Hay series que, a pesar de su calidad, pasan injustamente desapercibidas para el gran público, quizás porque los que escribimos regularmente sobre esto de los cómics tendemos a buscar la originalidad y la novedad que nos sorprenda y por resabiados minimizamos otros valores como la comercialidad y la mera diversión. Solo de ese modo puedo explicar que no haya escrito todavía de una serie como “Estela”, de la que Norma acaba de publicar su duodécima entrega “Zona Franca” (una más aparecida ya en Francia) , y que es probablemente, junto a “Nathan Never” y sin tener en cuenta reediciones y clásicos, de los cómics actuales de Ciencia Ficción que mejor mantiene ese equilibrio entre comercialidad y calidad.
No voy a destripar ahora –ya lo iré haciendo conforme la vaya releyendo- todos los intríngulis de este “space opera” que tiene en su eclecticismo para aglutinar, sin ningún tipo de complejo, todo tipo de influencias del rico y variado género de la Ciencia Ficción su principal cualidad, para centrarme en esta última entrega publicada en España en la que la protagonista de la serie, la humana Nävis, mientras continua apartada del servicio en Estela y actúa como mercenaria del ambiguo Ehmte Cis-Rohm, debe llevar a Soimitt, un asesino a sueldo con el que ya ha tenido encuentros y desencuentros, a un misterioso planeta viviente donde, gracias a sus curiosas propiedades, podrá eliminar los bloqueos mentales del asesino. Mientras esquiva a los fundamentalistas que viven allí, Nävis hará sorprendentes revelaciones sobre los misterios que rodean a la todopoderosa Estela y a su patrón.
“Zona Franca” no es ni de lejos el mejor álbum para incorporarse de nuevas a esta serie ya que incorporan revelaciones e introducen nuevos misterios que dejarán al lego desconocedor de la trama completamente fuera de juego. Y es que Morvan construye un álbum de acción en que las persecuciones frenéticas y los tiroteos se suceden sin tregua salpimentados de diálogos y referencias que obligan al lector a tener frescos en la memoria hechos y sucesos narrados en anteriores álbumes para no perderse del todo. Si la trama, fiel a los cánones del género, resulta entretenida y está bien llevada –insisto, sobre todo si se conoce de antemano lo ocurrido en otras entregas-, es en el aspecto gráfico donde el álbum y la serie destaca gracias al trabajo de Buchet, un dibujante muy plástico y hábil que se maneja con habilidad en la recreación de todo tipo de artefactos tecnológicos, razas extraterrestres y curiosos planetas.
En definitiva, un tebeo de género muy entretenido y una serie que no debería pasar desapercibida entre los amantes de la Ciencia Ficción que quieran pasar un buen rato con un tebeo que cumplirá todas sus expectativas salvo la de ser mínimamente original. Vosotros decidís
No voy a destripar ahora –ya lo iré haciendo conforme la vaya releyendo- todos los intríngulis de este “space opera” que tiene en su eclecticismo para aglutinar, sin ningún tipo de complejo, todo tipo de influencias del rico y variado género de la Ciencia Ficción su principal cualidad, para centrarme en esta última entrega publicada en España en la que la protagonista de la serie, la humana Nävis, mientras continua apartada del servicio en Estela y actúa como mercenaria del ambiguo Ehmte Cis-Rohm, debe llevar a Soimitt, un asesino a sueldo con el que ya ha tenido encuentros y desencuentros, a un misterioso planeta viviente donde, gracias a sus curiosas propiedades, podrá eliminar los bloqueos mentales del asesino. Mientras esquiva a los fundamentalistas que viven allí, Nävis hará sorprendentes revelaciones sobre los misterios que rodean a la todopoderosa Estela y a su patrón.
“Zona Franca” no es ni de lejos el mejor álbum para incorporarse de nuevas a esta serie ya que incorporan revelaciones e introducen nuevos misterios que dejarán al lego desconocedor de la trama completamente fuera de juego. Y es que Morvan construye un álbum de acción en que las persecuciones frenéticas y los tiroteos se suceden sin tregua salpimentados de diálogos y referencias que obligan al lector a tener frescos en la memoria hechos y sucesos narrados en anteriores álbumes para no perderse del todo. Si la trama, fiel a los cánones del género, resulta entretenida y está bien llevada –insisto, sobre todo si se conoce de antemano lo ocurrido en otras entregas-, es en el aspecto gráfico donde el álbum y la serie destaca gracias al trabajo de Buchet, un dibujante muy plástico y hábil que se maneja con habilidad en la recreación de todo tipo de artefactos tecnológicos, razas extraterrestres y curiosos planetas.
En definitiva, un tebeo de género muy entretenido y una serie que no debería pasar desapercibida entre los amantes de la Ciencia Ficción que quieran pasar un buen rato con un tebeo que cumplirá todas sus expectativas salvo la de ser mínimamente original. Vosotros decidís
4 comentarios:
¿Se pueden conseguir todos los números, fácilmente?
José Manuel,
Bienvenido. Creo que sí.
Impacientes Saludos.
Yo ya lo dije en su día. Desde Valerian no leia una saga tan buena de ciencia ficción, sobre todo los primeros numeros. Luego se ha ido enrevesando un poco el argumento y no se decide a empezar a darle fin, a dar aparición a la Tierra, o más humanos(los que la han leido saben lo que digo). Cosa normal de una saga que en el pais vecino es un superventas, pues que la alargan, a mi parecer en demasía. Pero aun así, si les gusta la ciencia ficción, compra segura, muy entretenida, que no defrauda.
Saludos
Toni,
Punto para tí.
A mí me extraña que haya pasado tan desapercibida a pesar del buen trabajo de Buchet y el oficio de Morvan (que sí estira, como todos, pero de momento entretiene). Lo de "Valerian" está muy bien traído porque esta serie es la heredera directa y la tiene como principal referente (entre otras).
Impacientes Saludos.
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