martes, 6 de septiembre de 2011

“Los Enamoramientos”, de Javier Marías.

Una de mis lecturas de estas vacaciones fue la última y esperada novela de Javier Marías, “Los Enamoramientos” que inicié con muchas ganas que fueron diluyéndose poco a poco.

Maria Dolz coincide desayunando todas las mañanas antes de entrar a la editorial en la que trabaja con Miguel y Luisa, una pareja de desconocidos a los que ha idealizado como la pareja perfecta de enamorados. Cuando Miguel es asesinado en una fatal casualidad por un indigente, Maria lo sentirá como una perdida propia y correrá a consolar a Luisa conociendo a algunos de sus amigos y, poco a poco, empezar a sospechar que la muerte de Miguel no es fruto de la fatalidad sino de un retorcido plan para conquistar a Luisa.

Esta atractiva trama que ya le hubiera gustado idear a la sin par Agatha Christie se convierte en excusa desdibujada de una novela en la que Marías parece querer convencer a propios y extraños de lo gran escritor que es elucubrando sobre el concepto de enamoramiento y la naturaleza femenina narrando la historia en primera persona desde la posición del personaje femenino protagonista, María, y despreciando la base de toda buena novela, la trama, que queda diluida en los largos soliloquíos introspectivos del Marías mujer.

Un error, en mi opinión, porque a sus defensores no les hacía falta más convencimiento de su talento y en este libro solo encontrarán más argumentos para ensalzarlo ya que el autor mediante su prosa evocadora consigue algunos momentos mágicos en los que logra hipnotizar con su dominio del idioma y el estilo, mientras que sus detractores no cambiarán de opinión y se cerrarán todavía más en banda ante lo que se puede antojar como un ejercicio de estilo banal y reiterativo en el que se deja de lado una trama que en mano de cualquier escritor superventas menos dotado que el madrileño habría dado muchísimo más juego.

Yono me afilio en ninguno de los dos grupos firmemente pero las razones de ambos entiendo ya que, por momentos, la novela me ha aburrido y seducido casi por igual, por lo que no sé muy bien a qué carta quedarme y sea quizás por ello que he tardado tanto en comentar esta obra. Mejor será que a quién le interese la lea y pruebe a ver si se enamora de "Los Enamoramientos" de Marías.

17 comentarios:

David. dijo...

La verdad es que quiero acercarme a la obra de este autor, aunque quizá escoja otro libro, en lugar de éste.

Sé que hay voces críticas, pero la mayor parte de la crítica lo ensalza y ha recibido premios de prestigio. Para algunos, es de los mejores escritores españoles vivos.

Invierno dijo...

Me sucede lo que tú dices, el estilo de Javier Marías me subyuga en ocasiones, y me empalaga cuando he probado demasiado. Me quedé realmente fascinado con Mañana en la batalla..., todas las almas y sobre todo Corazón tan blanco, y fui incapaz de ir más allá de la primera novela que formaba la trilogía quizá por las mismas razones que antes me habían encantado.
Perdona por no aportar mucho, pues no he leído los enamoramientos. Y sio mi permites, yo le diría a Diego que le hinque el diente, porque Marías puede gustarte más o menos, o incluso hartarte, pero, sin duda, leerlo por primera vez creo que le puede aportar.

PAblo dijo...

David,

Una cosa no quita la otra, para mí es también uno de los mejores escritores españoles de la actualidad pero en esta novela va un poco sobrado.

Invierno,

Sí, yo también creo que es un autor que todo el mundo debería al menos intentar leer.

Impacientes Saludos.

Ana dijo...

La última novela de Marías que leí fue Corazón tan blanco y me gustó bastante. Lástima no poder decir lo mismo con Los enamoramientos. Me ha parecido que tendría que haber echado más mano del registro oral para sus diálogos, que se convierten en soliloquios y disgresiones con demasiada facilidad. Si este tipo de diálogos sucediera en realidad, el oyente se iría corriendo y gritando de horror y se escondería del hablante para no tener que sufrirlo nuevamente. Otro aspecto que no me ha gustado es que todos los personajes se expresan igual, frases del estilo "podría haber sido blanco, o negro, o todo lo contrario" o también "se quedó perplejo y asombrado" (no son citas textuales, pero su estilo es ese) abundan en las exposiciones de los tres personajes principales. Me parece un alarde de dominio de la sinonimia demasiado evidente, y creo que sobra, puesto que Javier Marías no necesita alardear; todo el mundo sabe que su dominio léxico es impresionante. Que lo utilice, por favor, en su justa medida. Ya lo último y como mujer: la voz femenina falla por todas partes.

PAblo dijo...

Ana,

Bienvenida. Estoy completamente de acuerdo con tu comentario.

Y, además, me parece importante que señales como mujer lo poco creible que resulta Marías como mujer. Yo a su Maria no me la acabé de creer y es el personaje en que se sustenta toda la obra.

Impacientes Saludos.

Ana Márquez dijo...

Yo la estoy leyendo estos días... Precisamente he escrito en Google "Enamoramientos Javier Marías" para ver si alguien más piensa como yo, o es que, de pronto, mi siempre hipotético criterio literario se me ha ido a tomar el fresco.

Soy una lectora curtida en mil batallas, aprendí a leer a los tres años y no he parado desde entonces, así que creo saber, y perdón por el deje pedantoide :-)) (creo que me hago vieja e insoportable por momentos, jajaja) cuándo un libro es bueno y cuando no. Javier Marías está poco menos que en el Olimpo de los dioses, por eso me gasté casi 20 euros en su libro, por eso lo empecé a leer con toda la ilusión del mundo, por eso literalemente, nunca mejor dicho, me "bebí" las primeras diez páginas... y por eso cuando llegué a la número 25 me detuve y me dije: "pero bueno ... ¿y esto qué es?".

Lo malo de ser un escritor de su talla y renombre es precisamente eso, que con cada obra se pone el listón un poco más arriba y el suyo estaba ya cerca de las Pléyades, tanto, que era muy difícil superarlo, e incluso quedarse a la misma altura.

Voy a terminar de leerlo por respeto a él y al peso que su apellido tiene en el mundo de las letras actuales y porque siempre se saca algo en limpio de cualquier experiencia, pero, dicho con todo el respeto del mundo: "Enamoramientos" es un ladrillo infumable. Las interminables parrafadas de los personajes son poco menos que barbitúricas, se pasa una todo el rato mirando la página siguiente para averiguar dónde termina el párrafo que está leyendo, que suele hacerlo dos páginas después. Los puntos aparte son una forma muy socorrida de conseguir que un texto tenga un ritmo más llevadero, menos cansino, más agradable para el lector. Pero aquí no, aquí no hay puntos aparte, no hay piedad ni descanso alguno. Encima, los diálogos son pocos y pesan como el plomo, porque cada dialogante suelta una parrafada parecida y, como decía la chica anterior, en el mismo tono y estilo, como si todos fueran la misma persona. Un error de principiante, imperdonable en un autor consagrado.

Deberíamos entender que no todos pueden ser Saramago, no todos pueden ser García Márquez por mucho que lo intenten (o lo intentemos), no todos pueden meternos una parrafada de dos páginas sin un punto y aparte que llevarnos a la boca, y repetir la la misma obsesa reflexión una y otra vez con distintas palabras y esperar que el lector no lo acuse como una piedra de molino amarrada al cuello.

Y por último (vale, vale, ya me voy :-DD) pienso como Ana: a mí me llega un tipo soltándome todo ese rollo en un primer encuentro y, por muy bonita que tanga la boquita, por muy bien afeitado que esté y por muy guapo que sea, el mozo no me vuelve a ver el pelo. Quizás Marías conoce a alguna mujer capaz de semejante sacrificio, no lo sé.

En fin, 20 euros tirados a la papelera, y con la que está cayendo.

He dicho :D
Perdón por el rollo y felicidades por el blog.
Besos!!

PAblo dijo...

Ana Márquez,

Bienvenida.

Muy interesante en tu comentario. Estoy bastante de acuerdo con casi todo. A mí me da la impresión que Marías no se ha tomado demasiado en serio "Los enamoramientos" y para él nunca ha sido más que un experimento avocado a ser una obra menor.

Sí, el Marías mujer no me parece muy creíble...

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

Vaya, pues a mi si me está gustando (y también aprendí a leer a los 3 años ;-))

Llevo como las dos terceras partes y creo que me gusta porque no lo estoy viendo como una novela sino como una especie de ensayo, no miro a ver si las situaciones son creíbles o no, que no lo son. Por ejemplo coincido con vosotros en que los discursos enormes del tal Javier, encantado de haberse conocido a si mismo, no habría nadie que los aguantara si fueran reales y que las elucubraciones mentales de María no se corresponden luego con su realidad pero si dejas eso aparte me parece que lo que se dice y lo que se piensa, lo que trasciende de las situaciones, si merece la pena.

PAblo dijo...

Anónimo,

Es que si es un ensayo ya no es una novela. Puede que ese sea uno de los problemas que yo le veo al libro.

Impacientes Saludos.

Aurora dijo...

Totalmente de acuerdo con las Anas.
Las novelas de Marías -que me las he leído todas- me van gustando en relación inversa al año en que fueron escritas. Es decir: mis favoritas son "los dominios del lobo" y "travesía del horizonte". Más adelante, tampoco está mal, por ejemplo, "Corazón tan blanco"... la trilogía casi me mata, y esta última me ha disgustado enormemente. El autor está ya insoportablemente pesado; divaga más que nunca; sus digresiones (que algún crítico pelota califica de "ralentización de la acción") te duermen directamente. Ni en tiempo real y con una mente más rápida que el caballo del bueno se pueden pensar tantas tonterías. Y claro, una se cansa de que el autor le tome el pelo.

Ese tan suyo uso abusivo de sinónimos -y por el medio algún antónimo, para que no nos durmamos del todo- unidos por íes y oes llega ya a un límite insoportable... supongo que tiene siempre a mano el diccionario de Casares por si le hace falta alguno más...

Pero eso no es lo peor. Lo peor es que yo no sé qué tipo de experiencias vitales habrá tenido Marías, pero su "enamoramiento" es una pura bazofia. Los sentimientos que transcribe, y que supuestamente nos hacen enfrentarnos con nuestras propias contradicciones y bla bla (como también ha dicho por ahí algún crítico) son rebuscados, retorcidos, antinaturales. La protagonista no tiene una personalidad ni definida ni siquiera existente. "La mujer prudente", le dicen. Juas. Una trastornada. Si así es como Marías cree que pensamos las mujeres, tiene un serio problema ¿O es que acaso nos toma el pelo con sus "enamoramientos"? ¿será esta novela un mensaje en clave para alguna ex?

de no ser así, creo que Marías está necesitado de cariño y amigos verdaderos. Algo que le devuelva un poquito la fe en el ser humano. Esta es la única reflexión a la que llego después de leer el libro. Yo, cuando pasa una ambulancia, sólo pienso "ojalá se ponga bien". Pero eso es menos truculento que lo que Marías cree que pensamos todos, claro. ¿Seré yo la rara?

Marías, tómate un descanso, visita un lugar bonito, regálate una mariscada, deja de frecuentar ambientes snob y mézclate con el pueblo, no sé, haz algo. Lo estás necesitando.

PAblo dijo...

Aurora,

Bienvenida. Menudo repaso le das a don Javier... ;-D

Creo que tienes bastante razón en lo que dices aunque para mí la menos digerible de sus novelas es precisamente esta.

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

No sé como habrán sido sus otras publicaciones, pero esta 'pretendida' novela carece de lo más elemental para denominarse como tal.

Opino como Aurora, me ciño en todo a lo que ella ha expresado tan bien.

(a quien me regaló el libro le voy a dar también un repasito...)

Anónimo dijo...

Este libro me ha parecido malísimo y no pienso leer nada más de Javier Marías. Con la de libros que hay en el mercado creo que hay que ser así, radical. Hay gente más joven y con menos experiencia que escribe mejor y no te duerme.

PAblo dijo...

Anónimos,

"Los enamoramientos" sigue enamorando por lo que os leo...;-D

Impacientes Saludos.

Anónimo dijo...

Habiendo llegado a la pág 60 creo que ya tengo más que suficiente... Hasta ahora no he sido consciente de la importancia de las normas de puntuación en el proceso de escritura-lectura. Dice mucho... No volveré a gastar ni un céntimo ni mi tiempo en este, por llamarlo así, escritor.

Anónimo dijo...

Javier Marías escribre mal,muy mal, y Los enamoramientos no es ni una novela, ni ensayo, ni nada que se le parezca. Lo que más me sorprende es el estilo tan torpe que utiliza en frases que a veces son casi imcomprensibles. Me sorprende mucho la falta de fluidez con el idioma en un académico de la lengua. Sólo puedo pensar en la excusa de que al ser biligue, muchas de las frases que en español resultan raras, quedarían muy bien en inglés, quizás estaba pensando en facilitar la labor posterior del traductor...

PAblo dijo...

Anónimos,

Me sorprende que una novela tan mala siga suscitando comentarios después de tanto tiempo...

Impacientes Saludos.