Es lo único que se me ocurre tras ver la polémica que se ha generado en torno a este desafortunado post, en el que el Tío Bernie traduce un texto del blog de Eddie Campbell dedicado a la novela gráfica en España en el que opina, bastante alegremente, sobre las calidades de Manuel Barrero como crítico y experto.
Lo que ha llevado una vez más –y van…- a que buena parte de lo más granado de la blogosfera comiqueril se posicione en defensa de uno u otro y se empiece a responder a alusiones más o menos directas en los comentarios a la entrada y en twitter en lo que promete convertirse en una absurda serpiente de verano.
Francamente, no voy a posicionarme por ninguno de los bandos porque creo que este tipo de polémicas estériles solo hacen daño y enfangan la imagen del medio que tanto aman y conocen unos y otros, convirtiendo una de sus principales plataformas de divulgación en los tiempos que corren –Internet- en poco más que un “Sálvame” en el que críticos y divulgadores acaban comportándose como los polemistas del dichoso programa, dejando que el verdadero tema de interés – el cómic, la novela gráfica, como queráis llamarle…- languidezca a los ojos de cualquier aficionado y lector ocasional que pudiera interesarse por el mismo.
Los principales implicados en la polémica deberían intentar reparar sus diferencias personales en privado y evitar enfangar la imagen del medio y la propia aun más, ya que estas chiquilladas no están a la altura de sus trayectorias, así como dirigir sus esfuerzos a seguir aportando positivamente en el estudio e investigación del Cómic, del que ambos son expertos.
Ya hay demasiado amarillismo a todos los niveles en nuestra sociedad para dejar que este salpique también un debate que se supone serio.
Lo que ha llevado una vez más –y van…- a que buena parte de lo más granado de la blogosfera comiqueril se posicione en defensa de uno u otro y se empiece a responder a alusiones más o menos directas en los comentarios a la entrada y en twitter en lo que promete convertirse en una absurda serpiente de verano.
Francamente, no voy a posicionarme por ninguno de los bandos porque creo que este tipo de polémicas estériles solo hacen daño y enfangan la imagen del medio que tanto aman y conocen unos y otros, convirtiendo una de sus principales plataformas de divulgación en los tiempos que corren –Internet- en poco más que un “Sálvame” en el que críticos y divulgadores acaban comportándose como los polemistas del dichoso programa, dejando que el verdadero tema de interés – el cómic, la novela gráfica, como queráis llamarle…- languidezca a los ojos de cualquier aficionado y lector ocasional que pudiera interesarse por el mismo.
Los principales implicados en la polémica deberían intentar reparar sus diferencias personales en privado y evitar enfangar la imagen del medio y la propia aun más, ya que estas chiquilladas no están a la altura de sus trayectorias, así como dirigir sus esfuerzos a seguir aportando positivamente en el estudio e investigación del Cómic, del que ambos son expertos.
Ya hay demasiado amarillismo a todos los niveles en nuestra sociedad para dejar que este salpique también un debate que se supone serio.