Ahora que Norma Editorial ha anunciado la publicación en los próximos meses del quinto album de “Pema Ling” me parece un momento tan bueno como cualquier otro para realizar la relectura de la obra que presentó en España al francés George Bess como autor completo tras su dilatada experiencia como dibujante de Jodorowsky en series como “El lama blanco”, “Juan Solo” o “Los Gemelos Mágicos”.
“Lágrimas y Sangre” es el primer álbum de esta serie en el que asistimos a la clásica presentación de los principales personajes y de los años de infancia de la protagonista Pema Ling, una niña tibetana hija de un titiritero que se dedica a acompañar a su padre en su trasiego de pueblo en pueblo al frente de su itinerante compañía de variedades durante los meses de verano. Cuando el crítico espectáculo de marionetas del padre de Pema Ling despierta las iras de la nobleza local, la compañía tendrá que darse a la fuga pero son interceptados por los soldados que masacran a todos menos a la pequeña protagonista y a su tío deforme que logran escapar. La traumatizada niña, haciéndose pasar por un chico e incapaz de articular palabra, encuentra cobijo en un monasterio tibetano regido por otro de los hermanos de su padre donde se irá paulatinamente adaptando a la vida y costumbres del monasterio al tiempo que cura sus heridas y toma conciencia de su misión en la vida, convertirse en una guerrera para vengar el asesinato de los suyos.
George Bess a lo largo de su carrera ha mostrado siempre una especial fascinación por Oriente en general y la cultura tibetana en particular por lo que tampoco era de extrañar que su obra más ambiciosa se localizara en esas tierras a través de un drama histórico en el que nos relata la vida y aventuras de su joven heroína Pema Ling en una historia que destaca por la documentada ambientación del relato y la minuciosidad con que el autor describe los escenarios y costumbres tibetanos antes que por la originalidad del planteamiento basado en el tópico, pero efectivo, argumento de venganza.
Bess es un dibujante con un estilo clásico detallista que destaca por su gran acabado y que en esta serie realiza uno de sus mejores trabajos con un dibujo que busca ante todo el realismo y que entronca directamente en la tradición de grandes firmas del Cómic como José Luis Salinas o Hal Foster, teniendo quizás esta obra en “Príncipe Valiente” su principal referencia a la hora de construir la narración. Y es que el peculiar sistema narrativo de Foster carente de bocadillos de diálogos y con textos narrativos que complementan cada viñeta es hasta cierto punto adaptado por Bess para complementar sus dibujos con abundantes cartelas que refuerzan la labor gráfica y que buscan dotar a la historia más allá del mero divertimento de un carácter didáctico acerca de las costumbres del lejano Tíbet (a pesar que las traducciones de los términos tibetanos que se añaden en la edición de Norma resulten aleatorias, erráticas y confusas habiendo sido preferible que se hubiera incorporado un glosario al final del álbum).
El único pero que se le puede achacar al álbum es que de inicio cuesta entrar en la historia debido al modo en que el autor presenta los hechos encadenando constantes flashbacks, pero esa sensación queda superada conforme va avanzando la lectura y nos dejamos hipnotizar por el colorido y minuciosidad con que Bess plantea cada una de las viñetas y nos hacemos con todas las piezas de un rompecabezas que tampoco precisaba tanto misterio.
En definitiva, “Lágrimas y Sangre” fue un buen debut de una serie que va mejorando conforme avanza y de la que poco a poco iré comentado más cosas. Estad atentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario