Leo en la Cárcel de Papel una lucida reflexión del alcaide acerca de la incorporación al palmarés del Salón de Barcelona de nuevos premios que están relacionados indirectamente realmente con el Cómic.
Como ya digo, Álvaro razona clarito y expone bien pero como ha aplicado la ley del silencio sobre los reclusos no hay oportunidad de objetar, disentir ni reflexionar con los otros reclusos del módulo aunque sea con mensajes con las cucharillas. Sin embargo, como el tema tiene su aquél, desde la soledad de mi celda voy a opinar al respecto.
Escribe Álvaro sobre la las sinergias del Salón del Cómic con otros ámbitos de entretenimiento como los videojuegos o el cine y los peligros que acarrea. Seguro que como físico ha estudiado el tema científicamente así que no voy a negar unas razones que comparto. Coincido en que no creo que sea competencia del Salón realizar esas estrategias de marketing que a corto y medio plazo emborronan el que sí debería ser su principal objetivo, promocionar los Cómics, a sus autores y ser un foro abierto a sus profesionales en el que debatir acerca de los problemas a los que se enfrenta el sector.
En esa línea, tiene sentido un palmarés de premios que busquen realmente ensalzar las obras y los autores aportando no solo el reconocimiento de los profesionales sino publicitándolo entre los que son ajenos al medio. Sin embargo, ¿premios de oportunidad como el de la "mejor película basada en un cómic" no restan méritos al resto de las categorías? ¿Qué pinta un premio de cine en un Salón de Cómics? ¿No tiene el Cine festivales suficientes repartidos por toda España que no hay pueblito, aldea ni barrio que no tenga uno como para que tenga que haber un premio en el Salón del Cómic dedicado al cine? ¿Dar a un premio a una película mediocre –porque mediocres son la mayoría de las adaptaciones de cómics- no resulta contraproducente para el propio Cómic asociándose a ese tipo de producto de dudosa calidad? ¿Deben los profesionales del Cómic premiar películas?...
No quiero decir que niegue la comunicación evidente entre medios. Una comunicación que es un tema apasionante para que en charlas, coloquios, exposiciones y demás que analicen esa intercomunicación pero que el Cómic ceda parte de lo que es su ámbito de protagonismo -y su trampolín mediático por pequeño que sea- a otro medio cultural es asumir una subordinación que da argumentos a sus detractores. ¿Han dado en la reciente edición de los Premios Goya un premio al mejor cómic sobre el que se ha basado una película? ¿A qué sería raro y confuso? Pues eso.
Me parece que un Salón tan arraigado como el de Barcelona (la 29ª edición que se dice pronto) no necesita ese tipo de guiños al cine para aumentar las visitas. La gente por mucho que algunos se empeñen no es tonta y sabe a lo que va a un Salón de Cómics y el reclamo de las películas no creo que anime a nadie más que pasar una buena jornada en un ambiente agradable y rematarla comprando tebeos.
Doctores tiene la iglesia pero en mi opinión el Cómic como Industria y como Medio tiene que ganar sus batallas sin caer en los cantos de sirena de los falsos amigos que a la larga poco pueden aportar, batallas que se ganan con obras de calidad, con autores de calidad y con soportes y ediciones populares al alcance de un público que no le da la espalda al medio cuando lo que le ofrecen merece la pena. Sin esa base sólida solo se construyen castillos de arena.
Como ya digo, Álvaro razona clarito y expone bien pero como ha aplicado la ley del silencio sobre los reclusos no hay oportunidad de objetar, disentir ni reflexionar con los otros reclusos del módulo aunque sea con mensajes con las cucharillas. Sin embargo, como el tema tiene su aquél, desde la soledad de mi celda voy a opinar al respecto.
Escribe Álvaro sobre la las sinergias del Salón del Cómic con otros ámbitos de entretenimiento como los videojuegos o el cine y los peligros que acarrea. Seguro que como físico ha estudiado el tema científicamente así que no voy a negar unas razones que comparto. Coincido en que no creo que sea competencia del Salón realizar esas estrategias de marketing que a corto y medio plazo emborronan el que sí debería ser su principal objetivo, promocionar los Cómics, a sus autores y ser un foro abierto a sus profesionales en el que debatir acerca de los problemas a los que se enfrenta el sector.
En esa línea, tiene sentido un palmarés de premios que busquen realmente ensalzar las obras y los autores aportando no solo el reconocimiento de los profesionales sino publicitándolo entre los que son ajenos al medio. Sin embargo, ¿premios de oportunidad como el de la "mejor película basada en un cómic" no restan méritos al resto de las categorías? ¿Qué pinta un premio de cine en un Salón de Cómics? ¿No tiene el Cine festivales suficientes repartidos por toda España que no hay pueblito, aldea ni barrio que no tenga uno como para que tenga que haber un premio en el Salón del Cómic dedicado al cine? ¿Dar a un premio a una película mediocre –porque mediocres son la mayoría de las adaptaciones de cómics- no resulta contraproducente para el propio Cómic asociándose a ese tipo de producto de dudosa calidad? ¿Deben los profesionales del Cómic premiar películas?...
No quiero decir que niegue la comunicación evidente entre medios. Una comunicación que es un tema apasionante para que en charlas, coloquios, exposiciones y demás que analicen esa intercomunicación pero que el Cómic ceda parte de lo que es su ámbito de protagonismo -y su trampolín mediático por pequeño que sea- a otro medio cultural es asumir una subordinación que da argumentos a sus detractores. ¿Han dado en la reciente edición de los Premios Goya un premio al mejor cómic sobre el que se ha basado una película? ¿A qué sería raro y confuso? Pues eso.
Me parece que un Salón tan arraigado como el de Barcelona (la 29ª edición que se dice pronto) no necesita ese tipo de guiños al cine para aumentar las visitas. La gente por mucho que algunos se empeñen no es tonta y sabe a lo que va a un Salón de Cómics y el reclamo de las películas no creo que anime a nadie más que pasar una buena jornada en un ambiente agradable y rematarla comprando tebeos.
Doctores tiene la iglesia pero en mi opinión el Cómic como Industria y como Medio tiene que ganar sus batallas sin caer en los cantos de sirena de los falsos amigos que a la larga poco pueden aportar, batallas que se ganan con obras de calidad, con autores de calidad y con soportes y ediciones populares al alcance de un público que no le da la espalda al medio cuando lo que le ofrecen merece la pena. Sin esa base sólida solo se construyen castillos de arena.
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