Pues sí, señores y señoras, al hilo de la serie de entradas que vengo realizando sobre la obra de Hermann Huppen hemos llegado al día de su cumpleaños en el que el autor cumple 70 años . No se me ocurre mejor forma que celebrarlo que hacer una pequeña semblanza de su figura, aparte de continuar con el repaso de su obra, que continuará a lo largo de esta semana.
Hermann Huppen nació en Bérvecé, un pequeño pueblo belga de las Ardenas cercano a la frontera alemana, el 17 de julio del mismo año, 8 de mayo, que lo haría otro gigante del cómic europeo, Jean Giraud (en cuanto termine con Hermann me pongo con Giraud, palabra). Hermann fue un niño de la guerra y, con apenas 13 años, se trasladó a vivir a Bruselas para entrar en un taller de ebanistería y una escuela nocturna donde estudía diseño. En 1957, Hermann emigra a Canadá, junto a su familia, donde trabaja en un estudió de arquitectura y aprovecha para aprender español permaneciendo allí durante tres años. A su vuelta a Bélgica, trabaja como diseñador de interiores pero su cuñado, Philippe Vandooren, futuro editor de "Plein-feu", la revista de los scouts belgas, al ver la calidad de sus dibujos le anima para que realiza una historia para su revista. Al ver esa primera historia, Greg, lo ficha inmediatamente para su estudio y en 1965 empieza a colaborar activamente para "Tintin" la revista de la que Greg era redactor jefe y con la que colaborará durante quince años realizando multitud de historias cortas y participando en series como “Yugurtha”, “Bernard Prince” (1966) o “Comanche” (1969). En el estudio de Greg y bajo su batuta, durante tres años, Hermann irá desarrollando un estilo propio y aprendiendo los secretos del oficio, compatibilizándo su labor con un trabajo en un estudio de arquitectura, hasta que decide independizarse y volar en solitario. De modo que, en 1979, inicia la que es su primera gran serie , “Jeremiah”, ambientada en un futuro posarmaguedon de la que lleva 29 álbumes, compatibilizándola, a partir de 1980, con “Nic” (tres álbumes) una serie de temática infantil que realizase con Morphee (Vandoreen) a los guiones y, a partir de 1984, con “Las torres de Böis-Maury” (diez álbumes) y su secuela “Bois-Maury” (tres álbumes), una serie de ambientación medieval de la que hablaremos mañana. Todos estos trabajos, y dada la inquietud profesional de Hermann y enorme capacidad, los ha ido compaginando a lo largo de los años con una amplia serie de álbumes autoconclusivos entre los que destacan "Abominable" (1986), "Los Dalton" (1980), ambos libros recopilatorios de historias cortas anteriores, "Alerte aux pirates" (1980), "Missié Vandisandi" (1991), “Caatinga”(1999), “Wild Bill ha muerto”(1997), “Luna de Guerra” (2000) en colaboración con Van Hamme, o “Sarajevo-Tango” (1995) sobre el conflicto yugoslavo que marcó profundamente a Hermann dada su amistad con el editor Ervin Rustemagic. A partir del año 2000 con la publicación de “Lazos de Sangre”, Hermann inicía una colaboración continua con su hijo, el guionista Yvés Hermann, con quién ya había colaborado en 1995 en “Le secret des hommes chiens”, quién realizará la mayoría de los guiones de los álbumes autoconclusivos de esta última época (“Lazos de Sangre”(2000), “Zhong Guo”(2003), “La chica de Ipanema”(2005), “Manhattan Beach 1957”(2002), “Tras las huellas de Drácula: Vlad el empalador”(2006)) reservándose para sí la continuación en solitario de “Jeremiah” y su última obra hasta la fecha el álbum “Afrika” (2008). Su penúltima obra, “La vie exagérée de l’homme Nylon” (2007), Hermann la ha realizado con Hans Michael Kirstein en una obra inédita todavía en España y en la que explora el género satírico e incorpora alta dosis de sensualidad.
Enhorabuena a un autor que a sus 70 años mantiene la vitalidad y seguramente nos reservará más de una sorpresa agradable.
Abajo les dejo un video con un repaso a la producción de Hermann y en este enlace tienen una revisión visual a toda la producción de este incansable trabajador.
Hermann Huppen nació en Bérvecé, un pequeño pueblo belga de las Ardenas cercano a la frontera alemana, el 17 de julio del mismo año, 8 de mayo, que lo haría otro gigante del cómic europeo, Jean Giraud (en cuanto termine con Hermann me pongo con Giraud, palabra). Hermann fue un niño de la guerra y, con apenas 13 años, se trasladó a vivir a Bruselas para entrar en un taller de ebanistería y una escuela nocturna donde estudía diseño. En 1957, Hermann emigra a Canadá, junto a su familia, donde trabaja en un estudió de arquitectura y aprovecha para aprender español permaneciendo allí durante tres años. A su vuelta a Bélgica, trabaja como diseñador de interiores pero su cuñado, Philippe Vandooren, futuro editor de "Plein-feu", la revista de los scouts belgas, al ver la calidad de sus dibujos le anima para que realiza una historia para su revista. Al ver esa primera historia, Greg, lo ficha inmediatamente para su estudio y en 1965 empieza a colaborar activamente para "Tintin" la revista de la que Greg era redactor jefe y con la que colaborará durante quince años realizando multitud de historias cortas y participando en series como “Yugurtha”, “Bernard Prince” (1966) o “Comanche” (1969). En el estudio de Greg y bajo su batuta, durante tres años, Hermann irá desarrollando un estilo propio y aprendiendo los secretos del oficio, compatibilizándo su labor con un trabajo en un estudio de arquitectura, hasta que decide independizarse y volar en solitario. De modo que, en 1979, inicia la que es su primera gran serie , “Jeremiah”, ambientada en un futuro posarmaguedon de la que lleva 29 álbumes, compatibilizándola, a partir de 1980, con “Nic” (tres álbumes) una serie de temática infantil que realizase con Morphee (Vandoreen) a los guiones y, a partir de 1984, con “Las torres de Böis-Maury” (diez álbumes) y su secuela “Bois-Maury” (tres álbumes), una serie de ambientación medieval de la que hablaremos mañana. Todos estos trabajos, y dada la inquietud profesional de Hermann y enorme capacidad, los ha ido compaginando a lo largo de los años con una amplia serie de álbumes autoconclusivos entre los que destacan "Abominable" (1986), "Los Dalton" (1980), ambos libros recopilatorios de historias cortas anteriores, "Alerte aux pirates" (1980), "Missié Vandisandi" (1991), “Caatinga”(1999), “Wild Bill ha muerto”(1997), “Luna de Guerra” (2000) en colaboración con Van Hamme, o “Sarajevo-Tango” (1995) sobre el conflicto yugoslavo que marcó profundamente a Hermann dada su amistad con el editor Ervin Rustemagic. A partir del año 2000 con la publicación de “Lazos de Sangre”, Hermann inicía una colaboración continua con su hijo, el guionista Yvés Hermann, con quién ya había colaborado en 1995 en “Le secret des hommes chiens”, quién realizará la mayoría de los guiones de los álbumes autoconclusivos de esta última época (“Lazos de Sangre”(2000), “Zhong Guo”(2003), “La chica de Ipanema”(2005), “Manhattan Beach 1957”(2002), “Tras las huellas de Drácula: Vlad el empalador”(2006)) reservándose para sí la continuación en solitario de “Jeremiah” y su última obra hasta la fecha el álbum “Afrika” (2008). Su penúltima obra, “La vie exagérée de l’homme Nylon” (2007), Hermann la ha realizado con Hans Michael Kirstein en una obra inédita todavía en España y en la que explora el género satírico e incorpora alta dosis de sensualidad.
Enhorabuena a un autor que a sus 70 años mantiene la vitalidad y seguramente nos reservará más de una sorpresa agradable.
Abajo les dejo un video con un repaso a la producción de Hermann y en este enlace tienen una revisión visual a toda la producción de este incansable trabajador.
3 comentarios:
Estás que no paras ... buena introducción a uno de los autores mas prolíficos de la BD. Para mi, lo mas destacable de Hermann es el colorido, uno de los mejores, y las historias, siempre originales y con un toque especial. Del dibujo, me quedo con la etapa con Greg, me gustaba mas el trazo variable de la pluma que el trazo fino y constante del rotring. La mejor obra ... seguramente Jeremiah. Le faltó un gran éxito, un gran personaje... siempre estuvo a las puertas, pero no llegó a redondear la faena.
No sé si le faltó un gran personaje, más bien me da la sensación que siempre ha ido a rebufo de otros autores a pesar de su virtuosismo tan personal. Fue lo que le pasó, por ejemplo, con Giraud y su "Comanche".
Mis obras preferidas suyas son "Las Torres..." y "Comanche".
Yo me quedo con "las torres" sin duda.
Como autoconclusivos Caatinga y Sarajevo-Tango que para las 48 páginas más/menos del europeo, los redendea casi a la perfección.
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