Buscando motivación para retomar la costumbre de salir a correr tras dejar el gimnasio hace unos meses, me he animado a leer este librillo en el que el japonés Haruki Murakami comenta con su estilo sencillo y claro sus propias experiencias como escritor y corredor de fondo, al tiempo que va descubriendo a sus lectores aspectos de su obsesiva y perfeccionista personalidad.
La verdad es que es un libro ameno y entretenido, sobre todo para aquellos que nos gusta Murakami o que, a cualquier nivel practiquemos o hayamos practicado lo de enfundarnos unas zapatillas para salir a correr (lo de jogging, footing yo no lo digo porque yo no hago esas cosas) que sabrán reconocer algunas de las experiencias que describe el escritor, aunque dudo mucho que sea una obra capaz de despertar demasiado interés en la generalidad de los mortales (claro, que la generalidad de los mortales no saben ni quién es Murakami ni leen demasiado, así que lo mismo les dará). Pero para los pocos que nos interesan todas estas cosas, en esta obra inclasificable que Murakami considera como unas “memorias” se descubre a sus seguidores como un tipo tímido, perfeccionista y solitario, que ha encontrado en el deporte –ha participado y participa en la tira de maratones y triatlones a pesar que ya no es ningún jovencito- un complemento enriquecedor a su labor de escritor, estableciendo curiosas similitudes entre sus dos grandes pasiones y vocaciones.
Si no se ha practicado más deporte que el del sillonball, casi mejor que nadie pierda el tiempo en esta obra, porque el autor no va mucho más de explicar sus obsesivas preocupaciones de corredor: como empezó a correr, como se prepara para un maratón o como afronta el progresivo declive que le ocasiona la edad, con lo que Murakami se presentará ante sus ojos como un perro verde de lo más raro, aun cuando quizás gracias a su sencillez narrativa y envolvente estilo estoy seguro que serán capaces de mantener la atención por poco interesados que estén por el tema.
A nivel particular, tengo que decir que no he logrado el objetivo inicial, ya que más que motivarme, Murakami me ha desalentado a pesar que el libro me haya gustado. Y es que este hombre tiene un nivel y capacidad de sacrificio muy por encima de mis posibilidades. A ver si cuando se me olvide, me animo y salgo a trotar un poco.
8 comentarios:
Pues yo precisamente he retomado hace poco eso de salir a correr, después de bastantes años sin hacerlo.
No sé, se desprende cierto aire desalentador de lo que cuentas de este libro. Me da a mí que no va a ser la mejor fuente de inspiración para mantenerme el interés en correr, que ya de po si me cuesta bastante :D (y es que el deporte en general me aburre sobremanera... pero todo sea por no anquilosarse en casa).
Pues que haya suerte...
Yo es que lo máximo que he hecho en mi ya longeva existencia son "fundamentales" de dedos (al moverlos cuando escribo en el teclado, claro... Je, je, je...), así es que no empatizo demasiado con eso de realizar cualquier esfuerzo físico...
¿Pero qué esperar de un nibelungo giboso y chepudo como servidor?
No tengo remedio...
A mi tb me gustó, en especial la parte del ultramaraton.
Siento "off-topiquear". Ha muerto Giraud.
http://www.rtl.fr/actualites/culture-loisirs/article/bd-jean-giraud-alias-moebius-est-mort-7745215625
Señor PAblo, voy siguiéndote desde hace tiempo en este blog, comentando muy poco eso sí, porque siento una afinidad especial con la sensibilidad y gustos que desprendes.
Sólo me ha faltado que hablaras hoy del mentado libro, que es justamente el que tengo en mi mesilla de noche (bueno, en el ebook reader), porque llevo un añito muy metido también en lo de correr.
Siendo seguidor de Murakami (aunque llegué a cierto hartazgo) y corriendo mi primera maratón dentro de quince días, encontré en el libro una lectura irresistible... y coincido plenamente con tu juicio, pues sólo es un libro recomendable para quienes sean muy fans del escritor o para quienes les haya picado el gusanillo del correr.
Como dice Coltra, la parte del Ultramaratón es muy buena, también la de Atenas-Maratón, pero sobre todo el cómo se desnuda ante el lector y es capaz de conectar tanto los mundos de la escritura y el correr.
A mí, por el contrario, me ha ayudado a mantener y potenciar la faceta corredora desde la humildad de observar la actividad como un elemento catalizador de amor, esto es, disfrutar (o amar) del pequeño esfuerzo y disciplina que implica una actividad que siente que le ayuda a estar vinculado al mundo.
Un abrazo fuerte y muchas felicidades por el blog.
Jolan,
Hay que moverse un poco. La verdad es que Murakami está hecho un superman y a un dominguero como yo le ha comido la moral. Pero, a lo mejor en tu caso, te ayuda a motivarte.
Alberich El Negro,
Más que suerte, tiempo y fuerzas, que uno ya va teniendo sus años y cada vez cuesta más reengancharse a eso de hacer deporte.
Coltra,
Sí, es una mala bestia, este hombre. 100 kms corriendo nada menos y no se queda contento...
Critical +,
:-(
Parménides,
Que curioso. A mí más que a estar en comunión con el mundo me permite desconectar de él. Una foma de relajarme al tiempo que hago algo de ejercicio.
Buff...Mucha suerte con el maraton. Yo creo que se me ha pasado la edad y me conforme con recuperar el nivel de corredor dominguero. Aunque nunca se sabe, claro...;-D
Impacientes Saludos.
Sigo habitualmente este blog desde hace años y esta es la primera vez que hago un comentario. Primero felicitarle por su trabajo y por compartir tanta información de forma gratuita, muchas gracias.
El motivo real del comentario es recomendarle el libro "Nacidos para Correr" de Christopher McDougall, me pareció tremendamente motivador porque es bastante iconoclasta, donde se pone en duda el calentamiento, la amortiguación en las zapatillas, las dietas comunes, etc...
En internet le será fácil encontrar más información.
Un saludo y gracias de nuevo.
Anónimo,
Bienvenido. Me apunto la recomendación. De nada. Y gracias a tí.
Impacientes Saludos.
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