Como la mayoría ya sabe, en el manido mundo de los superhéroes Marvel está todo inventado y en la actualidad sólo contamos con revisiones más o menos acertadas que, por lo general, sólo entusiasman a aquellos que por edad o ignorancia no conocen la rica historia de unos personajes a los que, por desgracia por intereses puramente económicos, no se les respeta como se debería. La penúltima ha llegado a bombo y platillo por parte de Marvel con “El viejo Logan”, una historia protagonizada por un Lobezno anciano en una realidad alternativa, volviendo a juntar tras "Civil War" a un equipo artístico de postín, Mark Millar y Steve McNiven, y que en España acaba de publicar Panini seriada dentro de la colección regular de “Lobezno” en cinco entregas (de la 42 a la 47).
En una noche aciaga los supervillanos masacraron a los superhéroes y se repartieron Estados Unidos (del resto del mundo porque, como dice uno de los personajes, “a quién le importa”) Tras muchos años, pocos de los antiguos héroes sobreviven… Algunos como un ciego Ojo de Halcón malvive trapicheando con drogas mientras que un anciano Lobezno ha renunciado por completo a su naturaleza heroica y vive en una granja perdida junto a su mujer y sus hijos. Obligado por las deudas y la amenaza de sus caseros, Logan acepta un trabajo del que desconfía: acompañar a Ojo de Halcón en un misterioso viaje de costa a costa por una Norteamérica desvastada que puede significar la última esperanza de los héroes frente al Imperio de los malos.
Partiendo de una idea que no es completamente nueva (John Byrne y Chris Claremont ya nos presentaron a un Lobezno anciano que incluso moría heroicamente a lo largo de la historia en la fantástica “Días del Futuro Pasado” en el ya clásico “X-Men 141” y ss), Millar se da el gustazo de hacer lo que le da la gana con el personaje una vez más tras su anterior etapa ("Lobezno: agente de S.H.I.E.L.D.”) para ofrecer una entretenida “road movie”, supuestamente crepuscular, cuyos máximos atractivos son comprobar cómo ha evolucionado América tras la desaparición de los superhéroes y averiguar que produjo el rechazo de Lobezno de su rol heroico.
Para no cansarse demasiado a la hora de caracterizar a este nuevo viejo Logan y el mundo en el que vive, Millar directamente toma como base referencias cinematográficas obvias reconocibles por cualquiera como la estupenda “Sin Perdón” de Eastwood o la saga “Mad Max”, y otras menos evidentes como la del general ciego interpretado por Al Pacino en “Esencia de Mujer” para caracterizar a un Ojo de Halcón que si no es porque Millar no los cuenta nadie podría imaginarse que está ciego. Y con estos mimbres urde, sin demasiado esfuerzo, una historia simple y entretenida en los que dosifica correctamente los misterios aunque carezca de la épica que antaño disfrutábamos en los tebeos Marvel, resuelta con una incoherencia sólo admisible desde el “vale todo mientras venda” que impera ahora en los Cómics Marvel.
En el aspecto gráfico, Steve McNiven, un buen dibujante en la línea de Bryan Hitch, hace un buen trabajo a la hora de desarrollar las ideas de Millar, con un tratamiento cinematográfico de la narración que se ajusta a lo demandado por el guionista quien le proporciona sobradas ocasiones para su lucimiento.
En definitiva, “El viejo Logan” es un tebeo entretenido y bien narrado que tal y como andan las cosas hoy en día en el Universo Marvel no es poco aunque da la sensación que con un poco más de esfuerzo por parte de Millar podría haberse logrado una historia algo más atractiva. Eso sí, en este tebeo al Lobezno ideado por Len Wein y agigantado por Claremont y Miller, en este tebeo no le reconoce ni su padre.
Otras obras de Mark Millar en El lector impaciente:
“The Ultimates”
“The Ultimates 2”
“Wanted”
“Civil War”
“Superman: Hijo Rojo”
En una noche aciaga los supervillanos masacraron a los superhéroes y se repartieron Estados Unidos (del resto del mundo porque, como dice uno de los personajes, “a quién le importa”) Tras muchos años, pocos de los antiguos héroes sobreviven… Algunos como un ciego Ojo de Halcón malvive trapicheando con drogas mientras que un anciano Lobezno ha renunciado por completo a su naturaleza heroica y vive en una granja perdida junto a su mujer y sus hijos. Obligado por las deudas y la amenaza de sus caseros, Logan acepta un trabajo del que desconfía: acompañar a Ojo de Halcón en un misterioso viaje de costa a costa por una Norteamérica desvastada que puede significar la última esperanza de los héroes frente al Imperio de los malos.
Partiendo de una idea que no es completamente nueva (John Byrne y Chris Claremont ya nos presentaron a un Lobezno anciano que incluso moría heroicamente a lo largo de la historia en la fantástica “Días del Futuro Pasado” en el ya clásico “X-Men 141” y ss), Millar se da el gustazo de hacer lo que le da la gana con el personaje una vez más tras su anterior etapa ("Lobezno: agente de S.H.I.E.L.D.”) para ofrecer una entretenida “road movie”, supuestamente crepuscular, cuyos máximos atractivos son comprobar cómo ha evolucionado América tras la desaparición de los superhéroes y averiguar que produjo el rechazo de Lobezno de su rol heroico.
Para no cansarse demasiado a la hora de caracterizar a este nuevo viejo Logan y el mundo en el que vive, Millar directamente toma como base referencias cinematográficas obvias reconocibles por cualquiera como la estupenda “Sin Perdón” de Eastwood o la saga “Mad Max”, y otras menos evidentes como la del general ciego interpretado por Al Pacino en “Esencia de Mujer” para caracterizar a un Ojo de Halcón que si no es porque Millar no los cuenta nadie podría imaginarse que está ciego. Y con estos mimbres urde, sin demasiado esfuerzo, una historia simple y entretenida en los que dosifica correctamente los misterios aunque carezca de la épica que antaño disfrutábamos en los tebeos Marvel, resuelta con una incoherencia sólo admisible desde el “vale todo mientras venda” que impera ahora en los Cómics Marvel.
En el aspecto gráfico, Steve McNiven, un buen dibujante en la línea de Bryan Hitch, hace un buen trabajo a la hora de desarrollar las ideas de Millar, con un tratamiento cinematográfico de la narración que se ajusta a lo demandado por el guionista quien le proporciona sobradas ocasiones para su lucimiento.
En definitiva, “El viejo Logan” es un tebeo entretenido y bien narrado que tal y como andan las cosas hoy en día en el Universo Marvel no es poco aunque da la sensación que con un poco más de esfuerzo por parte de Millar podría haberse logrado una historia algo más atractiva. Eso sí, en este tebeo al Lobezno ideado por Len Wein y agigantado por Claremont y Miller, en este tebeo no le reconoce ni su padre.
Otras obras de Mark Millar en El lector impaciente:
“The Ultimates”
“The Ultimates 2”
“Wanted”
“Civil War”
“Superman: Hijo Rojo”