Uno de los tebeos que ha pasado más injustamente desapercibido en la vorágine de novedades del pasado Salón del Cómic de Barcelona fue la nueva edición por parte de Planeta de “Jon Rohner, marino”, álbum mediante el que se recupera -esperemos que definitivamente- a uno de los mejores dibujantes españoles de los ochenta, el barcelonés Alfonso Font.
En “Jon Rohner, marino” asistimos a las aventuras por las islas del Pacífico Sur de Jon Rohner, marino mercante, contrabandista y vagabundo aventurero quién asiste como testigo impotente al final de una época, la de la navegación a vela y la decadencia de las distintas civilizaciones polinesicas ante el avance del hombre blanco. Rohner se convierte, gracias a la imaginación de Font, en confidente e inspirador de Robert Louis Stevenson en sus últimos años de vida en Samoa.
Se ha tachado a Jon Rohner, el marino creado por Font de ser una mala imitación de "Corto Maltes" de Pratt y no se puede negar que al igual que este Font ambienta las historias de su personaje en los mismos paisajes que inspiraron las primeras aventuras del gitano y homenajea a los mismos autores, Conrad, London o el mencionado Stevenson, pero sutiles diferencias de carácter dotan de personalidad propia a la creación de Font, quién se apoya –al igual también que Pratt- en una detallada y exhaustiva documentación para desarrollar y dotar de verosimilitud su visión de la Polinesía del XIX. El álbum se compone de siete historias cortas de similar estructura, en las que Rohmer rememora o relata a Stevenson y su familia alguna de sus aventuras en las que por lo general se pone en evidencia la ambición y maldad de los hombres blancos frente a la noble simplicidad de los polinesios o la astucia de las bellas y sensuales nativas.
Font es un dibujante excelente forjado en su trabajo de agencia para Toutain y Bruguera capaz de moverse con soltura y solvencia en cualquier género desde el Western (“Tex”) a la Ciencia Ficción (“Cuentos del futuro imperfecto”) pasando por la sátira (“Historias Negras”) que a la hora de iniciar “Jon Rohner” a mediados de los ochenta ya es un autor maduro y completo. Sin concesiones a los experimentos, hace gala de un estupendo sentido de la narración para pergeñar las aventuras de Rohner y contagiar al lector su admiración por los espacios libres y los últimos aventureros a través de bellas secuencias llenas de colorido y detalle, siempre al servicio de la historia que sirven de tema en una lectura que se hace agradable y fluida en todo momento y deja con ganas de más.
La bella edición de Planeta es excelente y bien cuidada a un precio bastante ajustado para lo que se estila hoy en día y recoge toda la producción de Font dedicada al personaje así como un artículo introductorio de mano del propio autor. Esperemos que esta obra sirva de prólogo para una próxima reedición de la obra de este excelente autor.
Aquí una estupenda y completa entrevista realiza en Zona Negativa al autor.