Leído el último número de “
La noche más oscura”, que no sus ramificaciones en distintos números cruzados de diferentes colecciones, ya me permito opinar sobre el penúltimo macroevento del Universo
DC guionizado por el hombre orquesta de la compañía
Geoff Johns y el espectacular artista brasileño
Ivan Reis. Y lo primero que se me ocurre preguntarme es si realmente
Johns ha tardado siete años en planificar esta historia como en algún sitio leí o no es más que una mera añagaza publicitaria para darle bombo a un asunto que para nada merece el alboroto.
Al hilo de la moda actual a la que el género superheroico nunca ha sido del todo ajeno,
Johns se monta una historia de zombis cósmica con bastante poca chica y que no va más allá de dar chicha a las series y personajes que más le gustan que son básicamente Green Lantern y Flash y dejando en un segundo plano a los buques insignias de la editorial cuyo protagonismo en esta miniserie –Superman, WW y Batman- es marginal cuando no inexistente.
Johns nos descubre que tras la aparición de la Batería de Poder Negra en “
La Guerra de los Sinestro Corps” y la llegada de los zombis Black Lanterns está una siniestra entidad Nekron que ha encontrado en un oscuro villano necrófilo de GL, Mano Negra, el portal para acceder al mundo de los vivos. La presencia de los muertos vivientes ocasionará que los distintos superhéroes y supervillanos de la Tierra y los distintos Cuerpos de Lanters se unan para enfrentarse a la amenaza común en una batalla que provocará como primera –y casi única consecuencia- la vuelta a la vida definitiva de algunos personajes
DC emblemáticos que llevaban algún tiempo criando malvas y que protagonizarán el próximo evento muy originalmente titulado “
El Día Más Brillante”.
En fin, centrándonos en la historia, “
La noche más oscura” es lo más flojito que le he leído a
Johns con una historia lineal de una simpleza desoladora en la que el tratamiento de los personajes, los giros argumentales y el clímax brillan por su ausencia envuelto todo en una aureola de épica hueca en la que todo se reduce a concatenar espectaculares viñetas con multitud de personajes en la más pobre reinterpretación de lo que fue la fantástica “
Crisis en Tierras Infinitas” y cuyo único fin parece ser que no era otro que el resucitar a unos cuántos personajes. Y lo más triste es que
Johns vuelve a repetirse en una trama que resuelve sin originalidad inventándose a la enésima entidad cósmica tras Parallax. Por suerte,
Johns ha agotado el espectro de colores y ahora tendrá que tirar por otro lado pero visto lo visto miedo me da lo que se le puede llegar a ocurrir.
Más allá de lo poco que me ha gustado la historia si realmente he continuado con ella mes a mes ha sido por el buen hacer del brasileño
Ivan Reis que demuestra talento y buen hacer a lo largo de la serie dotando a su dibujo de una espectacularidad que hace que encaje perfectamente en el género superheroico.
Reis aparte de ser un buen dibujante cuida, a diferencia de otros, lo suficiente la narrativa para que el tebeo sea legible lo que le convierte en un dibujante a tener en cuenta en un género en la que la narración se sacrifica por la espectacularidad.
Si “
El día más brillante” sigue la línea de esta serie que no cuenten conmigo que me bajo de este carro.