lo largo de su no existencia los más icónicos monstruos que nos dejó el siglo pasado es que aguantan lo que les echen y el concepto resiste más allá de todas las evoluciones, involuciones y perversiones que le echen. Fialkov no lo hace nada mal y aprueba con nota inspirándose para su “Yo, vampiro” más en el “Blade” cinematográfico que en el marvelita para hacer creíble a su vampiro cazavampiros esforzándose en estos primeros episodios por ubicar a los personajes y su historia en el Universo DC con abundantes cameos de lo más granado de la casa –lo que además siempre ayuda con las ventas- y así vemos por aquí en estos números a Constantine y Batman y en los próximos hay preparado un prometedor crossover con otro nuevo invento del NUDC, la Liga de la Justicia Oscura. Fialkov toma todo ese mejunje de referencias inconexas y hace un refrito bastante apañado que seguramente no atraerá a los más puristas talibanes de los superhéroes pero que puede agradar a nuevos lectores –que en el fondo es lo que le interesa a la compañía- atraidos por una temática vampira que no suele fallar. Es cierto también que la caracterización y motivación de los personajes, más allá de los socorridos estereotipos, está llena de medidas lagunas planteadas sabiamente por un hábil Fialkov cuya resolución en el futuro ayudará a hacernos entender como han llegado al punto de inflexión en que se inicia la serie.



En el aspecto gráfico, el italiano Andrea Sorrentino resulta una agradable sorpresa. Le da a la serie un acabado realista, oscuro y adulto más cercano a lo que estábamos acostumbrados habitualmente a ver en series Vertigo como “Hellblazer”, curiosamente cuando el equipo gráfico actual de la serie de Constantine se aleja bastante de esta línea. Sorrentino construye unos vampiros modernos muy atractivos que aúnan sensualidad, salvajismo y elegancia alejados de los cánones románticos.
Andrea Sorrentino como bien se señala en uno de los artículos tiene el mismo gusto que Jae Lee por la sobria elegancia y como él tiene la misma tendencia a primar el impacto visual que la narración aunque lo compense luego con una moderna y efectiva composición de página de la que Jae Lee adolece, a pesar que a Sorrentino se le note su inexperiencia en el género superheroico, especialmente en las siempre difíciles escenas de lucha para las que un dibujo tan estático no es el más indicado.

 Más allá de la larga sombra de Jae Lee –algunas de las poses son clavadas- a Sorrentino también le veo semejanzas con Leonardo Manco y el mejor Marco Zelzelj, autores con los que comparte un mismo gusto por las atmósferas densas y opresivas que se ve reforzada por un estupendo tratamiento del color que le da a la serie una nota muy característica. Un dibujante a seguir.
En fin, esta primera entrega de “Yo, vampiro” es una buena carta de presentación de una serie a la que presumo un enorme potencial a desarrollar en el futuro siempre y cuando a sus talentosos autores cuenten con el tiempo suficiente para ello. Si es así, seguramente nos seguirán divirtiendo.

lunes, 1 de octubre de 2012

“Dax: La mirada del dragón”, de Robin Wood y Rubén Marchionne.

A diferencia de los restantes títulos publicados por ECC Ediciones en su flamante Biblioteca Robin Wood llego completamente virgen al primer volumen de “Dax”, del que no había leído nada anteriormente Sin embargo, es empezar a leer las primeras páginas y quedar seducido una vez más por la calidad de las historias ideadas por un Robin Wood que ha entendido como pocos autores los géneros.
"Dax" va de aventuras orientales, esas que tan de moda estuvieron en los tiempos en que empezó a publicarse en los setenta gracias a la popularización de la cultura oriental merced a series como “Kung Fu” y las películas de Bruce Lee. En este primer tomo, Wood presenta el origen del personaje desde su infancia y sus primeras aventuras en los primeros capítulos de una novela río que continuará en próximas entregas. De este modo, descubrimos como Dax, hijo de unos emigrantes franceses asesinados durante la rebelión de los boxers, es cuidado y criado como propio por un antiguo rebelde al que su padre curó. Desde niño su nuevo padre le enseña artes marciales y Dax da muestra de extraños poderes que le separan de los demás. Cuando su padre adoptivo es asesinado y su hermana secuestrada, el misterioso Dax iniciará su búsqueda lo que le llevará a enfrentarse desde a sanguinarios piratas a depravados manchúes.
Iniciada su publicación a finales de los setenta, “Dax” poco tiene que envidiar a obras más conocidas de Wood como “Savarese”, “Nippur” o “Dago”. En esta ocasión, Wood cambia la localización histórica a la misteriosa China de principios del siglo XX todavía renuente a descubrir sus secretos a la expansión occidental y construye con oficio las efectivas tramas a partir del protagonismo de un omnipresente héroe carismático, el misterioso e individualista Dax una especie de invencible héroe místico que se moverá por la misteriosa China en su misión de rescate, primero, y autoconocimiento, después. Wood rodea  en  todas las historias al personaje principal de un amplio elenco de  personajes secundarios soberbiamente caracterizados que le sirven de contrapunto y le permiten desarrollar con brillantez tramas de género cerradas cuidadosamente resueltas en las que mezcla la ambientación histórica con el fantástico al tiempo que aprovecha la serialización de las aventuras en capítulos de unas diez páginas para su publicación inicial en revistas para incorporar un tema central que mantiene  la continuidad a la historia.
En el aspecto gráfico, Rubén Marchionne demuestra ser un estupendo dibujante con un gusto acusado por los fuertes contrastes y los claroscuros adquirido de Alberto Breccia que le dan una gran originalidad a su dibujo y que Wood, como buen guionista, sabe aprovechar para realzar las tramas que propone.
En definitiva, “Dax” es una correctísima propuesta de tebeo de género que ha resistido perfectamente merced a las buenas artes de su equipo creativo el paso de las décadas y que promete incluso mejorar en próximas entregas. Una pequeña joyita que no debería pasar desapercibida ante otras más populares.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Cartel de la III Salita del Cómic de Cáceres.



Me ha hecho gracia el cartel – en realidad, es una serie de carteles- de la nueva edición de la Salita del Cómic de Cáceres. A veces, lo más simple es lo más efectivo. Creo que la autora se llama  María Ramos.

Toda la información, aquí.

viernes, 28 de septiembre de 2012

“Vengadores Secretos: Los Descendientes”, de Rick Remender y Gabriel Hardman.




Chsssst…Es un secreto, pero al final me he desdicho de mi idea inicial de no seguir con la serie de “Los Vengadores Secretos” tras el nuevo relevo de guionista y el buen sabor de boca que me dejó Ellis y he picado con el primer arco argumental de su sustituto, Rick Remender. Todo hay que decirlo y buena parte de culpa de mi poca resistencia se ha debido a que el tebeo me ha entrado por los ojos gracias a las espectaculares portadas de un Arthur Adams que ya me gustaría se prodigase más.

 
Remender se lanza a la piscina de “Los Vengadores Secretos” -tras haber probado la temperatura del agua en el número anterior en un episodio autoconclusivo en el que el Capi convence a Ojo de Halcón para que ocupe el liderazgo del grupo- en los números 19 y 20 de la edición de Panini con un arco llamado “Los Descendientes”. Al grupo que ya conocíamos, se unen nuevos miembros al tiempo que han de hacer frente a una nueva amenaza potencial de esas para las que se creó el grupo cuando descubren toda una ciudad secreta de robots y similares gobernados por un misterioso Padre que esperan el momento de, como no, dominar el mundo. Los robóticos no son originales sino que reciclan a buena parte de la chatarra que el Universo Marvel ha ido generando desde que existe y por ahí pululan divididos en castas muertebots, visiones, hombres máquinas, simulacros de vida, centinelas, cosechadores y adaptoides.


No había leído anteriormente nada de Rick Remender pero he de reconocer que en este arco demuestra al menos que conoce el Universo Marvel y “Los Vengadores”, tiene ganas y un proyecto de historia propio que desarrollar inspirado en una de las mejores sagas de la etapa de Roger Stern y John Buscema, Heavy Metal”, sin dejarse lastrar por la herencia recibida del omnipresente Brubaker que, para bien y para mal, había monopolizado la serie hasta ahora y de la que Ellis con muy buen criterio pasó totalmente.

Remender parece tener al menos un conocimiento del medio suficiente como para hacer interesante una serie regular y sabe generar más incógnitas que las que va resolviendo en sus tramas con las que mantener atrapado al lector. Por otro lado, también es de agradecerle que por primera vez en lo que llevamos de serie encontremos a un guionista que parece apostar por otorgar su cota de participación a todos los personajes y no marginar a algunos para centrarse exclusivamente con los que le apetece, como hizo Brubaker, y sea capaz de caracterizarlos adecuadamente en función a la personalidad que les conocemos e interrelacionarlos (es de agradecer que por fin veamos una Bestia cercana a la que todos conocemos y el Capitán Britania sea el tontorrón estirado que debe ser para que haga gracia).


En el aspecto gráfico, Gabriel Hardman, un artista veterano en la confección de storyboards pero con corta experiencia en cómics, cumple sin entusiasmar. Se trata de un dibujante de corte realista y sombrío del estilo de Epting o Lark (aunque no es ni Epting ni Lark) que a mi juicio no cuenta con la suficiente espectacularidad para dibujar una serie de “Los Vengadores” por muy secretos que sean ya que en las partes que requieren acción resulta bastante forzado. A ver si logran convencer a Arthur Adams
En los próximos números, parece que la serie se embarca en el megaevento “Patrulla-X vs. Los Vengadores” que, en principio, me da bastante pereza. Pero, bueno, ¿quién sabe? Ya os contaré si eso.

jueves, 27 de septiembre de 2012

“Angela Della Morte”, de Salvador Sanz.


Intentando mantenerme atento a lo que se mueve en el siempre fértil cómic argentino he descubierto a Salvador Sanz, un autor que ya publicase en España hace un par de años su anterior obra larga “Migrador Nocturno” (que se me pasó), y por el que ahora parecen apostar en EDT, merced a su más firme avalador Hernán Migoya, al publicar en España esta“Angela Della Morte”, serializada originalmente en la revista “Fierro”.

 
En una sociedad futurista no demasiado lejana, los avances científicos han logrado clasificar la muerte como la enfermedad final, un parásito invisible que se come las almas cuando estas abandonan el cuerpo material si no son capaces de en un tiempo máximo de 35 minutos entrar en otro cuerpo. Angela della Morte, es una agente de una de las corporaciones que luchan por mantener estos secretos a salvo tanto del común de los mortales como de otro grupo rival con los que luchan por hacerse con la supremacía del sector.
Lo que mejor puede definir a “Angela Della Morte” es que es una obra bastarda de este siglo globalizado pues son tantas las posibles referencias y escuelas que se pueden rastrear en el elegante claro y oscuro del ecléctico blanco y negro de Salvador Sanz que al final ninguna se impone y la obra tiene una entidad propia a través de un renovador ejercicio de género que mezcla el terror macabro con la Ciencia Ficción. En “Angela Della Morte” es más importante la atmósfera oscura, impersonal y opresiva que la coherencia lógica de unas historias que beben tanto de películas como los “Alyen” de Ridley Scott o “Atmósfera Cero”, mangas de terror que van del terror sofisticado y escatológico de Jungi Ito o Hideo Yamamoto adornado con los virtuosismos tecnológicos de Tsutomo Nihei y a blockbusters superventas con la sencillez expositiva de “Bleach” y un estilo que recuerda a elegantes clásicos tan díspares de los que pirran a servidor como Enkil Bilal, Paul Gulacy y J.M. Béroy.



El gran mérito de Sanz es encontrar el equilibrio entre todos ellos para hacer su obra única alimentada de todas esas influencias sí pero actualizándolas y presentádolas de un modo renovado a un lector potencial que no tiene necesariamente por qué conocerlas. “Angela Della Morte” es un cómic macabro e hipnótico que cumple la función principal de divertir y entretener a un público potencial muy amplio y eso hoy por hoy que los cómics de género están cada vez más encasillados de diversas maneras no deja de tener su mérito. Sanz es un autor a seguir porque sospecho que lo mejor de su arte está por venir


miércoles, 26 de septiembre de 2012

Las disculpas de Ponent Mon.


(Me desdigo de la entrada anterior porque creo que cuanto antes acabemos de aclarar este tema y pasemos página, mejor para todos).

Me puse ayer a última hora en contacto con Amiram Reuveni, el editor de Ponent Mon, para informarle del uso sin acreditar de las entradas correspondientes a “Ramiro” y Émile Bravo en la web de la editorial. Como lo cortés no quita lo valiente, he de afirmar que un amable Amiram se ha mostrado receptivo en todo momento y, aparte de disculparse, ha acreditado ya la autoría en la web aquí, aquí  y aquí.

 
Todos podemos equivocarnos y de los errores se aprende para no repetirlos en el futuro. Por mi parte, queda el asunto zanjado

Disculpas aceptadas y larga vida a Ponent Mon.


Represión

Tras presenciar ayer la actuación desmesurada de los cuerpos policiales sobre los manifestantes del Movimiento 25S hoy no creo que sea un día adecuado para hablar ni comentar tebeos.

Mañana si acaso, volvemos con la programación habitual, pero hoy no tengo ganas.

martes, 25 de septiembre de 2012

“Doc Savage: El Hombre de Bronce”, de Steve Englehart, Gardner Fox,Ross Andru, Rich Buckler, Tom Palmer y otros.


Curiosamente, como una inesperada manifestación tebeil del efecto mariposa ese tan socorrido, el penúltimo intento de dar vidilla a “Doc Savage” en los cómics llevado a cabo por DC en la paralizada línea First Wave ha provocado que ECC en España se haya liado la manta a la cabeza y nos sorprenda no solo publicando el  material moderno mencionado  sino también las adaptaciones clásicas que “Doc Savage” protagonizó en los setenta en las dos grandes, Marvel y DC, y que pocos apostaban por volver a ver reeditadas por estos lares.


Dejando el “Doc Savage” clásico de DC para una futura entrada, los ocho números de la serie a color que Marvel editó a principios de los setenta recopilados en este tomo tienen su punto de curiosidad histórica y se leen con una sonrisa en los labios por su ingenuidad resultando un material entretenido aun asumiendo el rol secundario que tuvo dentro de la Casa de las Ideas. Probablemente, el astuto Stan  Lee solo se hiciera con los derechos de Savage  para aprovechar el tirón de la película que se anunciaba se estaba preparando en la época y nunca confío realmente en el potencial del Hombre de Bronce, por lo que a lo largo de los ochos números de la serie esta no contó con un equipo creativo fijo aunque sí en todo momento con autores de valía como Andru, Buckler, Englehart o Fox y portadistas de lujo como el siempre eficaz  John Buscema y, sobre todo,  los virtuosos Gil Kane y Jim Steranko.

A lo largo de estos ocho números, los autores Marvel adaptaron cuatro relatos pulp escritos por Lester Dent y sus seguidores de los muchos que Savage protagonizara en su época dorada en la década de los treinta, a razón de dos grapas por relato. A pesar de todo su talento el encargado de adaptar los dos primeros relatos, un Steve Englehart que por aquel entonces también se hacia cargo de series como “Los Vengadores” o “Capitán América”, no encuentra el punto al personaje y se limita a cumplir con el encargo aunque resulte especialmente curiosa comparar la adaptación setentera que realiza del relato pulp “El Hombre del Bronce” de Lester Dent (el creador del personaje)  que, décadas más tarde, también retomaría Azzarello para la miniserie "First Wave" . La aportación de Englehart no mejora precisamente con el siguiente relato que adapta “La Muerte plateada”, un confuso misterio policiaco que enfrenta a Savage y a sus amigos con un misterioso grupo de terroristas plateados.

A nivel argumental, la cosa mejora sustancialmente en los cuatro números siguientes cuando pasa hacerse cargo de los guiones y la adaptación de las historias el veterano Garnerd Fox. La adaptación de los dos delirantes relatos “Los Monstruos” y “La marca del Hombre Lobo” gana en solidez y se nota que Fox conoce el personaje y sus peculiaridades mejor que Englehart realizando un gran trabajo en unas historias en las que Savage debe viajar junto a sus compinches en la primera historia a los bosques de Michigan para resolver el misterio que se oculta en el asesinato de un trampero por unos gigantes y en la segunda historia a Canadá para salvar a su prima y atrapar al presunto hombre lobo que mató a su tío. Estas aventuras son alocada magia pulp setentera y harán las delicias de los aficionados.
En el aspecto gráfico, Ross Andru dibuja la mayor parte de los números en uno de sus primeros trabajos para Marvel tras su larga y brillante etapa en DC cumpliendo con su solvencia característica, aunque no se vea especialmente beneficiado por los continuos cambios de entintador – Jim Mooney, Ernie Chan, Tom Palmer, Frank Giacoia…- brillando especialmente en los números entintados por Palmer. El último número de la serie lo dibujó Rich Buckler ayudado por Palmer.
En fin, “Doc Savage: El hombre de bronce” es un cómic especialmente recomendable para completistas marvelitas y seguidores a ultranza  de “Doc Savage”. Una entretenida apuesta por el pulp añejo de sus creadores que deja patente todo el encanto de los cómics marvel de aquella época plateada en la que incluso los títulos menos conocidos estaban resueltos con gusto y oficio

lunes, 24 de septiembre de 2012

Comparaciones incómodas.


Encuentro en  mi actual librería de referencia  expuestos dos hermosos integrales de cuidada edición de esos que te entran por los ojos y estas pasando por caja casi sin darte cuenta. Material clásico y exquisito editado por Ponent Mon y EDT:

-“Espadas y Brujas” del maestro Maroto que reúne tres historias clásicas de las de espada y brujería “Wolf”, “Dax” y “Korsar” que merecen la pena sobre todo por disfrutar del trabajo artístico de un fuera de serie como Esteban Maroto. Características (según la página oficial): 256 pags, B/N/Color, Cartoné (23,3 x31,4 cms). Precio 24 Euros.

 


Buck Danny Vol. 2”, de Hubinon y Charlier, con tres álbumes de esta serie clásica pionera de la BD comercial y de aventuras. Características (según la página oficial): 240 pags, Color, Cartoné (El tamaño no viene en la página de Ponent Mon pero es un poco más pequeño que el de “Espadas y Brujas”). Precio 46 Euros.

Perdonen que insista, pero ¿me podría alguien explicar como puede haber entre una edición y otra, de similares caracteristicas, una diferencia en el precio final de nada menos 22 euros? Vale, en el ejemplar de “Buck Danny” hay que pagar traductores pero ¿solo eso supone tanta diferencia en ediciones por otro lado con unas características bastante similares? ¿Teniendo en cuenta que incluso a ese precio desproporcionado el primer volumen de “Buck Danny” se ha agotado no podría Ponent Mon ajustar más el precio? Ahora se me podrán dar los argumentos de siempre, las raquíticas tiradas, lo poco comercial que es la BD, el tebeo no vede, la crisis, el Gobierno, etc... Pero, al final, la cosa se reduce a dos hechos: “Espadas y Brujas”, 24 Euros y “Buck Danny 2”, 46 Euros. Desde la ignorancia y sin acritud, ¿Por qué hay tanta diferencia en el precio de uno y otro? Misterios editoriales.

(Otra cosita: aunque sé que soy persona non grata para los editores de Ponent Mon desde que en otra ocasión hice reflexiones parecidas a  estas que planteo hoy, un amigo del blog me ha informado que alguien de la editorial ha hecho un copia y pega de un extracto de  la reseña que le dediqué hace años al “Ramiro”, de Vance, para ilustrar su próximo lanzamiento por esa editorial. No me importa, ya que ya se sabe que lo que se sube en Internet es de dominio público y a mí lo que me gusta es compartir las reseñas de los tebeos con los que disfruto con todos aquellos habituales que tenéis a bien dejar algún comentario y alegrarnos juntos cuando alguno de esos tebeos olvidados que amamos da la casualidad que alguna editorial decide casualmente publicarlo. Eso sí, creo que lo elegante es que al menos si se reproduce íntegramente un texto ajeno del que se conoce al autor es que se cite la fuente por humilde que esta sea y mal que nos caiga. ¿Por qué no lo han hecho? Otro misterio editorial).

domingo, 23 de septiembre de 2012

Guy Peellaert, David Bowie y Diamond Dogs.


Seguramente el trabajo por el que es más recordado el insigne  Guy Peellaert  no son sus influyentes creaciones para la revista "Hara-kiri" proatagonizadas por curvilíneas y coloristas heroínas pop como Jodelle o Pravda sino por esta espectacular portada que el belga realizó en 1974 para el álbum “Diamond Dogs” del andrógino y por aquel entonces provocador  David Bowie, en la que le representó como una especie de animal mitológico híbrido entre humano y perro.



Un todavía bastante rockero Bowie  por aquel entonces, se inspiró para el álbum en la obra maestra de George Orwell1984 y la portada sufrió la censura de la discográfica escandalizada ante los genitales perrunos con que Peellaert representó a Bowie.

Aquí os dejo el video de una de las estupendas canciones incluidas en el album, “Rebel Legend”.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Ya hay cartel para el Salón de Zaragoza.



Obra de Dionisio Platel, una pequeña maravilla evocadora de otros tiempos en las que los tebeos se compraban en los kioscos y se leían y compartían con los amigos.

Toda la información sobre el Salón, aquí.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Joan Navarro, EDT y los daños colaterales.

Me temo que muy a su pesar, Joan Navarro, el mandamás de la antigua Glénat y la nueva EDT, y su editorial están siendo en los últimos tiempos protagonistas de las malas noticias dentro del panorama editorial comiquerl. Y es que si a toda la convulsa historia del paso de Glénat a EDT se le sumaron golpes como perder autores referentes como Rubén Pellejero o Carlos Giménez y la obligación de tener que saldar antes de mediados del 2013 TODO su fondo editorial en el que figure el antiguo logotipo de Glénat la puntilla ha sido la reciente perdida de derechos de los mangas de la editorial Shueisha que suponen buena parte de los ingresos con los que contaba la editorial.

 
Parafraseando a Martin, en el juego de tronos de las empresas y los derechos editoriales estas cosas pasan continuamente y lo que hasta ahora vendía EDT ahora lo venderán otras (Planeta e Ivrea parece ser que ya se han hecho con los derechos de algunas de las series más golosas) y las palmaditas en la espalda y las caras compungidas se han multiplicado en los comentarios del blog de Navarro.

 
Sin embargo, en todas estas historias que Navarro y EDT han protagonizado hay víctimas colaterales de las que nadie parece acordarse y que creo merecen al menos ser señaladas:

 
- Los trabajadores de EDT que, salvo que Navarro se saque algún conejo de la chistera como ya pasó precisamente tiempo ha cuando impulsó la publicación de manga frente a las series de cómic europeo que hasta entonces venía publicando Glénat, seguramente estarán viendo sus trabajos peligrar.

 
-  Las segundas, los libreros que iban a acudir al Salón del Manga de Barcelona que se celebrará del 1 a 4 de Noviembre y que ya habían reservado –y pagado- las novedades de estos mangas. Salvo que Joan Navarro se haya visto obligado a adelantar el anuncio de la pérdida de derechos en su blog porque se iba a filtrar –de hecho a estas alturas todavía no hay ni un anuncio oficial colgado en la página de EDT – no parece precisamente el momento adecuado para anunciar la noticia cuando el Salón está a la vuelta de la esquina. Y es que si EDT decide saldar las novedades de Sueisha programadas para el Salón del Manga puede provocar un importante quebranto económico a los libreros que pensaban desplazarse y ya habían pagado por adelantado esas novedades.

- Y, por último, los terceros los sufridos aficionados  que mes a mes contribuimos con nuestras compras al mantenimiento de la editorial y que la desordenada política de saldos de EDT está provocando más que un dolor de cabeza. Se puede entender que se inicien los saldos con los álbumes de Giménez ya que llevaban años en el mercado pero que se salden series  de anteayer a precios ridículos como “Los naufragos del tiempo” o “Sangre Real” no hace tanta gracia. ¿No deberían haber dejado esos títulos para más adelante y haber empezado a saldar el material más antiguo o haber directamente descatalogado todo el material para venderlo álbum a álbum y no por separado para que los coleccionistas completasen las colecciones iniciadas? Los motivos se me escapan para hacer las cosas así cuando podrían haberse hecho de una manera más racional  que hubiera podido beneficiar a todos los aficionados.

En fin, mi apoyo virtual a Joan Navarro, uno de los editores más veteranos y con mayores conocimientos de la industria del cómic en España. Estoy seguro que saldrá de esta, quizás por una apuesta aún más en firme por los autores patrios que siempre han estado presentes en su catálogo. Ojalá pueda decir lo mismo del resto de víctimas colaterales que se pueden quedar por el camino.

jueves, 20 de septiembre de 2012

“Lady S 2: 59º Latitud Norte /Juego de Pillos”, de Jean Van Hamme y Philippe Aymond.


 Uno de los principales problemas que una serie se jibarice y la publique una editorial pequeña y que apenas se promociona –¡¡ hoy entrado en su web y no la actualizan desde casi el nacimiento de la editorial hace un par de años !!- como 001 Ediciones supone que no dure en los expositores de las librerías apenas una semana, ahogada entre la marabunta de novedades de un mercado en que temo hay mucha más oferta que demanda. Eso me ha pasado con “Lady S”, tras las buenas impresiones que me dejó la primera entrega como os comenté por aquí ya había perdido la esperanza de ver la continuación de la serie hasta que alguien en los comentarios me dejó el soplo que llevaba meses publicada. Ni corto ni perezoso, la busqué y, por suerte, esta vez sí la he encontrado. Y el resultado ha valido la pena.
Esta segunda entrega española de “Lady S”, reúne el tercer y cuarto álbumes de la serie original titulados “59º Latitud Norte” y “Juego de Pillos”. En la primera, Suzan se verá envuelta en un complot en Suecia para secuestrar a los premios Nóbel mientras que en la segunda debe lidiar por toda la Costa Azul con los ardides de la CIA para descubrir más datos de la misteriosa organización antiterrorista europea a la que pertenece.
Por Van Hamme pasarán los años pero no se nota en sus hábiles guiones de intriga y espionaje por lo que no creo que ande muy desencaminado si afirmo que “Lady S”, su serie más reciente en este género de la que acaba de publicarse en Francia la octava entrega, está a la altura de creaciones más (re)conocidas como “XIII” y “Largo Winch”.

 A lo largo de lo que llevamos de serie, Van Hamme ha ido primorosamente desvelando datos en torno al pasado de su heroína y la organización en la que se encuentra enrolada a su pesar al tiempo que en cada uno de los álbumes ha construido más que correctas tramas de intriga soberbiamente resueltas.

El trabajo de documentación de Van Hamme es primoroso y se le puede considerar un auténtico maestro del género que poco tiene que envidiar a los literarios superventas Robert Ludlum o Frederick Forsyth que toma como modelos. La gran diferencia respecto a sus otras series es que esta está protagonizada por un personaje femenino Suzan Fitzroy hija adoptiva de un embajador plenipotenciario de Estados Unidos y antigua ladrona de guante blanco en su oscura juventud tras escapar de la Unión Soviética.

 
Los dos álbumes que se reúnen en esta entrega son muy distintos entre sí en cuanto al tratamiento que Van Hamme da al desarrollo de la historia, pero igualmente efectivos. Mientras en el primero hay una sobreabundancia de texto imprescindible para desarrollar una compleja trama que no se aclara hasta el final, el segundo álbum gana en agilidad con una esplendida historia de contraespionaje en la que la acción y el ritmo aumentan para lograr un álbum que es el mejor de los publicados hasta ahora.
En el aspecto gráfico, Aymond es un digno sucesor de los Vance y Francq, con un estilo realista similar al de estos autores  aunque sus personajes inspirados en modelos cinematográficos resulten más estáticos que los de aquellos. Sin embargo, Aymond cumple la principal premisa de los colaboradores de Van Hamme, adaptarse a sus detallistas historias y en ese sentido cumple sobradamente. Es una lástima que la excesiva jibarización afecte negativamente al trabajo de Aymond como queda especialmente patente en álbumes como “59º Latitud Norte” en la que el apelotonamiento de texto merma en demasía el trabajo del dibujante.
En fin, estaré más atento por si 001 Ediciones continúa  la publicación de una serie que hubiese merecido ser editada en su tamaño original. Eso sí, si finalmente hay adaptación cinematográfica la “Lady S.” perfecta sería Charlize Theron. Por pedir que no quede.