Una de las grandes
satisfacciones que me dejó el 2013 fue la reedición por parte de EDT en una
estupenda edición de la que quizás sea una de las mejores obras de mi
reivindicado Philippe Druillet, uno de los grandes maestros olvidados de esa
aventura excesiva y genial llamada “Humanoides Asociados” y su emblemática
“Metal Hurlant”. Se trata de la serie “Lone Sloane” y, sobre todo, su primer
álbum “Los seis viajes de Lone Sloane”.
Lone Sloane es un viajero perdido
en el espacio que busca el camino de regreso a la Tierra viviendo todo tipo de aventuras que le pondrán en
contacto con las divinidades siderales y todo tipo de criaturas y seres
interplanetarios.
A lo largo de las diversas aventuras
cortas que fueron agrupadas en este primer álbum uno asiste sobrecogido al
monumental trabajo gráfico de un superdotado como es Druillet que convierte
cada página en una lisérgica experiencia para los sentidos abriendo en cada
viñeta una ventana a su fértil y alucinante imaginación en una construcción del
género de la Ciencia Ficción que bebe más de la Fantasía Caótica de Michael Moorcock o del Terror abisal y primigenio de H.P. Lovecraft que de corrientes más cientifistas y ortódoxas de los Asimov o Clarke.
Y es que Druillet siempre fue más un
privilegiado del dibujo que del guión y deja que este solo sea el punto de
partida sobre el que desarrollar sus portentosas visiones aunque el lector poco
acostumbrado pueda sentirse por momentos abrumado y sentirse sobrepasado y
perdido sin un relato coherente que le guíe por los mundos fantásticos del autor.
Y, sin embargo, si se
renuncia a la búsqueda de sentido a las tremebundas aventuras de Lone Sloane se
disfrutará plenamente de un tebeo que nace más para ser (ad)mirado que leído, obra
de un autor sobresaliente cuya esencia bruta fue sintetizada a posteriori por
autores norteamericanos de la talla de Kaluta, Chaykin o Starling quienes
vieron en su visión de un espacio más cercano a los abismos lovecraftianos que
a un receptáculo de vida y sus recargadas y barrocas composiciones un poderoso
y psicodélico influjo.
En fin, “Los seis viajes de Lone Sloane” es un tebeo
que define una manera de entender la Ciencia Ficción libre de cortapisas y abierta completamente a la
experimentación y la total libertad creativa que solo se permiten unos pocos elegidos, quizás
superada pero que resultó imprescindible para todo lo que vino después.