Uno no se explica muy bien el criterio seguido por Norma Editorial para reeditar la obra de Will Eisner. Y es que resulta llamativo que una obra que se me antoja tan importante en la producción del creador de “The Spirit” como "Vida en otro planeta" permaneciese olvidada durante décadas desde su primera publicación seriada en la revista “Creepy”. Aparecida en 1979 –solo un año después que la aplaudida “Contrato con Dios”-, “Vida en otro planeta” es una obra puente y transversal, el eslabón perdido y hallado que enlaza la producción más comercial y de ficción del Eisner de “The Spirit” con el tratamiento más intimista y realista de sus novelas gráficas posteriores.
En esta obra, Eisner imagina las consecuencias a nivel mundial de la recepción de una comunicación procedente del espacio exterior. El mensaje es una sucesión de números primos que evidencia la existencia de vida racional en otro planeta y se convierte en la mecha que pone en marcha una frenética carrera entre distintas facciones y países para ser los primeros en enviar una expedición tripulada al origen de la señal, el planeta Barnard, sucediéndose las intrigas, manipulaciones y asesinatos entre unos y otros.
Organizada en capítulos, Eisner se divierte experimentando y aplicando en su segunda novela gráfica todo lo aprendido a lo largo de los años dedicados en la realización de “The Spirit” en una obra larga en la que mezcla elementos de ciencia ficción con el thriller y la política ficción poniendo de manifiesto, con un tono agridulce e irónico, el papel del egoísmo y la avaricia como verdaderos motores y lastres de la naturaleza humana. Con aparente facilidad, Eisner va hilvanando las complejas tramas en un elaborado artificio de vidas cruzadas anterior al mismo concepto de vidas cruzadas en la que los personajes quedan perfectamente caracterizados en dos pinceladas dando un tono coral a la historia, aun cuando haya personajes cuyo peso en la trama vaya siendo progresivamente mayor respecto el de otros.
Quizás se pueda objetar que en ocasiones la historia resulte recargada de texto y el lector pueda perderse en el frenético ritmo impuesto por Eisner. Sin embargo, el autor siempre es capaz de dar con el giro preciso y la solución para rescatarnos y tentarnos con su virtuosismo gráfico con el que nos mantiene enganchados hasta el final a una historia que avanza en varias décadas a las intrigas políticas que los Scott, Spielberg y Stone nos han ido ofreciendo en el cine muchos años después.
En definitiva, “Vida en otro planeta” es un portento y un punto aparte. La única y última historia apócrifa de “The Spirit” y por ello completamente diferente a las demás. Una historia larga y compleja ambientada en nuestro amargo mundo real y alejada de la ingenuidad delirante de Central City, con un Danny Colt/ Blubb que consigue una pírrica victoria a los puntos respecto a unos villanos demasiado cercanos y reconocibles. "Vida en otro planeta" es el broche de oro con el que Eisner se despidió de esos universos de ficción que conocía tan bien para sumirse en sus nuevas novelas gráficas de temática más personal y costumbrista que en esa nueva época de su vida le apetecía realizar. Indispensables tanto unas como otras.
En esta obra, Eisner imagina las consecuencias a nivel mundial de la recepción de una comunicación procedente del espacio exterior. El mensaje es una sucesión de números primos que evidencia la existencia de vida racional en otro planeta y se convierte en la mecha que pone en marcha una frenética carrera entre distintas facciones y países para ser los primeros en enviar una expedición tripulada al origen de la señal, el planeta Barnard, sucediéndose las intrigas, manipulaciones y asesinatos entre unos y otros.
Organizada en capítulos, Eisner se divierte experimentando y aplicando en su segunda novela gráfica todo lo aprendido a lo largo de los años dedicados en la realización de “The Spirit” en una obra larga en la que mezcla elementos de ciencia ficción con el thriller y la política ficción poniendo de manifiesto, con un tono agridulce e irónico, el papel del egoísmo y la avaricia como verdaderos motores y lastres de la naturaleza humana. Con aparente facilidad, Eisner va hilvanando las complejas tramas en un elaborado artificio de vidas cruzadas anterior al mismo concepto de vidas cruzadas en la que los personajes quedan perfectamente caracterizados en dos pinceladas dando un tono coral a la historia, aun cuando haya personajes cuyo peso en la trama vaya siendo progresivamente mayor respecto el de otros.
Quizás se pueda objetar que en ocasiones la historia resulte recargada de texto y el lector pueda perderse en el frenético ritmo impuesto por Eisner. Sin embargo, el autor siempre es capaz de dar con el giro preciso y la solución para rescatarnos y tentarnos con su virtuosismo gráfico con el que nos mantiene enganchados hasta el final a una historia que avanza en varias décadas a las intrigas políticas que los Scott, Spielberg y Stone nos han ido ofreciendo en el cine muchos años después.
En definitiva, “Vida en otro planeta” es un portento y un punto aparte. La única y última historia apócrifa de “The Spirit” y por ello completamente diferente a las demás. Una historia larga y compleja ambientada en nuestro amargo mundo real y alejada de la ingenuidad delirante de Central City, con un Danny Colt/ Blubb que consigue una pírrica victoria a los puntos respecto a unos villanos demasiado cercanos y reconocibles. "Vida en otro planeta" es el broche de oro con el que Eisner se despidió de esos universos de ficción que conocía tan bien para sumirse en sus nuevas novelas gráficas de temática más personal y costumbrista que en esa nueva época de su vida le apetecía realizar. Indispensables tanto unas como otras.
8 comentarios:
Yo sí tengo claro cuál es esa política de publicaciones. La misma que la del resto de editoriales españolas. Pocas veces una editorial patria reedita una obra extranejera si no lo ha hecho una editorial foránea antes. Cogen la edición, la traducen, le ponen una tapa dura (generalmente) y listos. Lo hace Planeta con Dark Horse (Conan, Creepy, Eerie) y lo ha hecho Norma con Vida en Otro Planeta. Esperó a que W.W. Norton & Co la reeditasen el año pasado y ahora la tenemos aquí. Así que ya sabemos cuándo tendremos 2001 de Jack Kirby si consiguen solventar los problemas de derechos.
Mr. Pablo, otro buen post suyo, y que bien me lo pase cuando lei esta historia de Eisner; coincido con usted: " ¨ Vida en otro planeta ¨ es un portento y un punto y aparte ". Saludos.
Fran,
Era un mero formulismo retórico. En realidad yo he llegado a la misma conlucisón que tú hace tiempo por las razones que tan bien argumentas.
Belknap,
Me alegro por la coincidencia en gustos. De todos modos, tuteame que el tratamiento me hace sentir viejuno. ;-D
Impacientes Saludos.
Mira, te has adelantado, precisamente tenía pensado preguntarte si al final había caído esta obra entre tus compras del Salón, porque a mi me encantó!!! Como bien dices, un portento!
En cualquier caso me alegro de que por fin se haya editado, me ha parecido una joya, saludos.
Pues era uno de mis imprescindibles del salón: lo buscaré en mi próxima visita a la tienda de cómics. Sin duda alguna Eisner era un maestro. Curiosamente a mí Spirit me satura en algunos momentos (aunque algunas historias son excelentes y el personaje es un acierto total), pero a la larga me cansa, me imagino que será porque es policiaca, un género que me tiende a aburrir. A mí el Eisner más "social" es el que me va.
Ya digo, uno de los más grandes de la historia.
Saludos.
Bueno, con lo de más grandes de la historia hablo de Eisner, no de este tebeo que acaba de editarse que yo aún no lo he leído. Lo digo para que se interprete bien la frase, que era un poco ambigua.
Saludos.
Akbarr,
Desde luego.
Jaime,
Yo también me alegro. Y es una joya.
David,
Se te ha entendido. Eisner es casi el alfa y el omega del cómic moderno a la altura de los más grades.
Sobre "The Spirit", quizás te saturas si lees de seguido muchas historias. Se disfruta más leyéndolo de poquitos y con sus consiguientes pausas. Con todo, no todas las historias tienen el mismo nivel de calidad y si, además, no te gusta la temática pues...
Impacientes Saludos.
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