Diábolo Ediciones están realizado a lo largo de los últimos años una buena labor acelerando la publicación de la producción pendiente de Bastien Vivés poniéndose prácticamente al día con este “Hollywood Jan” aparecido originalmente en Francia en 2008 y que Vivès realizase junto a Michel Salanville.
Jan es un chaval tímido y acomplejado que empieza un nuevo curso en el instituto. En contraste con su nulidad para las relaciones sociales, Jan tiene una rica vida interior y fantasea con ir acompañado a todos lados con Sylvester Stallone, Russel Crowe y Arnold Schwarzenegger quiénes le dan útiles y sabios consejos para sobrevivir entre la fauna del instituto. Sin embargo, conforme el pequeño Jan va perdiendo el miedo y se va a abriendo a sus nuevos compañeros, a uno de sus antiguos amigos imaginarios no parecen gustarle los cambios en la personalidad de Jan y hará todo lo posible para que las cosas vuelvan a ser como eran antes.
Entretenido y agradable cómic costumbrista el que nos ofrece esta vez Vivès, aunando esfuerzos con Michel Salanville, en el que ya da buenas muestras de su talento para aportar un punto de vista diferente al mundo cotidiano en una historia con un punto de partida tan trillado como el de la inadaptación al entorno social del adolescente retraído pero resuelto con eficacia y originalidad, alejándose del tópico melodramático para apostar por una solución abierta más sencilla y, en principio, optimista.
Organizado a partir de pequeños capítulos que reflejan distintas anécdotas protagonizadas por Jan y sus colegas reales e imaginarios al tiempo que refleja la evolución física y psíquica del protagonista, esta obra se encuentra a medio camino del “Calvin&Hobbes” de Bill Watterson y las crónicas sociales de Barú. Vivés le da en todo momento un aire naif a la historia, aprovechando su dominio del color y los volúmenes para jugar con la anatomía de los personajes y aportar agilidad a la historia mediante el uso de grandes viñetas en las que entremezcla la fantasía y la realidad que para el confundido protagonista viene a ser un todo.
“Hollywood Jan” es un buen punto de partida para acercarse a la obra de este excelente dibujante antes de probar con otras obras en solitario más ambiciosas.
6 comentarios:
A mi me dejo un poco frío, tanto el dibujo como el guión.
Me gustó en "Por el Imperio" pero entre el final de esa serie y este cómic le he retirado del presupuesto.
Creo que tiene alguna bastante buena pero ya no me la juego.
Un saludo
Jorge
Jorge,
A mí me gustó este "Hollywood Jan" por su falta de pretensiones (en comparación precisamente con alguno de esos trabajos que mencionas). A lo largo de este año iremos dándole más cancha.
Impacientes Saludos.
Saludos Pablo,
Anteayer tuve la oportunidad de leer "Hollywood Jan" y la verdad es que me gustó. Totalmente de acuerdo con lo que señalas en tu estupenda reseña.
Me pareció un cómic fresco, que retoma con humor y originalidad los problemas para integrarse en la escuela de un joven, pero sin discursos o solemnidades que, sin duda, lo hubieran estropeado. De hecho, me ha parecido un cómic muy gráfico, donde la narratividad se edifica en gran medida en el excelente trabajo de Bastian Vivès, al que a partir de ahora pienso seguir de cerca.
Además, los aficionados al cine de acción (sobretodo ochentero) disfrutaran viendo el aprovechamiento que se les saca a los personajes de Arnold, Silvester y Russell. Es divertido como en cada momento del comic (a excepción de Russell) van vestidos de una forma u otra en alusión a uno de sus famosos personajes en la pantalla. ¡ Arnold incluso aparece con la ropa de "El último gran héroe"! El aprovechamiento dramático y gráfico que se hace de estos personajes me ha parecido estupendo, como por ejemplo el del ojo rojo del Terminator en aquellos momentos en que Jan se siente amenazado. Por cierto, tiene tela que sea Silvester el más "razonable" y "sensato".
Los detalles referenciales como digo son múltiples y están introducidos con tino. Como, por ejemplo, el momento en que un Arnold medio histérico se confunde y llama a Jan, John (en alusión a su protegido John Connor en "Terminator"), mostrando así el estado de ofuscación en el que está degenerando el personaje.
Me ha parecido una buena revisitación del concepto/personaje de "pepito grillo", aunque aquí se multiplique por tres y cada represente una faceta de la personalidad humana ( raciocinio/ pulsión sexual/ pulsión violenta).
Bueno, dejaré el rollo para una reseña que espero dedicarle en cuanto pueda a este cómic en mi blog. Y completamente de acuerdo contigo Pablo, puede que no sea una maravilla pero es un buen comic, donde el entretenimiento prima y una buena narratividad gráfica se ejerce con acierto.
Por cierto, ¿no te recuerda las escenas finales, con un Arnold gigantesco y deformado muscularmente en el coliseo, al las de un Tetsuo descontrolado y monstruoso en el estadio de Nuevo Tokyo, en "Akira"?
Saludos desde el laberinto.
Jareth,
Gran comentario el tuyo.
Sí, había caído en lo de la referencia a "Akira" pero no es la única. De hecho, toda la conclusión está lleno de referencias a diferentes pelis de acción desde "Gladiator" a "300" y llegando hasta las de "Hulk". Pero sí, tienes razón.
Para mí lo que también resulta muy interesante en la caracterización del personaje protagonista es que en el fondo sí que está un pcoo desequilibrado y no se trata de meros "amigos imaginarios". Es un tipo con un desdoblamiento de la personalidad rayando en lo patológico, lo que resulta curioso es como lo gestiona para adaptarse a la "normalidad".
Y sí, Vivés es un autor muy interesante, muy sutil, aunque yo todavía espero la obra redonda que definitivamente le coloque entre los más grandes. Seguíremos comentando sus trabajos por aquí.
Impacientes Saludos.
Pues sí, Pablo, yo también espero esa obra que, de llegar, disfrutaremos todos los aficionados al cómic.
Sobre lo que comentas sobre el "estado mental" del protagonista yo también coincido contigo en que algo de eso hay. Pero ya está bien que no lo trate y se centre en su "camino" hacia la desvinculación de sus otros "yos". Me llamó la atención, y en positivo, el hecho de que en ningún momento se ve al protagonista con su familia, padres, ¿hermanos?, o nadie, más allá de Arnold, Russell y Silvester y de sus compañeros de clase. Es una buena manera de reforzar y justificar la soledad y dificultades del personaje para tener una vida más "sociable" y saludable.
Por cierto, muy buena tu mención a "Calvin and Hobbes", uno de los comics por el que más admiración y debilidad siento.
Saludos desde dentro del laberinto.
Jareth,
No describir el entorno familiar de Jan es una manera más de reforzar su aislamiento (ojo, que también podrían haberlo reforzado presentándolo pero siendo una historia eminentemente juvenil tampoco era muy necesaria una presencia adulta).
Por otro lado, y sin profundizar más en la personalidad del protagonista, de ese modo gana fuerza como relato iniciático del paso de la infancia a la juventud y, de ese modo, entroncaría con el grueso de la obra de Vivés.
En fin, como decía, se trata de un autor muy sútil, y, por tanto, rico -sin desmerecer la aportación de Salanville- en interpretaciones.
Impacientes Saludos.
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