viernes, 5 de noviembre de 2010

“Los Muertos Vivientes 12: Vivir entre ellos”, de Robert Kirkman y Charlie Adlard.

No nos podemos quejar porque Planeta se está poniendo las pilas y sigue el ritmo de la edición norteamericana de “Los Muertos Vivientes” de Kirkman y Adlard –seguramente tanta presteza algo tendrá que ver en tanta presteza la adaptación televisiva- que en Estados Unidos va por el número 78 y el último TPB español incluye los números del 68 al72, un nuevo álbum en el que Kirkman nos vuelve a deleitar con un nuevo giro argumental (y van…) lleno de posibilidades.

Los supervivientes llegan por fin a Washington siguiendo la guía de Eugéne. Sin embargo, sus expectativas se ven truncadas y el panorama se vuelve más oscuro de lo habitual en una enorme ciudad invadida de zombis y sin apenas alimentos. Pero, cuando la situación es más desesperada, la aparición de un nuevo personaje que les anima a unirse a una comunidad de supervivientes mejor organizada y numerosa que la suya es recibida entre el recelo y la esperanza. ¿Habrán encontrado nuestros protagonistas un lugar donde instalarse por fin?¿Es todo tan bueno como parece?¿Serán capaces de adaptarse a la nueva situación? Tendréis que leeros el tebeo para saberlo.

Podría considerarse este TPB como un nuevo punto de inflexión en la serie y, si bien en cierta manera puede considerarse así, creo que el verdadero giroKirkman lo introdujo realmente en el anterior volumen, “Teme a los Cazadores”, en el que nuestros protagonistas dejaron de ser los “buenos” y empezaron a tomar decisiones moralmente discutibles justificadas para asegurar su supervivencia pero que ponen en tela de juicio su cordura y “humanidad”. En esta entrega, Kirkman empieza a sacar punto a esa nueva situación de conflicto entre los agotados protagonistas y la aparentemente pacífica comunidad de supervivientes para presentar en las últimas páginas un nuevo e inquietante registro en Rick y sus chicos. En ese sentido, resulta un placer ver como Kirkman va desarrollando con aparente sencillez las tramas y hace evolucionar a los personajes en una “serie-río” que de momento no acusa desgaste.

En el aspecto gráfico, ninguna novedad destacable con un Adlard cumplidor pero que no sobresale (salvo quizás en las meritorias portadas que los TPBs no incluyen) bien secundado por Cliff Rathburn.

En fin, cada entrega de “Los Muertes Vivientes” es una auténtica gozada que nos invita a disfrutar como en los tebeos de antes en los que las cabalas sobre como continuaría la historia eran casi tan importantes como lo que acabábamos de leer. Una serie que nadie debería perderse.

3 comentarios:

Juan dijo...

Soy un gran fan de la serie, aunque he de decir que últimamente me cansa un poco. No sé si es porque el último giro argumental me parece demasiado forzado (como si tocase ya meterse en otra comunidad) o porque creo que se ha vuelto ya un poco repetitivo. Está bien que el tema de los zombis no sea lo primordial, pero hombre, en los últimos números prácticamente ni se los ve dejando las desventuras con los nuevos vecinos, que si, que está bien, pero acaba por hacerse cansino.

Robur dijo...

Claramente cada vez mas va ganado la idea de los malos no son los zombies son los otros y ahora somos nosotros, y eventualmente los zombies pasan cada vez mas no ya a segundo sino a tercer plano. La serie me sigue gustando pero los tintes Hobbesianos casan y la hacen predecible.

No se a mi me gustaría que avanzase del reset constante y un poco mas de ambición argumental: Que produjo la el apocalipsis zombie? queda algún rastro de gobierno? Que pasa en el resto de los USA o del mundo? Es posible desarrollar una comunidad sin que uno de cada cinco sea un psicópata?

Por cierto el primer capitulo de la adaptación televisiva esta muy bien, en parte porque no sigue al tebeo al pie de la viñeta. Y a todo esto a esperar que salga el siguiente tomo

PAblo dijo...

Juan,

Yo tuve esa sensación hasta "Teme a los cazadores" en que me da la sensación que Kirkman apuesta por llevar un poco más al límite a los personajes.

Es cierto que se puede encontrar cierto patrón en la serie conforme los conflictos principales surgen de choquescon otros grupos y comunidades que se han adaptado ante los zombis de manera diferente. De todos modos, Kirkman es bastante hábil para que esa estructura un poco repetitiva no suponga -de momento- una monotonía para el lector.

Por otro lado, los zombis me da la sensación que no le interesan tanto a Kirkman como la situación extrema de supervivencia y jugar con las reacciones de los personajes. Supongo que explicar las causas de la invasión zombi y demás es una carta que desvelará en el futuro. Ah, y en este número, los zombis vuelven a tener su momento de gloría poniendo en buenos apuros a algunos miembros del grupo en Washington.

Robur,

En la contestación a Juan explico mi punto de vista sobre tus reflexiones. Yo creo que esos temas Kirkman ya los tiene bastante preparados y los desarrollará cuando decida finiquitar la serie -es mi impresión subjetiva, ojo- y lo que realmente le interesa es profundizar en la psicología de los personajes y sus reacciones. A mí el distanciamiento que ha tomado respecto a los principales protagonistas para ofrecer una visión menos maníquea me parece muy astuto y tengo ganas de ver hasta donde lo desarrolla.

No he visto todavía nada de la adaptación televisiva. A ver si encuentro tiempo...

Impacientes Saludos.