Hay autores que tienen un algo especial que les hacen únicos y que se percibe desde sus más tempranas obras. Ese algo lo solemos llamar talento y se tiene o no se tiene. El suizo Frederick Peeters es probablemente de la nueva hornada –ya no tan nueva- de autores europeos que más sobrado anda. Si apabulló con “Píldoras Azules” a aficionados y crítica ya había dejado su tarjeta de visita a todos aquellos que se hicieron con esta pequeña gran obra maestra que es “Constellation” en el momento de su publicación por Astiberri.
Un avión transatlántico modelo Constellation sobrevuela el océano Atlántico en 1957 con destino a Nueva York. A lo largo del vuelo, veremos como el azar puede convertir un vulgar y olvidable incidente en un hecho decisivo que marcará la existencia de sus protagonistas. Si quieren saber más tendrán que leer el cómic.
Peeters en apenas 32 páginas escribe una fantástica historia de intriga que hubiera aplaudido el maestro del suspense, Alfred Hitchcok, y demuestra su habilidad como observador obsesionado por los detalles y las pequeñas miserias e ilusiones que nos convierten en los que somos. Subvirtiendo las convenciones del género de espías, el autor desarrolla una curiosa historia cargada de humor negro y ácido sobre la inseguridad a través del estudio introspectivo de tres personajes que el azar y la venganza han situado en el mismo avión. Peeters se sirve de una composición exigente de seis viñetas por página, centrándose tanto en lo que se dice como en lo que muestra en la descripción de los tres personajes ofreciendo al lector las claves del auténtico drama que se ha producido durante lo que parece un encuentro casual entre desconocidos. Cada personaje está soberbiamente retratado y el autor se vale de escorzos y perspectivas forzadas para acentuar el difícil posicionamiento de los personajes dentro del avión.
Si siempre han querido leer algo de Peeters y nunca se han atrevido, esta obra es ideal. Buena, bonita y barata. Háganme caso.
Otras obras de Frederick Peeters en El lector impaciente:
“Lupus”
“RG”, aquí y aquí.
En esta página pueden encontrar en francés la información más completa sobre el autor.
Un avión transatlántico modelo Constellation sobrevuela el océano Atlántico en 1957 con destino a Nueva York. A lo largo del vuelo, veremos como el azar puede convertir un vulgar y olvidable incidente en un hecho decisivo que marcará la existencia de sus protagonistas. Si quieren saber más tendrán que leer el cómic.
Peeters en apenas 32 páginas escribe una fantástica historia de intriga que hubiera aplaudido el maestro del suspense, Alfred Hitchcok, y demuestra su habilidad como observador obsesionado por los detalles y las pequeñas miserias e ilusiones que nos convierten en los que somos. Subvirtiendo las convenciones del género de espías, el autor desarrolla una curiosa historia cargada de humor negro y ácido sobre la inseguridad a través del estudio introspectivo de tres personajes que el azar y la venganza han situado en el mismo avión. Peeters se sirve de una composición exigente de seis viñetas por página, centrándose tanto en lo que se dice como en lo que muestra en la descripción de los tres personajes ofreciendo al lector las claves del auténtico drama que se ha producido durante lo que parece un encuentro casual entre desconocidos. Cada personaje está soberbiamente retratado y el autor se vale de escorzos y perspectivas forzadas para acentuar el difícil posicionamiento de los personajes dentro del avión.
Si siempre han querido leer algo de Peeters y nunca se han atrevido, esta obra es ideal. Buena, bonita y barata. Háganme caso.
Otras obras de Frederick Peeters en El lector impaciente:
“Lupus”
“RG”, aquí y aquí.
En esta página pueden encontrar en francés la información más completa sobre el autor.