Cuando George R.R. Martin publicó hace más de treinta años “Muerte de la luz” parecía que se iba a comer el género de la ciencia ficción a bocados pero, lo que son las cosas, esa novela se quedó durante muchos años como el tiro inspirado que da en la diana de un arquero neófito hasta que el abuelito R.R. Martin nos sorprendió a todos, casi entrado el nuevo milenio, comiéndose a dentelladas otro género, el de la fantasía heroica, con su todavía inconcluso ciclo de novelas de “Canción de Hielo y Fuego”. Y, sin embargo, vista con la perspectiva única que da el tiempo en “Muerte de la luz” surgen todos los grandes temas que el autor vuelve a plantear en su popular saga pseudomedieval.
A Worlom, un mundo abandonado donde la vida tiende a extinguirse y sólo sobreviven los proscritos y rezagados de variopintas razas y civilizaciones humanas que llegaron allí hace siglos para realizar un Festival Interestelar del que dejaron distintas ciudades sumidas en el abandono, acude Dirk t’Larien con la esperanza de recuperar a su amor de juventud perdido que le ha hecho llegar una antigua prenda de amor. Sin embargo, a su llegada Dirk descubrirá que la dulce Gwen que recordaba ha cambiado y ahora está unida por un vínculo que va más allá del amor con Jann Vikary y su teyn, Garse Janacek, kavalares regidos por rudas y estrictas convenciones basadas en la lealtad y el etnocentrismo que permite la caza de todos aquellos que no son kavalares y que bajo ningún concepto dejarían que Gwen los abandonase. A pesar de la fascinación que Dirk siente por los kavalares y su primitiva y enigmática cultura el amor por Gwen es más fuerte que la razón y Dirk pondrá en marcha una serie de acontecimientos que no sólo pone en peligro su propia existencia sino también la de su amada y los taciturnos kavalarers.
¿Es merecido el éxito de esta novela entre los aficionados a la ciencia ficción que la consideran una de las mejores de todos los tiempos en casi todas las listas habidas y por haber? Probablemente, sí, porque “Muerte de la luz” en sus casi trescientas páginas nos sorprende por su riqueza temática y la coherencia con la que el autor construye mundos y civilizaciones para desarrollar una trama de aventuras en la que explora conceptos imperecederos como el amor, la lealtad y la amistad, con una gran riqueza de matices a pesar de su característica sencillez narrativa que la convierte en una lectura idónea para cualquier lector más allá de su edad y nivel de exigencia. Y es precisamente en su capacidad para abarcar casi todas las corrientes y temas propios de la ciencia ficción que otros autores hollaron previamente por separado con éxito en una sola novela donde radica realmente el enorme mérito de este libro. No es la novela de ciencia ficción políticosocial y ecologista más notable (ninguna llega a la complejidad de “Dune” de Frank Herbert); ni es la que más nos conmoverá en su complejo desarrollo de las relaciones de amor y desamor (ninguna supera en mi opinión a “Los amantes” de Philip Jose Farmer); tampoco nos hipnotizará con el romanticismo de mundos decadentes donde se desarrollan y mueren civilizaciones como lo logró Bradbury en sus “Crónicas Marcianas”; pero, con un poco de cada una de estas novelas más una preocupación por explorar la confrontación cultura similar a la del mejor Heinlein de “Forastero en Tierra Extraña”, R.R.Martin desarrolla una novela de personajes complejos en la que nos sorprende a cada página con reacciones y actitudes que les hacen evolucionar –o involucionar ante nuestros ojos- y en cuyos caracteres es fácilmente de un modo u otro sentirse reconocido.
En definitiva, “Muerte de la luz” quizás no sea la mejor novela de ciencia ficción pero es una excelente novela sin necesidad de su adscripción a un género y la mejor respuesta que se puede ofrecer a todos aquellos que dudan sobre las capacidades novelísticas de R.R. Martin arguyendo la extensión de “Canción de Hielo y Fuego”. Si habéis perdido la fe (o la paciencia) con R.R.Martin en “Muerte de la luz” sin duda la reencontraréis.
A Worlom, un mundo abandonado donde la vida tiende a extinguirse y sólo sobreviven los proscritos y rezagados de variopintas razas y civilizaciones humanas que llegaron allí hace siglos para realizar un Festival Interestelar del que dejaron distintas ciudades sumidas en el abandono, acude Dirk t’Larien con la esperanza de recuperar a su amor de juventud perdido que le ha hecho llegar una antigua prenda de amor. Sin embargo, a su llegada Dirk descubrirá que la dulce Gwen que recordaba ha cambiado y ahora está unida por un vínculo que va más allá del amor con Jann Vikary y su teyn, Garse Janacek, kavalares regidos por rudas y estrictas convenciones basadas en la lealtad y el etnocentrismo que permite la caza de todos aquellos que no son kavalares y que bajo ningún concepto dejarían que Gwen los abandonase. A pesar de la fascinación que Dirk siente por los kavalares y su primitiva y enigmática cultura el amor por Gwen es más fuerte que la razón y Dirk pondrá en marcha una serie de acontecimientos que no sólo pone en peligro su propia existencia sino también la de su amada y los taciturnos kavalarers.
¿Es merecido el éxito de esta novela entre los aficionados a la ciencia ficción que la consideran una de las mejores de todos los tiempos en casi todas las listas habidas y por haber? Probablemente, sí, porque “Muerte de la luz” en sus casi trescientas páginas nos sorprende por su riqueza temática y la coherencia con la que el autor construye mundos y civilizaciones para desarrollar una trama de aventuras en la que explora conceptos imperecederos como el amor, la lealtad y la amistad, con una gran riqueza de matices a pesar de su característica sencillez narrativa que la convierte en una lectura idónea para cualquier lector más allá de su edad y nivel de exigencia. Y es precisamente en su capacidad para abarcar casi todas las corrientes y temas propios de la ciencia ficción que otros autores hollaron previamente por separado con éxito en una sola novela donde radica realmente el enorme mérito de este libro. No es la novela de ciencia ficción políticosocial y ecologista más notable (ninguna llega a la complejidad de “Dune” de Frank Herbert); ni es la que más nos conmoverá en su complejo desarrollo de las relaciones de amor y desamor (ninguna supera en mi opinión a “Los amantes” de Philip Jose Farmer); tampoco nos hipnotizará con el romanticismo de mundos decadentes donde se desarrollan y mueren civilizaciones como lo logró Bradbury en sus “Crónicas Marcianas”; pero, con un poco de cada una de estas novelas más una preocupación por explorar la confrontación cultura similar a la del mejor Heinlein de “Forastero en Tierra Extraña”, R.R.Martin desarrolla una novela de personajes complejos en la que nos sorprende a cada página con reacciones y actitudes que les hacen evolucionar –o involucionar ante nuestros ojos- y en cuyos caracteres es fácilmente de un modo u otro sentirse reconocido.
En definitiva, “Muerte de la luz” quizás no sea la mejor novela de ciencia ficción pero es una excelente novela sin necesidad de su adscripción a un género y la mejor respuesta que se puede ofrecer a todos aquellos que dudan sobre las capacidades novelísticas de R.R. Martin arguyendo la extensión de “Canción de Hielo y Fuego”. Si habéis perdido la fe (o la paciencia) con R.R.Martin en “Muerte de la luz” sin duda la reencontraréis.
12 comentarios:
Precisamente me estoy leyendo ahora esta novela, me quedan menos de cien páginas para terminarla... Es Martin en estado puro, con frases breves y un tono muy lacónico y melancólico, reflejando muy bien ese planeta moribundo. Y me encanta su capacidad de crear universos complejísimos insinuando unos pocos detalles.
Padawan,
Precisamente esa capacidad para permitir que el lector sea el que rellene los huecos de la historia a partir de los pocos datos que da es uno de los méritos de la novela. Ya me contarás si te gusta el final.
Impacientes Saludos.
Los viajes de Tuf es bastante entretenida, pero a ver si termina de una vez el quinto libro de la Cancion de hielo y fuego.
He de confesar que de Martin no he leído prácticamente nada pero el problema es que lo poco que he leído no me ha gustado.
Esta no la he leído así que la aprovecharé para darle una oportunidad.
Gracias por la recomendación!
Robur,
"Los viajes de Tuf" la tengo por ahí. A ver si en algún momento la dedico una entrada.
Las últimas noticias que tengo sobre "Baile de Dragones" es que se espera que para final de año entregue el manuscrito a su agente.
Alcorze,
Si esta no te gusta casi que no te molestes en probar otras del mismo autor. Es su alfa y su omega.
Impacientes Saludos.
Una de mis novelas favoritas, la encontré en una biblioteca pública hace muuucho tiempo, en una galaxia muy lejana).
Al releerla 10 o 15 años después me ha decepcionado un poco, porque yo la recordaba como una novela maravillosa (es lo que tienen las lecturas de la adolescencia) y creo que la calidad narrativa deja algo que desear.
Me quedo con la descripción del mundo moribundo, con la metáfora de la amistad y el amor que hace utilizando los brazaletes de jade y piedraviva, y con la historia de amor platónico que lleva al protagonista a cruzar la galaxia en busca de un amor perdido hace muchos años.
Por cierto, recomiendo el cuento corto "Una canción para Lia" del mismo autor.
Y si os gusta el terror bueno, bueno, mezclado con ciencia ficción, "Los Reyes de la arena", que por cierto vi una vez una adaptación en televisión pero no llegué a saber nunca como se llamaba.
Una buena lectura para amenizar la espera. Yo no he leído aún el cuarto de Canción... y lo leeré cuando sepa que ya se va a editar el quinto. Así voy marcando un "tempo" y no me doy un atracón. Afortunadamente puedo esperar, soy paciente.
Saludos.
Muriel, aquí parece que comentan lo de la adaptación a TV de "Los reyes de la arena": http://www.zonafandom.com/literatura-ciencia-ficcion/los-reyes-de-la-arena-de-george-r-r-martin
Los viajes de Tuf, es una novela "pacifica", es decir, para mí, no es de las que pasan grandes cosas pero entretiene lo suyo, sobre todo, con el personaje de Havilland Tuf, genial donde los haya.
Muerte de la luz, la tengo en la pila de libros.
Saludos.
Muriel,
La relectura pasado el tiempo suele ser lo que tiene. No somos exactamente los mismos y los libros que en algún momento nos fascinaron no se ajustan a nuestro recuerdo idealizado. Con todo, no salvas pocas cosas de "Muerte de la luz".
Tus recomendaciones superinteresantes.
David,
No eres el primero que me cuenta que ha tomado una medida similar. El quinto yo creo que lo veremos. Y el sexto y el séptimo imagino que también (aunque no tengo tan seguro el tiempo que se toma con cada uno que los vaya a escribir Martin...).
Yo prefiero sobrellevar la espera con otras obras del autor.
Akbarr,
Los relatos y cuentos de Martin andan desperdigados en diferentes recopilaciones. Es curioso que los de Edhasa (que, por otro lado, en cada libro incorporan una bibliografía en castellana muy completa) no se hayan movido todavía para realizar un tomito reuniéndolos todos porque estoy seguro que se vendería bastante bien ya que la mayor parte de esas recopilaciones están descatalogadas.
Toni,
Sí, Martin lo que tiene es que como mínimo es entretenido. Pronto "Los Viajes de Tuf" y "Sueño del Fevre" por estos lares.
Impacientes Saludos.
Hola, vengo atrasado como 4 años para comentar, pero bueno, el caso es que llegué. Hmmmh, "Muerte de la luz", desde el título mismo es tan intrigante que sabía que no me defraudaría. Es una novela entretenida de GRRM, algunas cosas leídas me suenan tan familiares luego de leerme los tomos de CDHYF hasta ahora (hasta Danza de Dragones por supuesto), así que no me decepcioné. El final es tan "georgerrmartiniano" que me sorprendió no haberlo anticipado, pero creo que ahí está la gracia. Un sacrificio tan romántico, caballeresco y solitario pero por lo mismo valioso. Una joyita a partir de ahora en biblioteca.
jeje pues si el anterior comentario llegaba 4 años tarde el mio 7 :) ... jeje bueno me encanto esta novela de GRRMartin aunque la del viaje de turf me gusto mas (estan en el mismo espacio galactico) ... en fin genial analisis y un saludo para todos los amantes de la obra de ese gran escritor ¡¡¡
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