Un año más he acudido acompañado de mi señora a la Feria del Libro de Madrid que se viene celebrando en el Parque del Buen Retiro desde el 25 de Mayo hasta el 10 de Junio.
Las visitas a la Feria son para mí una cita anual con la nostalgia, del recuerdo de acudír con mis padres para perderme entre la marabunta de público y las colecciones de pasadores de mis primeros años a ir con mis amigos para perderme entre las pilas de libros y los ojos de las dependientas en la adolescencia. Sin embargo, todas las ediciones suelen tener situaciones comunes repetidas en un bucle constante: las lluvias de los primeros días, el calor sofocante del resto, los autores superventas capeando con mano izquierda el asedio de sus lectores y los autores bisoños que no venden tanto agradeciendo el contacto del lector casual que, tímido, le compra un ejemplar y busca su firma. Y, finalmente el colofón final de la pila de bolsas llenas de libros y cómics que me toca cargar hasta casa solo o sobornando a amigos mientras me pregunto anonadado “Dios, ¿dónde voy a meter todo esto?”.
Sin embargo, no era esto lo que yo quería contar sino más bien lo mucho que me llama la atención la progresiva presencia e importancia del Cómic en la Feria. No, no me refiero a la presencia de editoriales y librerías especializadas que viene repitiéndose todos los años y que suelen ser siempre las mismas. Más bien, me llama la atención como los cómics se han encontrado – quizás por primera vez - en igualdad de condiciones en los estantes y mostradores de muchas librerías no especializadas. ¿Y saben otra cosa? La gente miraba, compraba y curioseaba sin ningún pudor. También me ha sorprendido ver como una gran superficie como la Fnac ha apostado por los autores de cómics un sábado por la mañana (en teoría una de las mañanas en las que más público debe acudir) con la presencia de Alfonso Azpirí (Lorna) y Purita Campos (Esther) y sus colas no eran de las más pequeñas (bueno, la de Azpirí sí en comparación con las que forma en el Expocómic, por poner un ejemplo, pero la de PC era bastante larga, pero ninguna tenía punto de comparación con la de la los chicos y la exuberante chica de “Ponte a prueba” con los que compartían caseta).Y otros días, han pasado por allí autores como Carlos Giménez, Liniers o Miguel Brieva, Alejandro Jodorowski y Sonia Pulido. Y, saben otra cosa, los que más curioseaban, pedían y estaban enterados eran los niños con lo que también se cae otro de esos mitos de que los niños de hoy en día no leen cómics. A mí esta Feria me ha confirmado algo que ya venía intuyendo desde hace tiempo y es que los cómics no están tan mal, ni venden tan poco ni son tan minoritarios como algunos pretenden hacernos creer con sus quejas y lamentaciones. En general, la gente no es tonta y lee mucho más de lo que pueda pensarse.
Así que si están por Madrid y les apetece vayan a visitar la Feria que seguro que encuentran alguna lectura que pueda interesarles y, además, el Retiro está bonito para perderse. Yo volveré el año que viene a reencontrarme con mis nostalgias y constantes habituales y, quien sabe, quizás con que los cómics ocupan aún más espacio. Dénse prisa, que se acaba mañana.
Sin embargo, no era esto lo que yo quería contar sino más bien lo mucho que me llama la atención la progresiva presencia e importancia del Cómic en la Feria. No, no me refiero a la presencia de editoriales y librerías especializadas que viene repitiéndose todos los años y que suelen ser siempre las mismas. Más bien, me llama la atención como los cómics se han encontrado – quizás por primera vez - en igualdad de condiciones en los estantes y mostradores de muchas librerías no especializadas. ¿Y saben otra cosa? La gente miraba, compraba y curioseaba sin ningún pudor. También me ha sorprendido ver como una gran superficie como la Fnac ha apostado por los autores de cómics un sábado por la mañana (en teoría una de las mañanas en las que más público debe acudir) con la presencia de Alfonso Azpirí (Lorna) y Purita Campos (Esther) y sus colas no eran de las más pequeñas (bueno, la de Azpirí sí en comparación con las que forma en el Expocómic, por poner un ejemplo, pero la de PC era bastante larga, pero ninguna tenía punto de comparación con la de la los chicos y la exuberante chica de “Ponte a prueba” con los que compartían caseta).Y otros días, han pasado por allí autores como Carlos Giménez, Liniers o Miguel Brieva, Alejandro Jodorowski y Sonia Pulido. Y, saben otra cosa, los que más curioseaban, pedían y estaban enterados eran los niños con lo que también se cae otro de esos mitos de que los niños de hoy en día no leen cómics. A mí esta Feria me ha confirmado algo que ya venía intuyendo desde hace tiempo y es que los cómics no están tan mal, ni venden tan poco ni son tan minoritarios como algunos pretenden hacernos creer con sus quejas y lamentaciones. En general, la gente no es tonta y lee mucho más de lo que pueda pensarse.
Así que si están por Madrid y les apetece vayan a visitar la Feria que seguro que encuentran alguna lectura que pueda interesarles y, además, el Retiro está bonito para perderse. Yo volveré el año que viene a reencontrarme con mis nostalgias y constantes habituales y, quien sabe, quizás con que los cómics ocupan aún más espacio. Dénse prisa, que se acaba mañana.
4 comentarios:
Pues mira por dónde en mi visita de este año a la Feria seguí algunos consejos de nuestro impaciente lector, y cayeron "Los muertos vivientes" de Kirkman y el primer libro de "Canción de hielo y fuego". Ya me leí el comics de los zombies y está francamente bien, aunque echo de menos un poco más de ambiente, no me acaba de convencer el dibujante.
Por cierto, a otra de mis compras del día, "Sky high", casi que le pasaba lo contrario, los guiones no dan para mucho pero el ambiente me pareció bastante logrado (recomendable).
Sí, ya avisé que el aspecto gráfico no es lo mejor de "Los muertos vivientes", pero la historia engancha. Creo que dentro de poco Planeta se lía la manta a la cabeza y saca otro tomo después de más de un año. No entiendo como una serie que cuenta con el respaldo del público no la da más cancha.
Sobre "Canción de hielo y fuego" estáte atento que dentro de poco escribiré sobre "Choque de Reyes".
Por cierto, que es bien gordito el libro, ¿se tarda mucho en leerlo, o las apariencias engañan y se termina rápido? (en realidad preferiría lo segundo, que el tiempo no sobra!)
Eso dependerá de tus gustos. Lo que sí te puedo decir es que a pesar de su volumen se lee con facilidad y a la mayoría de los lectores les atrapa. Martin mide bien los tempos y conoce el oficio para mantener la atención del lector. Eso sí, no es un libro que sobresalga por su estilo. Te lo pasarás bien.
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