No sé si están ustedes enterados de que Quino, el genial caricaturista argentino creador de “Mafalda”, se retira temporalmente. Si no lo sabían pueden leer sus motivos aquí.
Me parece admirable que dados los tiempos que corren en el que muchos pseudoartistas, que justificándose en muchas ocasiones en el homenaje, las influencias y demás zarandajas, nos inundan con una sobreabundancia de obras clónicas que quizás en muchos casos lindan cuando no caen en el plagio por las que, además, exigen notoriedad y reconocimiento, un artista de la calidad y trayectoria del creador argentino tenga la humildad y honradez para no aferrarse a un trabajo seguramente bien retribuido por considerar que no está a la altura en ese momento.
Un gesto que para muchos será romántico y pasado de moda en estos tiempos en que todos preferimos el pájaro en mano y la mayoría mira para otro lado antes de asumir una responsabilidad. Pero, que quieren que les diga, a mí me obliga a quitarme el sombrero ante el señor Quino y su honradez profesional y desearle que pronto vuelva a encontrar la inspiración para disfrute de todos nosotros.
Nobleza obliga.
Me parece admirable que dados los tiempos que corren en el que muchos pseudoartistas, que justificándose en muchas ocasiones en el homenaje, las influencias y demás zarandajas, nos inundan con una sobreabundancia de obras clónicas que quizás en muchos casos lindan cuando no caen en el plagio por las que, además, exigen notoriedad y reconocimiento, un artista de la calidad y trayectoria del creador argentino tenga la humildad y honradez para no aferrarse a un trabajo seguramente bien retribuido por considerar que no está a la altura en ese momento.
Un gesto que para muchos será romántico y pasado de moda en estos tiempos en que todos preferimos el pájaro en mano y la mayoría mira para otro lado antes de asumir una responsabilidad. Pero, que quieren que les diga, a mí me obliga a quitarme el sombrero ante el señor Quino y su honradez profesional y desearle que pronto vuelva a encontrar la inspiración para disfrute de todos nosotros.
Nobleza obliga.