Como el pasado fin de semana estuve un poco agobiado con la preparación del viaje, las despedidas y demás, no me dio tiempo a dejarles por aquí, como era mi intención, mis impresiones acerca de nuestra gloriosa representante en la carrera a los Oscar, que tantas expectativas ha levantado y que, supongo, a más de uno habrá decepcionado. Mi retraso supone que casi todos los interesados hayan visto ya la película y tenga formada su propia opinión. Yo les voy a dejar aquí la mía.
He leído opiniones para todos los gustos, (casi todas elogiosas) de la última y primera película de Juan Antonio Bayona. Desde las que plantean que es un estudio de los miedos esenciales de una madre ante la desaparición de un hijo en clave de terror a la que establece que es un mal producto a la medida de los mercados internacionales en los que quiere despuntar. Por partes: “El Orfanato” no es una gran película de terror sino que es una correcta película de sustos y, en ese sentido, el director logra dosificar perfectamente la tensión para que el susto se produzca en el momento adecuado y mantener atrapado al espectador dentro de una trama a la que la cuesta arrancar pero cuando lo logra consigue entretener a pesar de la interpretación de una Belén Rueda sobreactuada en lo dramático como ya la pasara en “Mar adentro” y que hace muy poco creíbles sus personajes (aunque quizás sea fobia mía porque debo reconocer que esta actriz es superior a mis fuerzas) y algunos resbalones en el guión (¿Un orfanato de seis niños?, ¿Dónde estaba la directora que sale al principio cuando Benigna se cargaba y enterraba a los críos?) que se obvian nada más salir del cine ante tanto susto y la consistencia de la trama principal pero que desvirtúan un producto bien elaborado y que, imagino, funcionará bien en taquilla.
La historia, que a estas alturas ya conocerán, hunde sus raíces en los cuentos de fantasmas góticos tipo Henry James o Sheridan Le Fanu con todos los elementos propios del género (caserón, niños fantasmas, misterios, etc) a la manera que ya hiciera el oscarizado Alejandro Aménabar en “Los Otros”, pero sin alcanzar las cotas de tensión y misterio que este logró en su película, quizás porque Amenabar planteó una película de terror y no de sustos. Para un aficionado al cómic también es agradable ver algunas referencias del director a cómics de actualidad, cosa por otro lado lógica cuando la manija del proyecto como productor la lleva un Guillermo del Toro que más de un consejo debe haberle dado a Bayona (el Simón enmascarado en medio de la fiesta a mí me recuerda al Amigo de “20th Century Boys”). Al final, en “El orfanato” casi todos los misterios tienen una explicación lógica y el final inevitable y previsible, dejando una sensación de ya visto al aficionado al género que a los quince minutos de iniciada la película ya sabe por donde van los tiros, pero que no quita méritos a la película como producto comercial para todo tipo de públicos ni como primera obra de un director que, no lo olvidemos, se enfrenta a su primer largo y sale bastante bien parado. Que el producto no esté a la altura de las expectativas creadas, es más que probable, pero ojalá se sigan haciendo películas de género en España. Gente con talento y ganas hay.
He leído opiniones para todos los gustos, (casi todas elogiosas) de la última y primera película de Juan Antonio Bayona. Desde las que plantean que es un estudio de los miedos esenciales de una madre ante la desaparición de un hijo en clave de terror a la que establece que es un mal producto a la medida de los mercados internacionales en los que quiere despuntar. Por partes: “El Orfanato” no es una gran película de terror sino que es una correcta película de sustos y, en ese sentido, el director logra dosificar perfectamente la tensión para que el susto se produzca en el momento adecuado y mantener atrapado al espectador dentro de una trama a la que la cuesta arrancar pero cuando lo logra consigue entretener a pesar de la interpretación de una Belén Rueda sobreactuada en lo dramático como ya la pasara en “Mar adentro” y que hace muy poco creíbles sus personajes (aunque quizás sea fobia mía porque debo reconocer que esta actriz es superior a mis fuerzas) y algunos resbalones en el guión (¿Un orfanato de seis niños?, ¿Dónde estaba la directora que sale al principio cuando Benigna se cargaba y enterraba a los críos?) que se obvian nada más salir del cine ante tanto susto y la consistencia de la trama principal pero que desvirtúan un producto bien elaborado y que, imagino, funcionará bien en taquilla.
La historia, que a estas alturas ya conocerán, hunde sus raíces en los cuentos de fantasmas góticos tipo Henry James o Sheridan Le Fanu con todos los elementos propios del género (caserón, niños fantasmas, misterios, etc) a la manera que ya hiciera el oscarizado Alejandro Aménabar en “Los Otros”, pero sin alcanzar las cotas de tensión y misterio que este logró en su película, quizás porque Amenabar planteó una película de terror y no de sustos. Para un aficionado al cómic también es agradable ver algunas referencias del director a cómics de actualidad, cosa por otro lado lógica cuando la manija del proyecto como productor la lleva un Guillermo del Toro que más de un consejo debe haberle dado a Bayona (el Simón enmascarado en medio de la fiesta a mí me recuerda al Amigo de “20th Century Boys”). Al final, en “El orfanato” casi todos los misterios tienen una explicación lógica y el final inevitable y previsible, dejando una sensación de ya visto al aficionado al género que a los quince minutos de iniciada la película ya sabe por donde van los tiros, pero que no quita méritos a la película como producto comercial para todo tipo de públicos ni como primera obra de un director que, no lo olvidemos, se enfrenta a su primer largo y sale bastante bien parado. Que el producto no esté a la altura de las expectativas creadas, es más que probable, pero ojalá se sigan haciendo películas de género en España. Gente con talento y ganas hay.
2 comentarios:
Vaya, fui a verla el otro fin de semana yo también y la verdad es que, quizá por eso de las expectativas (que siempre, o normalmente, es cosa mala) esperaba más. Pero tampoco salí con mal gusto. Me gustaron muchos de sus planos suaves, la banda sonora elegida... la trama en sí, esa historia sumida en lo fantástico y que acaba con una explicación racional; y como no, como en todos estos géneros, una burbuja de incertidumbre siempre flotando en el aire...
Ahora sí, si tú dices que Belén Rueda no te termina de agradar; a mí la actuación que me sacó continuamente de la catarsis era la de el señor que hacía de su marido: Fernando Cayo.
Y coincido en todo lo que dices al final. Gente con talento y ganas hay, y siempre debería haber; y habrá, otra cosa es que se les abran las adecuadas puertas. Soñemos con ello.
Una sonrisa.
Claro yo no estoy de acuerdo en varias cosas:
- Por ejemplo, no me parece que sea previsible y discrepo en que a los quince minutos de la película ya sepas por donde van a ir los tiros, probablamente los listos sí, pero yo durante parte de la película pensé que los niños del orfanato siempre habían sido fantasmas incluso cuando la protagonista era pequeña.
- Tampoco me parece que Belén Rueda esté sobreactuada. Más bien me parece que trás tanta comedia televisiva al público nos cuesta ubicarla en papeles como éste. Pero yo debí de creermela porque pasé toda la película angustiada por esa madre.
- En cuanto a las expectativas, no debíamos esperarnos más, el hecho de que esta película fuese como la han calificado "idónea para los Oscars" ya hacía suponer que fuese comercial y para un público internacional.
- Por otra parte me fastidia la constante comparación con "Los Otros", me parece que son demasiado diferentes para utilizarla de referente.
Y por último nunca, nunca, nunca volveré a pronunciar entera la frase: 1, 2 y 3 toca la..." para no tener que volverme a mirar que hay a mi espalda.
Besitos
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