viernes, 11 de julio de 2008

“El incidente” de M. Night Shyamalan




Me resulta muy difícil expresar una opinión sobre el cine del director de origen indio M. Night Shyamalan sin caer en la contradicción. Por un lado, admiro su inquietud como guionista que busca no quedarse en las adocenadas y trilladas sendas del cine de género y, desde planteamiento sin complejos, intentar siempre ofrecer algo más, historias dramáticas con un componente universal y accesible para aquellos que nunca entraría a ver una película de gritos, admiro también su virtuosismo como director y su gusto por los recursos más clásicos de la intriga y el terror psicológico aprendidos, de grandes como Polanski o Hitchcock y que, lamentablemente, se están perdiendo en el cine actual por el exceso – y, en demasiadas ocasiones, abuso- de los efectos especiales. Pero, sin embargo, por otro lado, sus películas desde la excelente “El Sexto Sentido” y exceptuando esa joyita que es “Señales”, sus películas no dejan de provocarme nada más que tibieza donde debería haber entusiasmo lastradas sus estupendas proposiciones y guiones por una frialdad y perfeccionamiento tras la cámara que hace que las perciba más como fríos ejercicio de estilo para un espectador iniciado que como obras cuyo fin principal es entretener, lo que puede lllevar al bostezo si no se cuenta con la necesaria motivación.

El incidente” sigue la misma estructura que las anteriores cintas de Shyamalan (especialmente con la que para mí es una de sus mejores cintas, “Señales”), aunque, en esta ocasión, da la sensación de estar mejor resuelta y conseguir mantener al espectador enganchado a la trama durante más tiempo a costa de limitar la importancia de la intrahistoria de los protagonistas frente a la trama principal de la película.

En la costa este de Estados Unidos, un mal viento sopla que inhibe algunas enzimas del cerebro y provoca oleadas de suicidios. Nadie conoce el origen de una amenaza que provoca el terror de la población que intenta desesperadamente huir de su epicentro antes de que los alcance. Entre los fugitivos, se encuentran Elliot Moore (Mark Wahlberg), profesor de ciencias de instituto, su mujer, la taciturna Alma (Zooy Deschanel), su colega Julian (John Leguizamo) y la hija de este. Alma y Elliot están sufriendo una crisis en su relación, pero eso no impide que se unan para intentar escapar de un mal invisible que cada vez ataca a grupos más pequeños y para el que aparentemente no hay tratamiento.

Shyamalan, partiendo de planteamientos del cine de catástrofes más clásico, explora en est cinta algunos de los miedos a los que se enfrenta el hombre occidental contemporáneo como la vulnerabilidad frente a supuestas amenazas terroristas que nos inculcan desde los medios de comunicación constantemente en este inicio de milenio a las consecuencias de la soledad y la incomunicación, personificados en la loca ermitaña que se encuentra los personajes en su huida. En esta ocasión, el director nos ahorra farragosos prólogos y en los primeros diez minutos de la película nos pone en situación mostrando las perturbadoras manifestaciones de la amenaza invisible que, por su verosimilitud y crudeza, asustan más que cualquier monstruito, y, a partir de la inercia de ese prometedor inicio, la cinta se deja ver mejor que otras, aprovechando la estructura de fuga que dota a la película de una velocidad más a la que el cine de Shyamalan nos tiene acostumbrados para acabar con un gran final que homenajea las mejores ofertas del cine de serie B. Shyamalan se centra en administrar con maestría la tensión psicológica a la que se enfrentan los protagonistas en su huida utilizando recursos clásicos como la adecuada introducción de una excelente banda sonora. Los protagonistas se enfrentan a un terror desconocido al tiempo que intentar resolver sus problemas conyugales y teorizan sobre las causas de la amenaza, con una estudiada autocontención muy propia de su cine y que, en muchas ocasiones, le resta credibilidad pero que esta vez está mejor resuelta gracias a la buena labor actoral. La solución final tanto a la amenaza invisible como a la relación de los personajes principales resulta quizás en exceso ventajista para con el espectador, aunque no deja de estar rodada con un comedimiento que la hace creíble dentro de la estructura lógica de la historia, e incluso, la moraleja proecologista – el efecto Gaia es una de las soluciones que se barajan entre los protagonistas para explicar la amenaza- está introducida con elegante sutileza en el mecanismo de la historia. Resulta especialmente destacable en la película, la labor del protagonista, un excelente Mark Walberg, que encarna a la perfección el tipo de protagonista que le gusta a Shyamalan en sus películas, un ciudadano medio que intenta salir adelante de una situación que le sobrepasa al tiempo que buscar resolver una crisis personal, realizando un de sus mejores interpretaciones hasta la fecha.

En definitiva, “El incidente” es una buena película en la que Shyamalan vuelve a sus orígenes para encontrar la verdad de su cine logrando en esta ocasión acercarse bastante al éxito en su búsqueda de la piedra filosofal de la comercialidad con la autoría. Si es a este nivel, que siga buscando.


5 comentarios:

Mar dijo...

No está mal... pero, ¿Señales?
Yo me dormí en el cine, con eso te digo todo...
;-D

Besitos

p.d. Alguna vez -más- teníamos que estar en desacuerdo, ¿no?

EduXavi dijo...

A mí la que me dejó tibio de verdad fue La joven del agua, que casi me cuesta llegar al final (pero, a diferencia de Mar, yo nunca me duermo, creo).
Shyamalan es un director que te ofrece unos temas y planteamientos siempre novedosos que te atraen a la primera de cambio, esperando con ansia ver la película de turno, porque siempre parece que nos obsequia con algo diferente a lo visto hasta el momento. Pero creo que en más de una de sus películas le falta redonear los finales y, en esta en concreto, el metraje final que sucede en la granja, con propietaria enajenada incluida, creo que está metida un poco con calzador y no llega a integrarse bien el la trama general de este film.
Pero, de todas formas, es un director que marcó un estilo con su admirada El sexto sentido y su interesantísima El bosque, por lo que hay que continuar siguiéndole la pista y darle un voto de confianza. Eso seguro.

Mar dijo...

No puede una tener ni un despiste, oiga!!!
Para una vez ¡UNA! que me duermo...
:-D

Y sí: es que El Sexto Sentido es -o me parece- muy lograda, redonda que dicen por ahí ;-) Y La Joven del Agua es un cuento del que la mayoría se esperaba más, por eso el choque fue mayor.

Besitos

Juan Rodríguez Millán dijo...

A Shyamalan le tengo en un altar... pero para mí El incidente es un pequeño patinazo. Sí, encaja en su filmografía; sí, es curiosa; sí, está rodada con mucha elegancia... Pero en definitiva no. Me daría para un capítulo de En los límites de la realidad, pero para una película no.

A mí Señales sí me gustó, y La joven del agua me parece una preciosidad. Pero sigo creyendo que su película más perfecta es El protegido... Y eso que no le gusta a casi nadie... Qué le voy a hacer, soy rarito para algunas cosas...

Por incidir en la polémica, nunca me he dormido viendo una película, je, je...

PAblo dijo...

Shymalan es un director interesante, sí, pero creo que se le ha sobrevalorado un poco (o un mucho). "La joven en el agua" no la he visto (todavía) así que no opino pero el resto de sus películas son todas susceptibles de debate lo que tampoco está tan mal.

No estoy demasiado de acuerdo en lo que comenta Eduxavi. A mí Shyamalan no me parece un director "moderno", más bien, me parece un director con un estilo elegante -eso sí- pero muy influido por clásicos como Polanski y, sobre todo, Hithcock (eso es una de las cosas que más me gusta de su cine). Si cabe, es más novedoso en su acercamiento a los géneros clásicos intentado proponer siempre propuestas originales que en ocasiones resultan muy chocantes. De sus películas, mi preferida es "El Sexto Sentido" pero creo que "Señales" también está muy bien. "El Protegido" es una película que ganará con el tiempo y "El bosque" alternaba momentos muy interesantes con otros soporiferos. Estoy de acuerdo con Eduxavi sobre el tema de la ermitaña, está metido con calzador en la historia y no aporta demasiado pero, supongo, que la cosa se hubiera quedado muy corta de contenido teniendo en cuenta que la crisis entre la pareja la acababa de arreglar con una frase justo antes de llegar a la granja y en ningún momento se muestra muy interesado en convertir a los protagonistas en héroes sino en víctimas indefensas de una amenaza a la que no pueden hacer frente.

Impacientes Saludos

(Yo sólo me he dormido una vez en el cine viendo al inefable Will Smith en "Men in black" pero no veo mal que quién quiera lo haga que para combatir el insomnio cualquier solución es valida y, a veces, para lo que hay que ver sales preguntándote porque no te habrías quedado en casa echando una cabezadita).

Mar, si al final no vamos a estar de acuerdo en casi nada pero así es más divertido.