El viernes fui a ver el esperado regreso de James Cameron a las pantallas con “Avatar”, una película que viene precedida por la fama de los doce años que le ha costado al director sacarla adelante y la inversión en tecnología 3D realizada. Detalles estos encomiables llamados a acrecentar la leyenda de una película en caso que rompa a buena pero que pronto se olvidan si el resultado no está a la altura de las expectativas e incluso pueden volverse en su contra . Tras las casi tres horas de proyección, salí del cine con la sensación que Cameron mantiene intacta su comunión para agradar al gran público y la película será el estreno de las Navidades, pudindo convertirse para los chavales de hoy en día lo que para los de mi generación fue “Star Wars”, aunque debajo de su brillante envoltorio haya bastante poca chicha que rascar. Les cuento.
En un futuro lejano, Jake es un ex marine en silla de ruedas llega a Pandora, un lejano planeta de exuberante y mortífera naturaleza donde una corporación industrial se dedica a explotar los yacimientos de un estratégico mineral. El protagonista llega para ocupar el lugar de su hermano fallecido y su función consiste en conducir un avatar, un cuerpo en el que vuelca su identidad y con el que se relacionará con la población alienígena nativa, los Na ‘vi. La misión de Jake consiste en infiltrarse, mediante su avatar, entre los Na´vi y aprender de ellos para poder la compañía apropiarse del enorme filón de mineral que hay debajo de su poblado a cambio de recuperar la movilidad de sus piernas. Sin embargo, cuando Jake se enamora de una Na’vi y conoce su cultura se empieza a replantear las prioridades… ¿Quieren saber más? Tendrán que ver la película.
James Cameron no escatima en medios para construir un mundo virtual a la medida de la imaginación del espectador, al que le ofrece todo bien mascadito, en una superproducción para todos los públicos estructurada hasta el último detalle para apabullar con una historia que, a falta de originalidad, retoma referencias clásicas que nunca fallan, rastreables a través de otras películas que ya mostraron su fiabilidad comercial en años anteriores. Cameron ofrece una historia de ciencia ficción con un, más que políticamente correcto, mensaje ecologista y le imprime, como es marca de la casa, el adecuado tono épico que una cinta de estas características requiere, sin molestarse en disimular ante el espectador más agudo las referencias a películas como “La Selva Esmeralda” o “Bailando con Lobos”, por poner sólo dos ejemplos significativos, y sin restarle, por ello, méritos a la propuesta de entretenimiento realizada por Cameron que, a pesar de no guardar ninguna sorpresa para el espectador resabiado más allá de su bello envoltorio, logra plenamente su objetivo de entretener durante toda su proyección sin que decaiga el ritmo en ningún momento. En medio de esta vorágine de efectos especiales, hay un grupo de actores con oficio que dan credibilidad a todo el artificio, entre los que destacan la siempre efectiva Sigourney Weaver y un desatado Stephen Lang que borda su papel de villano dando rienda suelta a todo su histrionismo.
En definitiva, reconozco que me hubiera gustado haber visto esta película con los ojos ingenuos (es un decir) de un niño para rendirme sobrecogido a la espectacular imaginería de Cameron pero a pesar de vérsele las costuras la historia está lo suficientemente bien hilvanada como para entretener a mi yo adulto en una historia poco exigente. Ustedes mismos.
En un futuro lejano, Jake es un ex marine en silla de ruedas llega a Pandora, un lejano planeta de exuberante y mortífera naturaleza donde una corporación industrial se dedica a explotar los yacimientos de un estratégico mineral. El protagonista llega para ocupar el lugar de su hermano fallecido y su función consiste en conducir un avatar, un cuerpo en el que vuelca su identidad y con el que se relacionará con la población alienígena nativa, los Na ‘vi. La misión de Jake consiste en infiltrarse, mediante su avatar, entre los Na´vi y aprender de ellos para poder la compañía apropiarse del enorme filón de mineral que hay debajo de su poblado a cambio de recuperar la movilidad de sus piernas. Sin embargo, cuando Jake se enamora de una Na’vi y conoce su cultura se empieza a replantear las prioridades… ¿Quieren saber más? Tendrán que ver la película.
James Cameron no escatima en medios para construir un mundo virtual a la medida de la imaginación del espectador, al que le ofrece todo bien mascadito, en una superproducción para todos los públicos estructurada hasta el último detalle para apabullar con una historia que, a falta de originalidad, retoma referencias clásicas que nunca fallan, rastreables a través de otras películas que ya mostraron su fiabilidad comercial en años anteriores. Cameron ofrece una historia de ciencia ficción con un, más que políticamente correcto, mensaje ecologista y le imprime, como es marca de la casa, el adecuado tono épico que una cinta de estas características requiere, sin molestarse en disimular ante el espectador más agudo las referencias a películas como “La Selva Esmeralda” o “Bailando con Lobos”, por poner sólo dos ejemplos significativos, y sin restarle, por ello, méritos a la propuesta de entretenimiento realizada por Cameron que, a pesar de no guardar ninguna sorpresa para el espectador resabiado más allá de su bello envoltorio, logra plenamente su objetivo de entretener durante toda su proyección sin que decaiga el ritmo en ningún momento. En medio de esta vorágine de efectos especiales, hay un grupo de actores con oficio que dan credibilidad a todo el artificio, entre los que destacan la siempre efectiva Sigourney Weaver y un desatado Stephen Lang que borda su papel de villano dando rienda suelta a todo su histrionismo.
En definitiva, reconozco que me hubiera gustado haber visto esta película con los ojos ingenuos (es un decir) de un niño para rendirme sobrecogido a la espectacular imaginería de Cameron pero a pesar de vérsele las costuras la historia está lo suficientemente bien hilvanada como para entretener a mi yo adulto en una historia poco exigente. Ustedes mismos.
6 comentarios:
habrá que verla haber que tal, técnicamente promete (cine del siglo XXI, así lo llaman), aunque la historia ya veremos....
Caray, PAblo, decir que puede ser para las jóvenes generaciones como Star Wars para los más talluditos, es decir mucho... pero mucho mucho, ¿no te parece?
Saludos.
Yo la vi en 2D y me parecio que visualmente es una peli muy impactante, sobre todo al principio es dificil distinguir seriamente las partes CGI y las reales, aunque en la segunda parte el planeta a ratos parecia el acuario de Miami el dia de navidad de cualquier año de mediados de los 80.
La historia es de una simpleza y una mezcla de topicazos a brocha gordisima que le resta mucho. Mas cerca de los spinoffs de los Ewoks que de Star Wars a mi gusto. Yo pense lo mismo de la Selva esmeralda, y si quieres cosas de Dune y, segun unas chavalitas detras mia en la proyeccion, de Pocahontas :)
No creo que tenga, ni de lejos, el impacto de Star Wars. Y no por ser mejor o peor sino simplemente por lo que comentas en la crítica... revolución tecnológica, hasta cierto punto, e historia demasiado trillada. A esa combinación le falta algo para convertirse en un referente. Una película entretenida y correcta pero poco más.
Cierto es que la historia no aporta nada, y es una mezcolanza de cosas ya vistas, tanto a nivel argumental como visual. Pero que buen pulso tiene Cameron dirigiendo. Casi 3 horas de película y un ritmo prácticamente perfecto. La estructura de la película es precisa a más no poder, ya me gustaría ver algo de, por ejemplo, Miyazaki, tan bien planeado desde el principio.
Por lo demás, técnicamente es impresionante, aunque yo recomiendo su visionado en 3D.
Una lástima que quede esa sensación de “ya visto”.
Enayat, (bienvenido)
Imagino que ya estarás al tanto...
David,
¿Y por qué no? Probablemente que un fenómeno como "Star Wars" se repita es enormemente complicado pero, si una película puede lograrlo es esta. Habrá que esperar años para ver si esta película significa realmente algo en la historia del cine o no.
Robur,
No sólo a "La Selva Esmeralda" hay préstamos, por ser finos, de un montón de películas.
Skarloc,
Coincido al 100%.
Impacientes Saludos (y feliz año a todos)
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