Me entero tarde, como casi siempre tarde a través de La Cárcel de Papel, de la muerte el pasado domingo de uno de nuestros históricos de la Historieta, probablemente uno de los pocos que quedaban vivos de la generación que empezó a publicar en la posguerra, Alfons Figueras. Autor de dilatadísima trayectoria, destacando su labor sobre todo en Bruguera, para la que creó una enorme cantidad de personajes entre los que destacaron “Topolino, el último héroe” y “Aspirino y Colodion”. Figueras demostró en el conjunto de su obra un sentido de la narración gráfica innato y se mostró siempre como un autor especialmente dotado para el gag humorístico destacando por apostar por el humor surrealista en una época en la que este no estaba especialmente de moda.
D.E.P.
D.E.P.
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