Glenn Danzig, Black Aria y Mike Kaluta.

Ya habíamos hablado de la afición –pasión, la llaman también algunos- por los cómics del histriónico Glenn Danzig que le ha llevado a colaborar con artistas de reconocido prestigio en el ámbito del cómic como, Bill Sienkiewicz o Simon Bisley, en muchos de sus discos.

Sin embargo, la delicatessen mayor la reservó para el que quizás sea uno de sus discos más celebrados "Black Aria", un disco instrumental de 1993 a la mayor gloría del “Paraíso Perdido”, de John Milton. Para la ocasión, Danzig contó para la emblemática portada con los servicios del legendario Mike W. Kaluta (¿veremos alguna vez su The Shadow editado en España?...), que realizó la obra de arte que podéis contemplar arriba, un artista con el que ya había colaborado anteriormente para el interior de su disco “Danzig 4P” (abajo).

Hay os dejo un montaje del Aria Negra con las Pinturas Negras de Goya.

Mujeres de Papel: Kriss de Valnor.

Si la semana pasada destacaba a Aaricia, no puede faltar en esta sección dedicada a mis personajes femeninos del cómic favoritos, una entrada dedicada a su contrapartida, Kriss de Valnor, la ambigua mercenaria que en más de una ocasión se las hizo pasar canutas a Thorgal y su familia a la que unía una adictiva relación de amor y odio. Van Hamme en Thorgal caracterizó a la perfección los roles femeninos de dos personajes antitéticos que enriquecieron enormemente la serie.

Si Aaricia representa a la familia y la estabilidad no exenta de carácter, la espectacular Kriss es la mujer libre e indómita, (auto)destructiva y fatal, una mercenaria de oscuro pasado (parece ser que ahora están dispuestos a romper el encanto desvelando el misterio de su origen en una nueva serie) dispuesta a tentar una y otra vez a Thorgal cruzándose en su camino con aventuras alejadas de la rutinaria vida doméstica que desea vivir en una relación que, salvando las distancias, se asemeja a la de esa otra gran mujer de papel que es Elektra (de la que ya hablamos aquí).

Disfrutemos de Kriss en todo su esplendor gracias al gran trabajo de Rosinski.