jueves, 15 de octubre de 2009

“Si la cosa funciona” de Woody Allen.

Después de sus últimos bolos por tierras paganas donde ha recibido los agasajos y mimos que en su país no recibe a cambio de unos últimos trabajos, en mi opinión, bastante desiguales, Allan Stewart Konningberg, alías Woody Allen, vuelve con “Si la cosa funciona”, su última película, a sus orígenes en más de un sentido, con una comedia ambientada en Nueva York, que satisfará en su predecibilidad a sus muchos incondicionales y que crispará un poco más a aquellos –muchos también- que no le aguantan. Les cuento.

Boris es un antipático y pesimista amargado con un enorme cociente intelectual que se dedica a malvivir dando clases de ajedrez a niños mientras critica la condición humana desde su atalaya. Sin embargo, sus inamovibles principios empiezan a tambalearse cuando da refugio a una paletilla del Sur mona, ingenua y un poco tonta, que se ha escapado de su casa y con la que termina casándose. Todo parece ir bien hasta que hacen acto de presencia los padres de ella quienes empiezan a enturbiar su relación al tiempo que van evolucionando en La Gran Manzana. Si quieren saber más, tendrán que ver la película.

Woody Allen nos ofrece, alejada del artificio de sus últimas películas, una nueva muestra de lo que mejor sabe hacer, alta comedia ambientada en un Nueva York que ha sabido retratar como pocos. Tergiversando el mito de Pigmalion, Allen a través de sus pesonajes ironiza en torno a las relaciones sentimentales y los contrastes culturales, dejando un par de buenos momentos, en una película que no añade ninguna novedad a su ya larga cinematografía y se sustenta en el excelente reparto encabezado por un Larry David, que hace de Allen mejor que el propio Woody, y salva en buena medida una película con pocas pretensiones.

En esta película nos encontramos con el Allen que menos soportan sus detractores. El más teatral en sus desarrollos y egocéntrico en sus planteamientos por lo que no aconsejaría a ninguno que se acercara al cine a verla. Pero, si no se pertenece a ese selecto y respetable grupo, “Si la cosa funciona” deja algunas situaciones en las que es inevitable sonreír y buenas interpretaciones que deben ganar en versión original (yo la vi doblada y, aunque el doblaje no es malo, es una película para ver en V.O.S). No es poca cosa para poco más de hora y media de duración. Ustedes mismos.

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Vicky, Cristina y Barcelona

3 comentarios:

Etrigan dijo...

Aunque Woody me gusta mucho, a veces hace películas menores, y yo creo que está es una de esas. Me parece fallida en cuanto a la resolución de ciertas situaciones, además de que cae en los clichés muy conocidos de Allen. En cuanto al actor protagonista hubiera preferido ver a Woody interpretándose a sí mismo como viejo cascarrabias. Pese a todo tiene algunos diálogos soberbios.

Osukaru dijo...

A mi esta peli de Woody Allen me encantó. Me pareció entretenida y divertida y me ofreció lo que esperaba de una comedia "manhattaniana" del autor. Su falta de pretensiones ya queda claro en los primeros minutos del film en los que el propio protagonista se dirige al público y lo proclama a los cuatro vientos.

Yo la recomiendo.

PAblo dijo...

Etrigan,

Pues a mí la incorporación de David me parece uno de los puntos fuertes de la película. Interpretando un papel "a la medida de Allen" logra hacer más salvable una película que si hubiera interpretado él mismo Woody creo que hubiera resultado mucho menos original.

Impacientes Saludos.