Ha tardado Norma Editorial en publicar la segunda entrega de “Los Centinelas”, la revisión en clave cyberpunk que Dorison y Enrique Breccia están realizando de los principales episodios de la I Guerra Mundial, un episodio bélico que fascina a los autores del cómic franceses (que se lo digan a Tardi) que vuelven con distintos tratamientos a revisitarlo periódicamente.
En Septiembre de 1914, el ejército francés huye en desbandada ante el avance de los alemanes. La situación es desesperada pero un avión de reconocimiento ha descubierto una brecha por la que el ejército francés puede contraatacar y frenar la ofensiva alemana antes de ser derribado en un pueblo controlado por los prusianos. Para convencer al general Joffre que permita el contraataque francés, el general Gallinery envía a los Centinelas –unos protociborgs- al mando de una sección de extenuados soldados a recuperar las fotos.
Dorison da por sobreentendidos demasiados datos históricos de la I Guerra Mundial que quizás para el lector medio francés sean sobradamente conocidos, aunque lo dudo, pero que a lectores de otros países no especialmente versados en los episodios de la I Guerra Mundial le resultarían útiles conocer para seguir mejor una historia en la que el guionista pretende incorporar a la narración histórica la inetrvención de sus creaciones, Los Centinelas, para explicar el curso de la Guerra. Si se conoce un poco el tema, se comprobará que el principal aliciente de la serie es comprobar como Dorison hilvana perfectamente la realidad con la ficción en una serie que no deja de ser un divertimento curioso para el especialista, pero que puede desorientar al que no esté versado en los entresijos de La Gran Guerra.
Siendo pues la contextualización fiel el principal atractivo del álbum y la serie, el guión de este álbum se acaba vertebrando en una correcta sucesión de tópicos bélicos a lo “La Patrulla Perdida” o “Los desnudos y los muertos” descritos superficialmente por Dorison para acabar mostrando las habilidades sobrenaturales de los centinelas. Además, y de modo quizás excesivamente premioso para mi gusto, el guionista presenta dos subtramas interesantes que pueden dar bastante juego en futuras entregas siempre y cuando corrija el tratamiento de los personajes excesivamente plano mostrado en las dos entregas publicadas hasta ahora en España. Por un lado, el conflicto del protagonista, un antiguo pacifista que mutilado y reconvertido en el ciborg Cortahierro ha renunciado a su familia y se ve convertido en héroe de guerra a su pesar, y, por otro, el desarrollo de los planes de los espías alemanes que intentan hacerse con los secretos de la fabricación de Los Centinelas.
El gran reclamo de la serie para mí es sobre todo la presencia de Enrique Breccia que demuestra su magnífica técnica de dibujo y ofrece versiones verosímiles y detalladas de los cyborgs decimonónicos y los artefactos y uniformes de época junto a un cuidadoso retrato de los personajes históricos reales como el general Gallinery que atestiguan una minuciosa labor de documentación. Breccia hijo utiliza además fotos de época insertadas en el dibujo para realizar transiciones entre secuencias y reforzar el realismo de su descripción.
En definitiva, “Los Centinelas” es una entretenida y correcta serie de género que permite acercarse de una manera diferente los sucesos principales de la I Guerra Mundial que gustará tanto a los versados en el tema como a los que lo desconocen completamente. Esperemos que Norma no se demore demasiado en publicar la tercera entrega.
En Septiembre de 1914, el ejército francés huye en desbandada ante el avance de los alemanes. La situación es desesperada pero un avión de reconocimiento ha descubierto una brecha por la que el ejército francés puede contraatacar y frenar la ofensiva alemana antes de ser derribado en un pueblo controlado por los prusianos. Para convencer al general Joffre que permita el contraataque francés, el general Gallinery envía a los Centinelas –unos protociborgs- al mando de una sección de extenuados soldados a recuperar las fotos.
Dorison da por sobreentendidos demasiados datos históricos de la I Guerra Mundial que quizás para el lector medio francés sean sobradamente conocidos, aunque lo dudo, pero que a lectores de otros países no especialmente versados en los episodios de la I Guerra Mundial le resultarían útiles conocer para seguir mejor una historia en la que el guionista pretende incorporar a la narración histórica la inetrvención de sus creaciones, Los Centinelas, para explicar el curso de la Guerra. Si se conoce un poco el tema, se comprobará que el principal aliciente de la serie es comprobar como Dorison hilvana perfectamente la realidad con la ficción en una serie que no deja de ser un divertimento curioso para el especialista, pero que puede desorientar al que no esté versado en los entresijos de La Gran Guerra.
Siendo pues la contextualización fiel el principal atractivo del álbum y la serie, el guión de este álbum se acaba vertebrando en una correcta sucesión de tópicos bélicos a lo “La Patrulla Perdida” o “Los desnudos y los muertos” descritos superficialmente por Dorison para acabar mostrando las habilidades sobrenaturales de los centinelas. Además, y de modo quizás excesivamente premioso para mi gusto, el guionista presenta dos subtramas interesantes que pueden dar bastante juego en futuras entregas siempre y cuando corrija el tratamiento de los personajes excesivamente plano mostrado en las dos entregas publicadas hasta ahora en España. Por un lado, el conflicto del protagonista, un antiguo pacifista que mutilado y reconvertido en el ciborg Cortahierro ha renunciado a su familia y se ve convertido en héroe de guerra a su pesar, y, por otro, el desarrollo de los planes de los espías alemanes que intentan hacerse con los secretos de la fabricación de Los Centinelas.
El gran reclamo de la serie para mí es sobre todo la presencia de Enrique Breccia que demuestra su magnífica técnica de dibujo y ofrece versiones verosímiles y detalladas de los cyborgs decimonónicos y los artefactos y uniformes de época junto a un cuidadoso retrato de los personajes históricos reales como el general Gallinery que atestiguan una minuciosa labor de documentación. Breccia hijo utiliza además fotos de época insertadas en el dibujo para realizar transiciones entre secuencias y reforzar el realismo de su descripción.
En definitiva, “Los Centinelas” es una entretenida y correcta serie de género que permite acercarse de una manera diferente los sucesos principales de la I Guerra Mundial que gustará tanto a los versados en el tema como a los que lo desconocen completamente. Esperemos que Norma no se demore demasiado en publicar la tercera entrega.
9 comentarios:
Estaba esperándola y se me ha pasado. ¿Acaba de salir, no?
Un saludo paciente.
Alberich el Negro,
Hace unas tres semanas. Está todavía calentito en las librerías del ramo. ;-D
Impacientes Saludos.
Como bien dices, demasiado tiempo ha pasado desde el primero. Yo me lo compré la semana pasada y lo tengo todavía pendiente de lectura... aunque antes tendré que leer el primero ya que no recuerdo .Salu2
A mi me ha parecido mas flojo que el primero.
De todas formas se puede leer bien y el dibujo es bueno.
De todas formas tanta espera (fácil 3 o 4 años) entre tomo y tomo desesperan a cualquiera.
A ver como termina la serie.
Un saludo
Jorge
Pardi,
No me extraña que no te acuerdes. Ya nos contarás que te parece.
Jorge,
Sí, yo también creo que es más flojo que el primero. Sin embargo, el conocimiento previo que se tenga del tema ayuda a valorarlo mejor.
Impacientes Saludos.
La verdad es que conozco bastante a fondo la primera Guerra mundial.
Personalmente no creo que sea importante, para el ritmo de la historia, conocer la ofensiva del Marne del 14.
Yo lo noto más flojo por que no se avanza en el desarrollo de los personajes ni de la trama, siendo más repetitivo que el primero qué era más novedoso al presentarse la historia por primera vez.
Confiemos en la proxima entrega
Un saludo
Jorge
Jorge,
No, no es indispensble un gran conocimiento sobre la IGM pero creo que sí ayuda a apreciar la labor de Dorison en la contextualización de la trama. Y en lo que comentas sobre el desarrollo de los personajes, estoy completamente de acuerdo. Es a lo que me refiero con la falta de desarrollo de las subtramas y la falta de desarrollo de los personajes...
Pues sí, veremos que tal está la tercera entrega...
Impacientes Saludos.
me da un poco de risa la gente discutiendo acerca de si se debe tener o no concocimientos básicos sobre la primera guerra mundial para disfrutar de este cómic, o que si el ritmo es más lento o más rápido...
¿Y NADIE HABLA DE QUE LE FALTA UNA PÁGINA AL TOMO? MIREN LA NUMERACIÓN ORIGINAL, SE PASA DEL 18 AL 20 DIRECTAMENTE.
¿QUÉ PASO CON LA PÁGINA 19? QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE POR DIOS, o no se dan cuenta de estos detalles los ''coleccionistas expertos'' POR FAVOR.
Perdona , pero te equivocas catalogando a este obra como cyberpunk.
Esta obra es absoluta y totalmente, DIESELpunk.
Los conceptos, steampunk,dieselpunk,cybepunk, entre otros muchos-punk, no tienen nada que ver entre si.
Saludos, espero que lo corrijas, porque esto hace que puedas confundir a otras personas.
Publicar un comentario