
Una idea redonda de la que salen todos beneficiados, el cómic que se ve reconocido como una expresión cultural a la altura de otras en un marco incomparable; el museo renovando sus propuestas e incrementando el número de visitantes, atrayendo a público que a lo mejor de otro modo no se acercarían a un museo, y, al tiempo, vendiendo en sus tiendas los ejemplares de los cómics expuestos (ya que es coeditoria de los mismos junto a la editoria Futuropolis).
Una gran idea para compaginar cultura y negocio que debería ser imitada a este lado de los Piríneos. ¿Se imaginan algo así en el Museo del Prado o en el Centro Reina Sofia, exponiendo originales de Carlos Giménez, Victor de la Fuente, Jordi Bénet o Josép María Bèa? Pardiez, qué listos son estos galos…
Más datos de la exposición aquí.
Totalmente de acuerdo, seguro que algun dia nuestros autores son reconocidos de la misma manera.
ResponderEliminarIluvatar, bienvenido,
ResponderEliminarEsperemos que así sea, pero me da a mí que todavía falta algo voluntad para ello.