El otro día volví a releer
“Light&Bold” una de esas joyitas ochentenas que nos proporcionó el dúo
formado por el guionista Carlos Trillo y el dibujante Jordi Bernet que no solo
ha resistido a la perfección el paso del tiempo, a pesar de ser una obra
eminentemente enraizada en el contexto de su período de publicación pero que
curiosamente gana enjundia y niveles con cada lectura escondiendo bajo el
entretenimiento gamberro un sustrato más complejo y sutil.
Light es una despampanante
hembra incapaz de sentir nada salvo cuando Bold un grotesco y enorme asesino a
sueldo de buen corazón la toma. Light & Bold son dos agentes de una
siniestra organización criminal que busca desbaratar una conferencia de paz en
plena Guerra Fría para propiciar sus propios y oscuros intereses. Light &
Bold son dos peones obedientes y sumisos pero cuando Bold descubre que en el
plan los mandamases sacrificarán a su amor se enfrentará a sus amos con tal de
salvar a su único amor.
Carlos Trillo y Jordi Bernet
tras las buenas migas que hicieron tras “Custer” concibieron a mediados de los
ochenta esta historia imposible que escapa a cualquier clasificación de género
ya que tras la aparente ligereza de su desarrollo se esconde una obra rica en
significados. Y es que más allá de partir de una trama clásica de género negro
y espionaje, que Trillo reconoce en el prólogo que recicló de una novela que
había escrito bajo seudónimo, o de entenderse como una posmoderna puesta al día
del mito de La Bella y la Bestia en el fondo Trillo está construyendo una trágica
historia de amor protagonizada por dos inadaptados, antagónicos pero complementarios, prisioneros de las
circunstancias frente a los oscuros intereses del resto de elenco de personajes
secundarios que les rodean. Trillo aminora ese trasfondo dramático de la
historia bajo la retranca y la amargura del narrador interpuesto que comenta
los diversos sucesos e introduce los diversos actos del drama (no hay que
olvidar que la historia se ideó para su publicación seriada en la revista “Zona
84”, aunque luego fuese reeditada en álbum por Toutain y
Glénat.
En el aspecto grafico, Jordi
Bernet realiza un trabajo primoroso a la altura que acostumbra mostrando su
versatilidad para adaptar su trazo a la ligereza de sus voluptuosas y deseables
hembras y la rotundidad de un personaje tan original como Bold, al que
caracteriza magistralmente para bajo su fealdad y brutal aspecto dotarle de una
gran expresividad, que luego sería tomado como modelo para personajes tan alejados como el Mr Fixit marvelita, el Marv de "Sin City" milleriano o el Lono de Risso en "100 Balas". Asimismo, Bernet le da a la historia ese aire noir tan
característico de los clásicos norteamericanos
como Crane, Caniff o Eisner demostrando su completo dominio del
claroscuro y la mancha y respondiendo a la perfección a las vueltas y revueltas
del tragicómico guión ideado por un inspiradísimo Trillo.
Para mí, “Light & Bold”
es la mejor obra que dio la corta pero intensa colaboración entre Trillo y
Bernet y creo que el guionista, más allá del aparente maltrato al que somete a los
personajes con sus sardónicos comentarios, les guardaba especial cariño dado su
final. Un brillante tebeo que, como los
buenos vinos, mejora con el tiempo.