jueves, 18 de junio de 2009

“Endurance” de Luis Bustos.

¡Madre mía, qué calor hace! Vengo de la calle y me encuentro medio deshidratado, con mi pálida piel enrojecida y una película de sudor que sólo una buena ducha puede eliminar. Se ha adelantado la canícula y se imponen soluciones extremas contra el calor como, por ejemplo, apoltronarse en un sitio fresquito al lado de un buen aparato de aire acondicionado y disfrutar con la lectura del último y más ambicioso trabajo de Luis Bustos, “Endurance”, en el que nos narra con pulso firme la aventura antártica de Ernest Shackleton, uno de los últimos y más grandes exploradores que ha dado el siglo XX.

La desgraciada expedición de Shackleton que pueden encontrar resumida espléndidamente aquí siempre me ha parecido desde que se la escuché a Sebastián Álvaro (¿o fue a Juan Antonio Cebrián?) en la radio hace años, una de las aventuras reales más conmovedoras, épicas y apasionantes protagonizadas por un ser humano jamás. Como ese magnífico explorador y sus compañeros fueron capaces de sobrevivir aislados entre los hielos antárticos durante casi dos años abandonados a su suerte y recursos mientras el resto del mundo los olvidaba y vivía en plena I Guerra Mundial, superando a una desventura tras otra siempre he pensado que era material para una magnífica novela o, como es el caso, un estupendo y entretenido cómic en el que Luis Bustos se nos muestra como un estupendo narrador, lleno de recursos para salir con bien de esta compleja aventura.

Bustos demuestra ser un autor completo que a una composición de página clásica que le permite contextualizar la historia va incorporando paulatinamente soluciones más arriesgadas para ir alejándose de los hechos objetivos que están al alcance de cualquiera en los libros de historia intentado a través de estudiadas composiciones y un blanco y negro lleno de matices, conectar con el lector a un nivel más primario para comunicarle las sensaciones que los desvalidos protagonistas de la expedición de Shackleton padecieron. Así, Bustos demuestra en esta obra entender los entresijos del lenguaje del cómic y no conformarse con las soluciones fáciles que hagan de la narración de la historia un aburrimiento predecible sino que busca vistosas soluciones siempre al servicio de lo narrado sorprender y mantener el interés del lector logrando que muchas de sus páginas tengan una entidad polisémica para interactuar y aportar información a distintos niveles con una riqueza de matices que obliga a una nueva relectura para ir descubriendo detalles que hemos podido pasar por alto.

Es cierto, también, que Bustos juega con ventaja y la historia de Shackleton y sus hombres funciona y engancha por sí misma de tal modo que es difícil no captar la atención del más exigente de los lectores pero Bustos tiene el mérito de saber interpretar y transmitir toda su grandeza, épica y miseria de un modo exclusivo y original, propio exclusivamente del cómic, que no puede dejar de agradar por lo novedoso a los que ya estén familiarizados de antemano con la historia y merece el aplauso de todos los que reivindicamos el Cómic como un medio tan valido como cualquiera para contar todo tipo de historias.

En fin, “Endurance” garantiza aventura de la buena y un autor inspirado dispuesto a poner la carne en el asador para que la historia funcione. No es poca cosa en estos tiempos. La edición de Planeta correcta.

5 comentarios:

Rotebor dijo...

Hola, PABLO:
La sola mención del tema de la travesía de Shackleton es señal de interesantísimo argumento. Cuando yo tenía unos 10 años leí un libro (no recuerdo el título, debería estar entonces en la biblioteca de mi padre) sobre esa expedición y quedé impresionado durante años con el tema de las expediciones polares; así continué con Amundsen, Scott, Byrd; y finalmente, creo que por los '60, con la carrera hacia el Polo Sur de Hillary (cuyo libro sobre la ascención al Everest ya había devorado) y el doctor Vivian Fuchs.
Debo tener guardadas en alguna parte las páginas de periódicos sobre esta aventura.
Imagino, por lo que cuentas aquí, que debe ser doblemente atractivo ver la historia (veradera epopeya heroica) ilustrada.
Un saludo transatlántico.

PAblo dijo...

Rotebor,

Yo también soy aficionado a todas estas epopeyas y no sólo las polares sino las grandes exploraciones por África con gente como Livingstone, Stanley o Lawrence. Son historias apasionantes y reales a las que yo me enganché sobre todo gracias a la radio, escuchando programas como "La rosa de los vientos" (no creo que lo escuchases en Argentina) o documentales en la televisión en las que hablaban de ellas. Luego, intentaba preocuparme por encontrar algún libro sobre el tema. Aunque a veces no era fácil.

A mí de esta obra sobre todo lo que me ha gustado es que Bustos se acerca a la epopeya de Shackleton y sus hombres utilizando recursos propios y exclusivos del cómic con lo que la historia resulta novedosa y original aunque ya la conozcas de antemano.

Un estupendo tebeo.

Rotebor dijo...

PABLO:
Te recomiendo conseguir "Historia de los descubrimientos geográficos" de Paul Herrmann. La edición que yo tengo es de 1967, de Editorial Labor de Barcelona; son tres tomos de unas 500 páginas cada uno: 1- De la Prehistoria al final de la Edad Media, 2-América, África y el Pacífico; 3-Asia, Australia y las regiones polares. Es historia que se lee como relatos muy amenos, y además se transforma en una base de consulta permanente.
Te aseguro que su lectura es absorbente y hay que esforzarse para suspender hasta el capítulo siguiente.
Un abrazo.

PAblo dijo...

Recomendación apuntada.

Sobre la epopeya de Shackleton sin haberlo leído, este apunta maneras:

http://www.libreriadenautica.com/items/shackleton-LS-35.html

Impacientes Saludos.

priem dijo...

Coincido con ROTEBOR, en su opinión de los libros de Paul Hermann.
Pero para mi, el mejor es TOM LONGSTAFF Título del libro: " Recuerdos de Viaje ", publicado en la misma colección de Editorial Labor.