Segunda entrega de “MundoPutrefacto”, el evento que cruzó las tres grandes series de terror del NUDC – “La Cosa del Pantano”, “Animal Man” y “Frankenstein, agente
de SHADE”- y que ECC Ediciones ha reunido en tres volúmenes para su publicación en España. Esta segunda entrega, recoge los números 10 a 16 de la serie “Frankenstein, agente de SHADE” (del
primer volumen de la serie ya escribí algo por aquí) y coincide con su
cancelación consecuencia de las bajas ventas.
En estos números, el
atormentado Frankenstein sigue siendo un peón en imposibles misiones como agente de SHADE que le llevan a
viajar a dimensiones paralelas y visitar ciudades ocultas en el interior de
Leviatanes hasta que se ve implicado en la vorágine del Mundo Putrefacto
consecuencia del predominio de la Putrefacción en una Tierra corrompida que ha perdido a la mayor
parte de sus superhéroes. En ese mundo hostil, Frankenstein debido a su particular
naturaleza de no muerto es uno de los pocos que no se ve afectado por la
Putrefacción, e iniciará un largo viaje para organizar la resistencia de los
últimos supervivientes en un desesperado intento por cambiar las tornas que le
llevará a enfrentarse a un poderoso agente de la Putrefacción que para su desgracia conoce demasiado bien, su
“padre” Victor Von Frankenstein.
Kindt finiquita con oficio
las tramas pendientes en torno a esta nueva encarnación trágica del monstruo,
más tributaria en esta versión comiquera del “Hellboy” de Mignola que del icono
creado por Mary Shelley. Kindt, muy alejado del autor sutil que se nos muestra
en sus trabajos personales para editoriales independientes, ofrece una trama
apocalíptica sencilla y esquemática que encuentra en el eclecticismo de
elementos del terror y la ciencia ficción su principal aliciente y que seguramente
hubiera requerido algo más de extensión para resultar más interesante,
pecando de un desarrollo predecible, lineal y plano y una escasa profundización en los personajes
principales. Supongo que estar trabajando con plazos cortos, objetivos
inmediatos y presiones editoriales acabaron repercutiendo en la calidad final
de la obra.
Más atractivo resulta el
trabajo gráfico de un interesante Alberto
Ponticelli, un dibujante italiano que demuestra un especial talento a la hora
de dibujar todo tipo de monstruos y espantajos a cual más grandioso y
espectacular, que brilla especialmente en estos números aunque finalmente acabe
viéndose arrastrado por lo poco elaborado del guión de Kindt y limitándose a
cumplir con los mínimos requeridos para finiquitar una serie que no ha sabido mantener
las expectativas que creó en sus primeras entregas. La semana que viene,
comentamos la conclusión de “Mundo Putrefacto”.
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