Retomo la lectura de la serie de Dark Horse “Conan, El Cimmerio” que viene publicando Planeta mensualmente con la curiosidad de comprobar como ha resuelto esta vez el equipo creativo formado por Timothy Truman y Tomás Giorello la papeleta de adaptar uno de los relatos protagonizados por el cimmerio más celebrados de Robert E. Howard, “El Coloso Negro” que ya contara con una formidable adaptación al cómic realizada por los clásicos Roy Thomas, John Buscema y Alfredo Alcalá en los setenta que los talluditos leímos en el “Super Conan 7” y actualmente está disponible en “La Saga de Conan 10”.
Tras abandonar de nuevo Cimmeria, Conan se ha enrolado en un ejército de mercenarios al mando de Almaric El León conocido como Los Compañeros Libres que sirven al mejor postor. Tras una larga campaña sirviendo al reino de Ofir, son contratados por la bella regente del reino de Khoraja, Yasmela, quién ve sus fronteras amenazadas por sus ambiciosos vecinos y un misterioso profeta de Set, Nasthok al que apodan El Escorpión, quién ha reunido un poderoso ejército entre los pueblos del desierto para arrasar con los Reinos Hiboreos del Norte empezando por la débil Khoraja para hacerse con su reina. Nathok ,que en realidad es la personificación de un hechicero vuelto a la vida tras tres mil años, tiene como esclavo a un colosal demonio negro que le sirve acosa en sueños a la bella Yasmela quien se pone bajo la protección de l dios Mitra el cuál la encomienda que ponga su ejército al mando del primer hombre que se encuentre por la calle que no es otro que cierto mercenario borracho llamado Conan. Para saber como acaba la cosa tendréis que leeros los tebeos (o el relato de Howard).
Como decía, Truman y Giorello tenían complicado realizar una adaptación satisfactoria de una de las mejores historias del Cimmerio sin embargo hay que reconocer que resuelven la papeleta más que satisfactoriamente y aunque no hagan olvidar el clásico aprovechan con habilidad la riqueza del mundo hyboreo creado por Howard para, respetando la esencia de la historia narrada por Thomas y Buscema, enriquecerla con nuevos matices que en aquella quedaron más desdibujados profundizando en los personajes secundarios como Yasmela, Almaric o el mismo Nathok quien en algunos momentos eclipsa al cimmerio y dando cohesión al relato cronológico de los relatos de Howard presentando algunos otros personajes como Sergius que se volverán a cruzar en el futuro inmediato del protagonista. Timothy Truman siempre me ha parecido un guionista muy inteligente y todavía no he leído un cómic suyo que no haya sido como mínimo entretenido y, en la comparación con Thomas, resulta menos literario y más ordenado en la presentación ordenada de la historia.
En el aspecto gráfico, sería sonrojante comparar al bueno de Tomás Giorello con un monstruo como John Buscema en una de sus más inspiradas historias. De hecho, Giorello es consciente de ello y se nota que ha estudiado el trabajo de Buscema– si os apetece comparar ambas historias hay algunas viñetas en las que prácticamente solo cambia un poco la perspectiva respecto a las soluciones de Big J.- pero por otro lado sabe encontrar soluciones gráficas novedosas con algunas composiciones de páginas espectaculares y una cuidada narración muy compenetrada con la labor de Truman y el colorista José Villarrubia, con lo que Giorello, que ya ha salido bien parado de la comparación con Richard Corben en el anterior arco argumental de la serie, vuelve a salir reforzado a la espera de “enfrentarse” con otra vaca sagrada del cómic norteamericano como el veterano Joe Kubert en los próximos números del que ya podemos disfrutar en la segunda parte del número 12 de la edición de Planeta (que se correspondería con el 14 de la edición americana), un entretenido episodio de relleno que sirve para caracterizar el tipo de relación que mantiene Conan con Yasmela.
En fin, “Conan, El Cimmerio” es una agradable lectura y una excelente serie, bien complementada por los acertados artículos de Francisco Calderón, cuya edición quizás Planeta debería haber cuidado más publicándola directamente en tomo en lugar de en grapa (y publicar el tomo dentro de…¿un año, dos años?). Por lo menos, espero que las ventas permitan acabar la serie que ya ha sido clausurada en Estados Unidos por Dark Horse.