No se puede negar que es espectacular. Ahora la cosa es que le sepan dar un poco de ritmillo y que la historia esté bien hilvanada para que me guste a pesar de Ryan Reynolds.
Tampoco estaría mal que, más allá de la larga sombra de Geoff Johns y sus macroeventos, tuvieran algún guiño para los Julius Schwartz, Carmine Infantino, Gil Kane y demás.
De Alan Scott, ya ni hablamos, claro…