Si Brian Wood no está dando
más que un disgusto últimamente con su discutible revisión de Conan, el guionista Timothy
Truman y el dibujante Tomás Giorello están empeñados en que nos reconciliemos
con las aventuras del cimmerio y demostrar a propios y extraños que no todo
está escrito y dibujado al respecto. En su último trabajo publicado por
Planeta, la adaptación del relato original de Robert E. Howard de“El Fénix en la Espada” realizan un trabajo excelente.
El viejo Rey Conan rememora
con su biógrafo un episodio de sus primeros días como Rey de Aquilonia tras
derrocar a Numenides, cuando tuvo que hacer frente a la conspiración de una
serie de influyentes encabezados por el taimado Ascalante que pretendían
atentar contra su vida mientras dormía y contaban con la colaboración de un
esclavizado y mermado Toth-Amon que había perdido la fuente de su poder. Cuando
Toth-Amon casualmente recupera todo su poder envía un demonio a acabar con
Ascalante y de paso con Conan, quién advertido en sueños por el legendario y
poderoso mago Epemitreus que le dota de
protección contra sus enemigos, les espera como siempre armado con su espada.
Timothy Truman y Tomás
Giorelllo han ido ganando en complicidad desde sus primeros trabajos conjuntos
en la serie de “Conan, El Cimmerio” y actualmente manejan con maestría los
resortes para logran adaptaciones de los relatos de Howard todavía pendientes
que mantienen la fidelidad con la esencia howardiana al tiempo que les dotan su
propia impronta. Truman, al igual que ya sucediese con Busiek, ha encontrado en
el recurso de la narración diferida una estupenda manera para incorporar nuevos
elementos que no desentonan con la historia principal. Y de este modo, en “El
Fénix en la Espada” nos
presenta a un anciano y regio Conan que tras décadas de reinado rememora sus
primeros años en el trono. A partir de ahí, Truman hilvana con habilidad el
sencillo relato de Howard, que todo hay que decir yo soy de los que piensa que
no es de los mejores, respetando todos sus elementos.
Si la labor en el guión de
Truman es realmente buena, el que realiza un trabajo sobresaliente una vez más
es el argentino Tomás Giorello que despliega todo su inmenso talento para
captar de una manera magistral todos los personajes –creo, de memoria, que hasta el momento no habías dibujado a
Toth-Amon y su caracterización es brillantísima- sin renunciar por ello a una
narración clara de la historia. Giorello ilustra en cuidadas y detalladas
splash diversos sucesos del pasado de Conan. Giorello, a partir del estudio de
grandes dibujantes de Fantasía desde Frazetta a John Buscema pasando por Corben
o los Breccia, ha desarrollado su propio estilo y está sentando cátedra con su Conan,
llamado a convertirse si no lo es ya en tan mítico como los de BWS o el mismo
John Buscema.
En fin, “Conan: Rey: El
Fénix en la Espada” es
un magnífico cómic y una excelente adaptación, que no deberían dejar de
disfrutar no solo los aficionados a la Fantasía Heroica y las historias de Conan, sino todos aquellos que
valoran el buen cómic de género. Avisados quedáis.