Para cerrar -de momento- el monográfico dedicado a Hermann Huppen he reservado para el final la que para muchos es su mejor obra y la que, probablemente, dada su extensión y complejidad temática a lo largo de casi treinta años mejor sirva para seguir la evolución, tanto gráfica como argumental, de este genial artista.
“Jeremiah” se inicia en 1979 de la necesidad como creador de Hermann de contar sus propias historias sin necesidad de la presencia de un guionista como Greg que, hasta cierto punto, hasta ese momento había sido su maestro y mentor en el mundo de los cómics. De este modo, Hermann abandonó “Bernard Prince” –posteriormente también dejaría “Comache”- para iniciar en solitario la publicación de “Jeremiah”, serie que se ha definido habitualmente como un “western posapocalíptico” pero que, quitando los primeros álbumes, ha ido perdiendo ese carácter para convertirse en un universo paralelo en el que Hermann trata sobre aquellos problemas contemporáneos que le preocupan sin abandonar por ello el tono aventurero de la serie.
En muchas ocasiones, se ha considerado que la principal influencia de la serie sería la saga “Mad Max”, sin embargo de existir tal influencia es al contrario ya que el estreno de la película en Australia y la publicación del primer álbum de la serie es del mismo año, 1979, y el director Georges Miller ha admitido que conocía el cómic de Hermann. Realmente, la única influencia que ha reconocido Hermann ha sido la novela “Revenge” de René Barjavel.
Curiosamente, “Jeremiah” fue contratada para su publicación en la revista alemana “Zack” para la editorial Koralle, que por aquella época intentaba introducirse en el mercado franco-belga, pero debido a sus arriesgadas propuestas para la época Hermann vio cancelada la publicación de aquella primera historia que acabó apareciendo seriada en seis partes en la revista “Metal Hurlant” y, posteriormente continúo con la publicación de la serie en “Spirou”.
Hermann en esta primera historia, “La noche de las rapaces”, nos pone en antecedentes en apenas cuatro soberbias viñetas, del escenario en el que se va a desarrollar la serie: La Tierra ha sufrido una guerra nuclear como consecuencia de un conflicto racial en Estados Unidos y está desvastada. Este planteamiento que otros autores habrían explotado hasta la saciedad es olvidado por Hermann a partir de ese momento para centrarse en los personajes y sus historias presentándonos a la pareja que será el motor de la serie: Jeremiah, un adolescente noble e ingenuo y su contrapunto, Kurdy Malloy, un superviviente nato, cínico y ambiguo. Personajes a los que el propio autor define como un “boy-scout” y un “hooligan” y pareja incombustible que sólo se separará en un álbum de toda la serie, “Las aguas de la ira” y cuya maduración y evolución marcará la serie.
A partir de los cuatro primeros álbumes que para muchos son los mejores de la serie y el modelo western más evidente, Hermann evoluciona rápidamente introduciendo temáticas más adultas e interesantes sin abandonar los elementos de acción que sirven de motor de unas tramas cada vez más complejas. En este sentido, Hermann repite a lo largo de la serie aquellos temas que le interesan como el abuso de los poderosos frente a los débiles, el mal uso de la ciencia, los abusos a menores o los fundamentalismos religiosos, sin que por ello la obra resulte repetitiva o monótona.
Técnicamente, “Jeremiah” es la obra que mejor permite comprobar la evolución técnica de Hermann. A partir del segundo álbum de la serie, “Por un puñado de arena” cambia el pincel por el rotring, técnica que utilizaría hasta que el abandono de la serie de su colorista habitual Raymond en el tomo 12, “Julius et Romèa” le anima a partir del 19, “Zone Frontiére” a la aplicación del color directo en los álbumes posteriores con resultados espectaculares. Asimismo, a pesar del alejamiento de Fred, su influencia es perceptible en la obra de Hermann en la manera en que este compone la página para mantener la atención del lector y el interés por la lectura y la construcción en numerosos álbumes de la serie de varias tramas paralelas que confluyen en un único desenlace fina,. Técnica esta que Hermann ha ido depurando a lo largo del tiempo hasta convertirse en un auténtico maestro. Hermann a nivel gráfico en “Jeremiah” da lo mejor de sí logrando resultados espectaculares en la mayoría de sus álbumes de los que resulta difícil destacar alguno sobre los demás.
“Jeremiah” es una serie bien conocida en España por los aficionados más veteranos gracias a la publicación de 1980 a 1993 por Ediciones Junior (Grijalbo) de los dieciséis primeros álbumes, viéndose interrumpida a partir de ese momento su publicación hasta que fue retomada en 2003 por Dolmen Editorial quién a partir de ese momento ha iniciado la publicación desordenada de parte de los álbumes inéditos publicado hasta el momento seis álbumes.
Esperemos que coincidiendo con el treinta aniversario de la serie en 2009 Dolmen publique el resto de los álbumes inéditos y lleve a cabo la reedición del resto de la serie.
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