lunes, 31 de agosto de 2009

Jim Starlin tiene razón.

Entrevistador: Es decir, que utilizas esa ambientación (de ciencia ficción) para hablar de temas muy humanos, incluso de gente real.

Jim Starlin: Sí. Cuando en la década de los setenta empecé a dibujar Capitán Marvel, por ejemplo, podíamos dibujar naves espaciales mejor de lo que podían hacerlas en las películas durante algún tiempo. Ahora no podemos competir con películas como Star Wars, son mucho más espectaculares. Así que básicamente si no tienes una historia, si no cuentas algo sobre las personas, intentar arrastrar a los lectores al espacio exterior es perder el tiempo. En la mayoría de los casos no tengo problemas con eso porque casi todas mis historias son sobre personas y todo lo referente al espacio es simplemente ambientación. Tengo una regla cuando escribo: el personaje principal tiene que pasar por algún tipo de transición a lo largo de la historia. Tiene que cambiar su forma de pensar sobre algo o aprender alguna cosa. De otro modo sólo es una pelea y una pelea no es una historia, tiene que haber una transformación de algún tipo.

(Extracto de una interesante entrevista realizada a Jim Starlin por David Caro en 2005 para Tebeosfera y que pueden leer completa aquí. Leyéndola se advierte que Starlin tiene las ideas muy claras respecto a las distintas vertientes de su trabajo, como creador y como ejecutivo. Un tipo inteligente más allá de lo controvertido de algunas de sus decisiones para el fandom).

3 comentarios:

Jaime Sirvent dijo...

Y añadiría que tiene más razón que un santo, por eso es un autor tan cojonudo, por tener las cosas claras y por hacerlas bien.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
PAblo dijo...

Pues sí, y es lo que se han olvidado dentro del género superheroico en las últimas décadas, que priman los personajes y su tratamiento respecto a lo megachachi que sea el dibujante de turno. Sin que evolucionen los personajes es imposible mantener una historia durante mucho tiempo (aunque algunos lleven mal que nos pese cincuenta años haciéndolo).

Impacientes Saludos.